Este año 2024, la Escuela de Idiomas y Ciencias Sociales cumple 10 años de labores en el Campus San Carlos del Tecnológico de Costa Rica. Esta edición especial reúne contribuciones de los profesores y profesoras de escuela, con la intención de visibilizar el trabajo que cada persona hace en los distintos ámbitos de la vida académica: la docencia, la investigación, la extensión y la acción social del Tecnológico de Costa Rica, tal y como lo establece el Artículo 2 de nuestro Estatuto Orgánico. En ella, podrán encontrar artículos relacionadas con la labor docente, la participación en proyectos de investigación y extensión, la organización de eventos académicos, algunas propuestas curriculares en la disciplina del turismo, la importancia de las humanidades en la sociedad moderna, y tantos más que les presentamos a ustedes, queridos lectores, con una mezcla de orgullo, humildad y por qué no, dignidad por la labor de todos los días.

El Campus del Tecnológico de Costa Rica, en San Carlos, sigue aportando a la Región Huetar Norte; 48 años después de su creación esta Casa de Enseñanza no deja de producir y entregarle a la sociedad costarricense profesionales con el sello de calidad que siempre los ha distinguido y que resalta en cada uno de los lugares de trabajo donde se desenvuelven. Prácticamente en su totalidad todos ellos se han integrado a los procesos productivos de bienes y servicios de la Zona Norte y del país.

Una vez más esta Revista se convierte en el medio de comunicación, por excelencia, para que la comunidad institucional del Tecnológico de Costa Rica, Campus Local San Carlos, plasme el trabajo que cada día se desarrolla dentro y fuera de las instalaciones de esta Casa de Enseñanza; trabajo que se transforma en producción, vinculación, investigación, extensión, pero sobre todo, se transforma en resultados que benefician a una de las Regiones más productivas de este país, la Región Huetar Norte.

El Tecnológico de Costa Rica llega a sus 50 años, aportando al desarrollo de este país y contribuyendo a mejorar la calidad de vida de sus habitantes; manteniendo el liderazgo científico y tecnológico que lo caracterizaron desde su fundación en 1971 y conservando la excelencia académica, sello de garantía que lo identifica.

Este será probablemente el año que marcará la vida personal, social y laboral de todas las personas alrededor del mundo. Sin imaginarlo, un virus pone de rodillas a grandes y pequeños; a aquellos gigantes acostumbrados a trazar la ruta de la economía mundial y a los que aportan, con sus pequeños emprendimientos, al desarrollo de un país. Si con antelación se nos hubiera informado sobre lo que hoy estamos viviendo los seres humanos, tal vez creeríamos que tan solo sería parte de la ficción que caracteriza a una excelente película de Hollywood, pero la frase: la realidad superó la ficción, quedó corta ante la pandemia, que, sin ninguna discriminación, está afectando a cada rincón de este planeta; por mucho este año 2020 quedará en la historia de la humanidad.

Cuando un país invierte en educación está asegurando su desarrollo a corto, mediano y largo plazo, además de consolidar su sistema democrático. Es este el caso de la educación superior en Costa Rica, las universidades públicas van más allá, innovando en programas de docencia, realizando investigación, aportando conocimiento y transfiriéndolo a la sociedad.