DESAFÍOS PARA LA PRÁCTICA DE PASTORAL SOCIAL EN LA RURALIDAD COLOMBIANA

JOHAN ANDRÉS MENDOZA TORRES

Revista Trama

Volumen 8, número 1

Enero - Junio 2019

Páginas 13-39

ISSN: 1659-343X

http://revistas.tec.ac.cr/trama

DESAFÍOS PARA LA PRÁCTICA DE

PASTORAL SOCIAL EN LA RURALIDAD COLOMBIANA

Challenges For The Practice Of Social Pastoral In Colombian Rurality

Johan Andrés Mendoza Torres 1

Fecha de recepción: 30 de setiembre de 2018

Fecha de aprobación: 11 de junio de 2019

1. Sociólogo de la Universidad Santo Tomás, Colombia. Docente e investigador del Departamento de Humanidades y Formación Integral de la Universidad Santo Tomás, Bogotá, Colombia. Máster en Desarrollo Social y Doctorando en Ciencias Sociales en la Universidad Católica de Murcia, España. Correo electrónico: johanmedoza@usantotomas.edu.co

Mendoza, J. (2019). Desafíos para la práctica de Pastoral Social en la ruralidad colombiana. Trama, revista de ciencias sociales y humanidades, Volumen 8, (1), págs. 13-39.

DOI: https://doi.org/10.18845/tramarcsh.v8i1.4458

Resumen

El presente artículo da cuenta de la investigación llevada a cabo en los municipios rurales colombianos de Alpujarra Tolima, Neira Caldas, Marulanda Caldas, Ginebra Valle, Zarzal Valle Corregimiento Quebrada Nueva y Aranzazu Caldas donde se realizó un acercamiento al trabajo pastoral mediante la aplicación de entrevistas, así como una caracterización del pensamiento social de la Iglesia católica mediante un análisis documental. La intención fue demostrar y descubrir que, en el contexto de los casos estudiados, los atributos de la sociedad contemporánea representan un conjunto de desafíos complejos para la Iglesia católica entre los que destacan: en primer lugar, en la desarticulación estructural de la identidad cultural rural. En segundo lugar, en la dificultad de implementar el mensaje presente en el pensamiento social de la Iglesia.

Palabras clave: pensamiento social de la Iglesia, Pastoral, Ruralidad, sociología, hermenéutica.

Abstract

This paper reports on research in the Colombian rural municipalities of Alpujarra Tolima, Neira Caldas, Marulanda Caldas, Geneva Valle, Zarzal Valle, Quebrada Nueva and Aranzazu Caldas, where an approach to pastoral work was carried out through the application of interviews, as well as a characterization of the social thought of the catholic Church implementing a documentary analysis. The intention was to demonstrate and discover that, in the context of the cases studied, the attributes of contemporary society represent a set of complex challenges for the Church that are manifested on one side in the structural disarticulation of rural cultural identity, from elsewhere in the difficulty of implementing the message contained in social though of the Church.

Keywords: social thought of the Church, pastoral, rural identity, sociology, hermeneutics.

2. Desarrollada en la Universidad Católica de Murcia desde el año 2015 con el fin de obtener el título de doctor en ciencias sociales.

I. INTRODUCCIÓN

Este artículo tiene como objetivo presentar algunos de los resultados obtenidos en un proceso de investigación doctoral2 que tuvo como estrategia metodológica instrumentos cualitativos a partir de los cuales se realizó un análisis del discurso, con el fin, en primer lugar, de explorar las prácticas desarrolladas por la Iglesia católica a través de la Pastoral Social en diferentes municipios con características rurales del suroccidente colombiano. En segundo lugar, se realizó una revisión de las principales características que constituyen la sociedad contemporánea o la sociedad de mercado en esa región rural colombiana. En este sentido, se evidencian las contradicciones que surgen entre el pensamiento social de la Iglesia identificados de la cultura rural y las características prominentes de la sociedad de mercado en esos territorios, reconociendo que dicha sociedad, es la expresión sociológica que define las manifestaciones y dinámicas culturales de la mayoría de las sociedades urbanas de ese país suramericano y por lo tanto, impone diversos retos tanto para la cultura como para la identidad rural que se expresan en la práctica pastoral.

Se hace necesario entonces, indagar sobre las características principales del pensamiento social de la Iglesia, ya que no solo muestran una parte importante de la posición de poder discursiva de la práctica social cristiana, sino que también, como afirma Rivas Gutiérrez (1988), una evaluación correcta del pensamiento social de la Iglesia supone una hermenéutica social que tiene en cuenta todas sus expresiones, además de la colocación de cada texto en su contexto histórico y cultural. Ese pensamiento se encuentra en los extensos documentos del Vaticano que se analizan en esta investigación, teniendo en cuenta el contexto de los municipios de Alpujarra Tolima, Neira Caldas, Marulanda Caldas, Ginebra Valle, Zarzal Valle Corregimiento Quebrada Nueva y Aranzazu Caldas (Ver figura 1).

A manera de fundamentación teórica, emerge entonces el interés por la búsqueda de concordancia temática entre los argumentos discursivos hallados en Laudato si’ (que deberían caracterizar, en razón del orden jerárquico de la Iglesia) con las acciones sociales a todo nivel, incluso en los territorios rurales.

3. Este artículo se deriva de un trabajo mayor correspondiente a una tesis de doctorado, cuyo documento final contiene de manera amplificadas todas las fases que aquí se expondrán.

II. METODOLOGÍA

La presente investigación se desarrolló a partir de la implementación de un enfoque multi metodológico que no pasa por alto el debate entre lo cualitativo y lo cuantitativo; partiendo además de la comprensión de su orientación epistemológica, una preocupación que para este trabajo siempre ha consistido en acercarse a la comprensión de una parte de la realidad a partir del estudio de casos.3 Por ende, elementos cualitativos surgen toda vez que se busca hallar el sentido en cada una de las entrevistas conseguidas, y elementos cuantitativos aparecen en el proceso de la sistematización que se ha hecho de la información recopilada. La metodología estuvo compuesta esencialmente por tres estrategias investigativas: en primer lugar, la Investigación Documental (ID); en segundo lugar, el Análisis de Discurso (AD) y, en tercer lugar, la Sistematización de Experiencias (SE).

Con respecto a las estrategias asumidas en esta investigación que está orientada a la búsqueda del significado de las acciones pastorales con el fin de comprender desafíos contemporáneos para la Iglesia, estas se hallan adscritas al escenario de lo cualitativo.

El proceso metodológico de la presente investigación lo constituyeron tres fases que no solo se hallan correlacionadas, sino que, además, la primera es requisito para la segunda y ésta a su vez de la tercera.

La primera fase la constituyen dos procesos; de una parte, la ID realizada sobre el pensamiento social de la Iglesia, que incluyó no solo la revisión de encíclicas, sino además documentos elaborados por expertos en el estudio del tema. En el segundo proceso se realizó una revisión detallada del texto encíclico Laudato si’ que incluyó el desarrollo no solo del proceso hermenéutico sino también la sistematización de dicha hermenéutica mediante la utilización de una matriz en la que se extrajeron citas textuales con las cuales se organizó la lectura crítica del documento. El número de citas varió desde el inicio del estudio, se leyeron uno a uno los puntos de la encíclica y se fueron acotando, tratando de concatenar similitudes entre citas a la vez que se amplificaba la interpretación a partir de categorías de análisis que emergieron durante el proceso. Se podría haber realizado solo el proceso hermenéutico, pero se consideró que, sin la sistematización de este texto, resultaba imposible generar categorías analíticas específicas, que fueran visibles y no “creadas” y que funcionaran para el desarrollo de la subsiguiente fase.

La segunda fase estuvo constituida a partir de la exploración del discurso general de Pastoral Social Colombia, con el fin de reconocer los significados que se daban a la acción Pastoral desde instancias superiores. Lo anterior, por supuesto, se realizó antes de desarrollar las visitas en zona rural, y consistió en abordar a un representante de Pastoral Social Cáritas Colombiana y del Secretariado Nacional de Pastoral Social SNPS. Por estrictos motivos de agenda, se logró conciliar una entrevista al subdirector nacional para el año 2015 (año en que fue realizada la entrevista) Padre Andrés Bustacara.

Principales apreciaciones del Padre Andrés Bustacara, subdirector nacional de Pastoral Social Colombia durante entrevista realizada en el año 2015:

Pastoral es el brazo social de la Iglesia, somos Caritas Internacional y puedo decir que hay una diversidad en el trabajo que se realiza en Colombia, todos se van menos el sacerdote.

El método de nuestro trabajo en los territorios depende de las necesidades. Operamos bajo el modelo prudencial ver, juzgar, actuar. Creemos en una Iglesia que acompaña, que vive, siente, interpreta y da respuesta a los problemas de las personas, de los humildes. Es cierto que los recursos limitan el margen de nuestra acción, hay zonas que se hacen difíciles para acceder, en donde falta de la presencia del Estado. Nos enfrentamos al fenómeno del desplazamiento y con él una urbanización a cargo de la violencia; esto amerita evaluar las condiciones en las cuales la pastoral va a realizar su acción, creo que en la ciudad es más difícil. El elemento religioso determina una baja en la ciudad. Hay una competencia por adquirir los recursos para ayudar a los más pobres. Una parroquia donde puede atender a 5.000 tiene que atender a 20.000. Creemos que acompañar se distingue de atender y sin duda hay una dificultad del campesino para ingresar a los beneficios del estado toda vez que la presencia del Estado se resuma a militares.

La tercera fase esencialmente la constituyó esa etapa de recolección de información en seis municipios ubicados en zona rural del sur occidente colombiano, que específicamente se ejecutó, arribando a cada parroquia o casa parroquial, para ser recibido por el sacerdote a quien se le aplicó una entrevista semiestructurada. Los principales ejes analíticos se dividieron en dos componentes (introductorios y profundos) en los que se indagó por la percepción de elementos geográficos, poblacionales, culturales, roles de los sacerdotes, así como por los problemas concretos que se perciben en las comunidades y los principales retos que tiene el trabajo pastoral en los territorios específicos.

Entre tanto, para la consignación, organización e interpretación no solo del contexto sino de las respuestas ofrecidas en las narrativas de los participantes, se desarrollaron las siguientes herramientas metodológicas:

III. Características de identidad y antecedentes culturales de las zonas rurales colombianas

Cuando se piensa en la sociedad contemporánea, las ciencias sociales tienen un campo diverso, enorme, tan cargado de complejidades y dificultades, que resulta incluso difícil enfocar un solo problema sin tener que mencionar o hablar de otros y las diferentes correlaciones entre causas, efectos o bien las distintas variables. Esta investigación está inscrita en el proceso de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército Del Pueblo (FARC-EP). Para las fechas en que se realizó toda la recolección de información, el proceso de paz se encontraba en un estado de avance positivo, lo que permitió que no se dificultara por razones contextuales, políticas y de seguridad, el desarrollo del trabajo. Aun así, cabe mencionar que según los De Zubiría, Fajardo, Molano, Gutiérrez, Willsy Pizarro (2015), la historia rural de Colombia, está relacionada con el conflicto armado y deviene de unas desigualdades tremendas instaladas en ese escenario específico, sumado a que (como se mostrará a continuación) la inequidad en la tenencia de la tierra es sin duda uno de los problemas más graves que hoy continúa amenazando al mismo proceso de paz.

Esta investigación no tuvo lugar en las urbes, sino propiamente en el campo, en los municipios de Alpujarra Tolima, Neira Caldas, Marulanda Caldas, Ginebra Valle, Zarzal Valle Corregimiento Quebrada Nueva y Aranzazu Caldas.

Figura 1. Elaboración propia empleando mapa de Colombia del portal web Colombia los municipios mapa (2019).

Todos estos municipios están ubicados en zona montañosa, con variaciones climáticas correspondientes a zonas tropical y de páramo, en lugares donde parece que el tiempo corriera más lento debido a una comparativa simple y semiótica respecto a la sobreestimulación auditiva y visual de cualquier ciudad.

Frente a la caracterización, no solo de las zonas en las que se llevó a cabo esta investigación, sino al contexto mismo de la población del campo colombiano, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE, 2014), da a conocer en sus estadísticas el déficit de estado social y las condiciones de la ciudadanía en una extensa parte del país. En este contexto, se encontró que el 0.4% de los propietarios concentran el 46% de la tierra. Lo que ratifica el Gini de tierras superior al 0.85 señalado en muchos estudios. De 42.3 millones de hectáreas para uso agropecuario, el 80% (33.8 millones de hectáreas) está en pasto para ganado. Mientras que el 20% (8.5 millones) está en agricultura. De ese total, 7.1 millones está dedicado a café, palma y caña de azúcar. Lo restante, 1.4 millones, está dedicado a agricultura para consumo interno, cultivada por 5 millones de campesinos que producen el 43% de los alimentos que se consumen en Colombia.

En otros informes, el DANE ha informado que en las zonas rurales dispersas y remotas, el trabajo informal representa el 90% de los ingresos de los agricultores, una cifra que se correlaciona con el nivel medio de la pobreza en las zonas rurales correspondiente al 53%.

En ese contexto, debe analizarse de manera particular la función de la Violencia. Más allá de consideraciones estrictamente políticas, sociológicas, antropológicas o culturales, su función económica es indiscutible y esencial para entender la forma histórica del proceso de acumulación capitalista y del conflicto social (Estrada, 2015, p. 298).

Ahora bien, se puede establecer que, en este contexto rural generalmente inequitativo y empobrecido, un hecho que justifica el análisis de la identidad cultural rural desde el punto de vista de la práctica pastoral es que, las principales religiones en Colombia son el catolicismo con un 87,3%; el protestantismo o Evangélicos con un 11,5%; y el resto en conglomerados de miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Adventistas del Séptimo día, Judíos, Musulmanes, entre otros (Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, 2017).

Como un dato que comienza a enfocar la descripción de la problemática del presente trabajo, es ese 87% de católicos que habitan Colombia; es decir, que según la información poblacional del DANE (2017) que arroja el dato exacto y diario de cuántos habitantes tiene el país, de los 49.329.213 de colombianos, casi 43 millones de colombianos son católicos. Entre tanto, complementando las cifras, según informes del Banco Mundial, Colombia para el año 2016 tenía un 76,7% de su población concentrada en las ciudades, lo que indica que, la presente investigación toma su muestra representativa en líneas generales de ese 23.3% que habita el campo colombiano.

Con lo descrito hasta ahora es posible afirmar que la problemática de la presente investigación parte del reconocimiento de Colombia como un país en su mayoría católico, un país en donde la desigualdad en la tenencia de la tierra, la falta de empleo formal, las formas de violencia política, entre otras causas, mantienen una pobreza campesina superior al 50%. En estas condiciones, preguntarse por el papel de la espiritualidad, por la función social de los párrocos a través de la Pastoral Social en un escenario con condiciones mayoritariamente adversas resulta no sólo “interesante” en términos académicos, sino preocupante en términos más éticos y sociales, por ende, apremiante para ser abordado con un carácter científico.

Por tal motivo, el problema social, el interés por la búsqueda de esa acción, de esa obra de la Iglesia en el campo colombiano delimitan la problemática investigativa que intenta reconocer las acciones desarrolladas por la Iglesia Católica, la relación con el mensaje de su máximo jerarca y la manifestación de desafíos concretos para el desarrollo de ese quehacer comunitario.

iv. Incompatibilidad del globalismo y la cultura rural colombiana

El fenómeno consumista es un rasgo característico de la sociedad contemporánea, eso conlleva a suponer que la pobreza extrema no es funcional al modelo productivo contemporáneo, y que tal vez a éste le sirva más una pobreza estable, una capa gruesa empobrecida pero que pueda comprar pequeños artículos, sobras o miniaturas simbólicas de lo que otros tienen y pueden adquirir sin problema. “En este tipo de sociedad no hay lugar para el disenso y la protesta puesto que el recurso para desarticular cualquier resistencia o rebelión es el de presentar, lo que en realidad es una nueva obligación: el consumo” (Lara y Colin, 2007, p.214).

En ese orden, si la sociedad contemporánea presenta tensiones, problemas específicos como lo puede ser el deterioro del medio ambiente o una crisis política que requiere una atención con sentido de lo común, éstos finalmente pueden diluirse bien sea en la dinámica consumista narrada por Lara y Colín (2007), o también a partir del mensaje que viaje en los medios de comunicación, específicamente desde un binomio (información + entretenimiento) que en términos de Lipovestky (2007) atraparía a un hiperconsumidor quien no sólo desea bienestar material, sino que además aparece como demandante exponencial de confort psíquico, de armonía interior de plenitud subjetiva, de placer que en la sociedad contemporánea se halla diversificado en la amplia categoría del entretenimiento y la información que conlleva implícita la invitación a ese confort del que habla el autor. Por tanto, impulsado por una gran fuerza financiera que resulta pertinente incluir en el contexto contemporáneo, dicho binomio, en suma, tiene una fuerza paradigmática presente en la sociedad contemporánea en apariencia incontenible ya que participan en la anulación de las premisas, bien sea bajo la tergiversación o trivialización de la realidad así como de la presentación de soluciones efímeras a la crisis y el impulso del placer radicado en el consumo con exactamente el mismo fin, disminuir las tensiones o premisas, e impulsar lo que Lara y Colín (2007) llaman evocando a Bauman: “fetichismo de la subjetividad”.

En consecuencia, es factible emplear el concepto “necesidades innecesarias” expuesto por Francisco (2015) en Laudato si’, como otra característica de la sociedad contemporánea. Asimismo, desde un aspecto sociológico se podría profundizar en lo referente a que

Estas necesidades tienen un contenido y una función sociales, determinadas por poderes externos sobre los que el individuo no tiene ningún control; el desarrollo y la satisfacción de estas necesidades es heterónomo. No importa hasta qué punto se hayan convertido en algo propio del individuo, reproducidas y fortificadas por las condiciones de su existencia; no importa que se identifique con ellas y se encuentre a sí mismo en su satisfacción. Siguen siendo lo que fueron desde el principio; productos de una sociedad cuyos intereses dominantes requieren la represión (Marcuse, 1993, p.35).

La crítica que Francisco (2015) desarrolla en Laudato si’, no se halla desconectada lógicamente de la observación que desde la teoría crítica se hace sobre los controles sociales que exigen la abrumadora necesidad de producir y consumir el despilfarro. Según Marcuse (1993) ese despilfarro manifestado como necesidad, es decir una falsa necesidad, impulsa a la vez la necesidad de un trabajo embrutecedor para dar cumplimiento a esa falsa necesidad, entonces ¿acaso también no sería ese trabajo embrutecedor otra falsa necesidad? En la sociedad contemporánea (en el caso de Colombia), según un informe del Banco Mundial (2016), el 76,7% de la población se encuentra en zonas urbanas. Las personas en las ciudades, según lo declarado por Marcuse (1993), son reconocidas por sus bienes, y están vinculadas a la sociedad mediante la producción de nuevas necesidades y exacerbando el consumo.

Cuando se habla, por ejemplo, que la globalización de los perjuicios repercute en la globalización del resentimiento y de la venganza, se corrobora el acierto en la inclusión del concepto de globalismo, y que se refuerza también desde la siguiente perspectiva o definición:

La «globalización negativa» se entiende como la globalización altamente selectiva del comercio y el capital, la vigilancia y la información, la coacción y el armamento, la delincuencia y el terrorismo..., elementos todos ellos que desdeñan actualmente la soberanía territorial y no respetan ninguna frontera estatal (Bauman, 2006, p.126).

Bajo la anterior conceptualización que indica Bauman (2006), emerge el aspecto esperado de lo que se denomina “negativo”, no obstante, cabe aclarar que el fundamento teórico por el cual avanza esa Globalización Negativa que señala el autor, es el de un globalismo en términos de Baeza (2006) que se instaura no negativamente, sino positivamente en la vida cultural de la sociedad contemporánea, siendo la tecnología y la interacción con estereotipos exógenos y hegemónicos (elementos en apariencia dóciles o positivos) los que se constituyen en factores condicionantes del globalismo.

En resumen, la lógica rural empobrecida del contexto colombiano constituye a los escenarios campesinos en zonas aparentemente impermeables contra una cultura neoliberal esencialmente porque las zonas rurales aún no se configuran como auténticas sociedades de mercado. No obstante, el latifundio, el impulso agroindustrial por volver a los campesinos empresarios, o por volverlos asalariados de una multinacional, son fenómenos que están en las puertas de la cultura rural queriendo, como es consecuente en un ambiente de globalismo, hegemonizar la cultura. En definitiva, la sociedad contemporánea colombiana es casi en su totalidad urbana. Lo urbano es la forma hegemónica de ser de la sociedad contemporánea, por tanto, lo no urbano, en este caso lo rural es externo, “el “no-ser” es lo extraño, la exterioridad, el Otro. El no-ser es el bárbaro, el esclavo, el Otro/a. Pero esa alteridad más allá del ser es real, existe y vive en la oscuridad del olvido de la alteridad” (Dussel, 2014, p. 100). Es un no-ser, que debe ser urbanizado, o por lo menos se ejerce presión para que guarde las mismas proporciones culturales del sistema productivo y hegemónico.

v. Reflexión sobre la práctica pastoral

Bien podría decirse que en el estado en el que se encuentra la sociedad contemporánea y teniendo en cuenta la caracterización narrada anteriormente, el trabajo pastoral se enfrenta a un gran desafío en los centros urbanos de manera más compleja que en las zonas rurales: “la Iglesia se pone en movimiento en su pastoral agraria con gusto, pero tiene serias dificultades para evangelizar la ciudad y queda aturdida delante de la Metrópoli” (Vélez, Sierra, Rozo, Rodríguez, Camargo y Becerra, 2014, p. 229). Ese aturdimiento vendría siendo un daño colateral de la expansión, sin comprensión de la cultura propia, de una sociedad de mercado. Por ahora,

Hacer una lectura hermenéutica-pastoral de la realidad, implica ver sus ambigüedades y contradicciones. Vivimos, como dice Aparecida, en un cambio de época impactado por la globalización. Esto plantea enormes desafíos en todos los ámbitos: social, económico, cultural, político y religioso” (CELAM, 2015, p. 19).

Ahora bien, para lograr encontrar un punto de partida analítico sobre el cual se puedan abordar los desafíos de la Iglesia, de la pastoral en la contemporaneidad, es oportuno indicar que la revisión del contexto surge como un elemento fundamental para dar lugar al problema y sus posibles salidas. Al respecto, Torres (2011) sostiene que “en el contexto de la teología en el siglo XX se percibe un doble interés: uno por salvaguardar el primado del dato revelado, y el otro por no olvidar la historia, la experiencia y la existencia humana” (Torres, 2011, p. 243). Quizá ese doble interés permite a Torres asegurar que no se pierda la esencia cristiana ante acciones desconectadas de su propósito, y que permita reconocer que las situaciones, la experiencia y la existencia humana, constituyen verdades que convocan la manifestación de una cultura cristiana. Vélez en este sentido señala:

En situaciones de violencia y conflicto armado como se viven en la realidad colombiana, el compromiso pastoral de las iglesias ha de dar una respuesta eficaz. Por eso la pastoral suburbana (de las periferias) que opta por el principio compasión-misericordia como horizonte de su acción, puede responder de manera más integral a esta realidad (Vélez et al, 2014, p. 221).

El escenario complejo de la realidad colombiana permite por ejemplo hacer la reflexión entre la esencia cristiana, el mensaje y la práctica de dicha fe, que es a su vez una convicción. La manifestación de esa cultura cristiana que la constituyen la fe, así como también la pastoral guarda muchos ejemplos, como el siguiente:

La Iglesia como institución se convierte, en Ciudad Bolívar4, en un punto de referencia de las personas y familias que llegan diariamente a esta localidad. Según datos aportados por el programa «Vidas Móviles», el 70% de las familias desplazadas, al momento de llegar a la ciudad, tienen a la Iglesia católica como el referente más importante y a donde acuden, en primer lugar, para buscar orientación y ayuda (Vélez et al, 2014, p. 227).

La cultura cristiana que pervive en una localidad como Ciudad Bolívar, si bien es una hipótesis, constituye el resultado de la acción pastoral, ya que

este ejercicio del pensamiento y del quehacer teológico, nos ofrece herramientas para abordar el fenómeno urbano como un hecho cultural, como la «cultura adveniente», de la que ya Puebla hablaba como un claro desafío para la Iglesia (Vélez et al, 2014, p.235).

Siguiendo esta línea del ejemplo, el problema de la pastoral desarrollada en las zonas urbanas consiste en iluminar las tareas que se imponen los creyentes en la ciudad y sobre todo en estudiar las consecuencias de una vida metropolitana moderna, que finalmente suscitan una nueva modalidad de vida cristiana. Teniendo presente que esa “nueva modalidad” no implica el rechazo a la esencia cristiana, sino que implica el reconocimiento de la característica histórica del contexto: su dinámica.

4. Una de las localidades con mayores índices de pobreza y marginalidad de Bogotá y Colombia.

vi. Resultados

Resultados fase 1: posterior a la investigación documental, y al desarrollo de la sistematización de los datos obtenidos del texto Laudato si’, se procedió a la construcción de las herramientas que serían empleadas en campo, no sin antes codificar de manera más sintética los resultados expuestos en la Matriz de Análisis de Texto -MAT-. El proceso para lograr exponer los resultados de la primera fase metodológica comenzó con la elección de algunos de los puntos de la encíclica para su análisis interpretativo.

Tabla 1. Muestra de encabezados de Matriz de análisis de texto (MAT).

Matriz de análisis de texto (MAT) Texto consultado:

Francisco. Carta encíclica. Laudato si’. 24 de Mayo. 2015.

Consecutivo

Ubicación en la encíclica (punto)

Cita textual

Interpretación

Fuente: elaboración propia

Se presenta entonces la sistematización del proceso hermenéutico desarrollado al texto encíclico Laudato si’, un proceso que comienza desde la lectura detallada de la encíclica que pasa por la clasificación de sus partes, y el ajuste con base en objetivos investigativos, y termina con los resultados más importantes: la emergencia de las siguientes categorías de análisis que permiten dar una lectura global del texto:

Entonces, con las anteriores categorías mencionadas, se posibilitó un análisis codificado de la encíclica Laudato Si’. A continuación, se expondrá la Matriz de codificación de categorías que componen la muestra (n) consignada.

Tabla 2. Matriz de codificación de categorías analíticas que componen n.

Categoría analítica

Números que representan la categoría

Total de referencias pertenecientes a la categoría

CA

1, 20, 47, 48, 49

5

IT

2, 3, 4, 8, 18, 55

6

NP

9, 10, 12, 13, 14, 16, 19, 25, 35, 36, 40, 41, 43, 51, 53, 56, 57, 69, 70

19

A

11, 15, 17, 26, 39, 50, 52, 62, 72

9

PE

21, 22, 33, 37, 38, 42

6

PI

5, 24, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 44, 58, 68

11

AP

6, 7, 23, 34, 45, 46, 54, 59, 60, 61, 63, 64, 65, 66, 67, 71, 73, 74

18

Fuente: elaboración propia

Los resultados obtenidos en la tabla 2 permitieron (considerando N=74 como el 100%) exponer de manera porcentual los componentes analíticos del texto, lo que orienta la configuración del mensaje inscrito en Laudato si’ a partir de una interpretación con base en las categorías emergentes. La función de observar resultados bajo unidades porcentuales distribuidas según la categoría analítica es determinar cuál es el discurso predominante en la composición del texto. Lo anterior sin duda aporta a las interpretaciones que se deduzcan del trabajo de campo. A continuación, se puede observar la distribución porcentual de componentes analíticos presentes en el texto Laudato si’.

Figura 2. Distribución porcentual de componentes analíticos presentes en el texto Laudato si’.

Resultados fase 2: se ofrece como producto final una codificación de la entrevista exploratoria que se realizó al Padre Andrés Bustacara. La codificación no solo permitió simplificar la información recolectada sino ajustar también la codificación de las preguntas, cuyas letras, además de una función nominal, también permitieron direccionar el trabajo de campo y por supuesto los resultados de la Fase 3. Este ejercicio permitió también puntualizar las ideas fundamentales y más concretas correspondientes al análisis de la entrevista, para de esta manera dejar sintetizada una visión genérica de la práctica pastoral, a partir del punto de vista de un actor relevante en la jerarquía funcional de Pastoral Social Colombia.

Tabla 2. Matriz de codificación de categorías analíticas que componen n.

Codificación de la entrevista aplicada al subdirector de la Pastoral Social Colombia

No. pregunta

Codificación de la pregunta

Respuesta sintética

1

Propósito de Pastoral Social: PPS

Acompañamiento, (diferenciado de asistencia) y evangelización

2

Metodología de Acción: MA

Proceso: acompaña, vive, siente, interpreta y da respuesta

3

Georreferencia: G

Bolívar, Guajira, Atlántico, Santander, Norte de Santander, Huila, Tolima, Arauca, Popayán, Pasto, Mocoa.

4

Opción preferencial por los Pobres: OP

Acompañamiento a los más pobres (Opción preferencial).

Pastoral Social suple actividades del Estado (Confrontación funcional).

Contexto histórico del comunismo antes de 1991, determinante para la estigmatización del sacerdote rural en Latinoamérica.

5

Influencia de Pastoral social: IP

Indicador: confianza en la mediación de la Iglesia a todo nivel social y político con el conflicto armado. La Iglesia es fuente de confianza para la inversión extranjera e inversión gubernamental. Las comunidades confían en la Iglesia porque es la que nunca se va de los territorios.

5. Iglesia en salida, según el padre Bustacara, es aquella que está más cercana a la gente, a sus problemas reales inmediatos y profundos, una Iglesia que no esté de espaldas a la realidad que viven las comunidades. 

6

Percepción sobre Laudato si’: PL

Promoción de una Iglesia en salida.5

Promoción del planeta y sus creaturas y formas, como una creación total de Dios (equilibrio entre medio ambiente y seres humanos).

Promoción de la acción ahora. En el presente.

7

Percepción sobre Laudato si’: PL

Responder a las necesidades que tiene el mundo de hoy.

Trabajar con un compromiso, el de acompañar a los pobres.

Mantener el mensaje del evangelio a pesar de las dificultades que viven los territorios.

Fuente: elaboración propia

Resultados fase 3: esta fase correspondió a la consolidación, sistematización y codificación del trabajo de campo. La experiencia del trabajo de campo en esta investigación estuvo compuesta de una serie de particularidades configuradas por el contexto descrito no solo en los apartes de los diarios de campo, sino también en la descripción técnica del mismo. En cuanto a la caracterización de la actividad social y pastoral llevada a cabo por la Iglesia: el 83% de su actividad se centra en ayudar a los más necesitados (los ancianos, y los habitantes con una mayor necesidad), la compra de medicamentos, la celebración de rifas para recaudar dinero para dar ayuda financiera, y hacer visitas al hospital y a los hogares de las personas con discapacidad. El 17% restante de su actividad tiene como objetivo el desarrollo de las fiestas religiosas y los arreglos locales para la infraestructura de la comunidad. No se hicieron evidentes proyectos comunitarios centrados en el cuidado del medio ambiente. En todas las comunidades visitadas, el enfoque antropocéntrico se manifiesta en un 100% y aunque se mencionan preocupaciones por el tema ambiental, no se evidencian actividades específicas en torno a esta temática, que aparece como fundamental en el pensamiento social de la Iglesia, concretamente en la encíclica de Francisco, Laudato si’. Otro resultado notable fue que el 83% de los que dan asistencia social y pastoral reconocen que el individualismo o una cultura individualista había dado lugar a un deterioro de las relaciones con la comunidad y coincidió con que el fenómeno coincide precisamente con la llegada de la Internet en las zonas rurales.

El 66% de los padres entrevistados en las parroquias afirmaron conocer el texto Laudato si’ y su mensaje general, mientras que el 34% dijo que no sabían del texto. Frente al 66% que manifestaron conocer la encíclica coinciden en que el tema central es el cuidado del medio ambiente. También se encontró que en el 83% de las parroquias que hicieron parte de esta investigación había una percepción de participación masiva en actividades para el beneficio individual y espiritual y no en actividades que beneficiaran a toda la comunidad. Adicional a ello se encontró que en el 68% de las parroquias, las personas percibieron que el sistema electoral colombiano afecta a los proyectos de la comunidad, ya que los proyectos dependen del apoyo del gobierno de turno.

A continuación, se analiza parte de las entrevistas realizadas, cuando se les pregunta a los representantes de la Iglesia en los diferentes municipios.

Fragmento de entrevista en zona rural del Tolima:

Johan Mendoza: ¿Qué apreciación tiene sobre la sociedad actual, moderna, tecnológica y cómo cree que esto ha afectado a la comunidad?

Sí, mirá que las tic han hecho que el mundo sea uno solo, se ha globalizado, no se han globalizado los valores sino que se le ha quitado el sentido al valor, a lo absoluto, a lo que cuenta, a lo que vale, a lo que tiene sentido, ya quedó muy relegado, ya quedó muy por si quiero, por si puedo, ya no hay ese sentido del valor, de lo que es importante, y Alpujarra ha entrado en ese pensamiento porque pues se le puso internet a todas las casas, todos los niños cargan su celular, investigan y pues cada quien busca lo que le parece (Padre Orlando Capera; Alpujarra, Tolima; Parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá de Alpujarra).

Fragmento de entrevista en zona rural de Caldas:

El individualismo marca a todas las personas, el individualismo ha hecho su leña, una sociedad individualista es una sociedad que se divide, que se destruye, que vive para sí mismo, hemos predicado mucho en ese campo de salir de un individualismo a la construcción de una verdadera comunidad en la solidaridad, en la fraternidad y en el amor (Padre Jaime Serna Serna; Neira, Caldas; Parroquia San Juan Bautista).

Ese es el fenómeno que estamos viviendo precisamente, aquí se penetró, aquí ya tenemos el internet, ya encontramos por ahí a los muchachos con sus cositas y todo eso, en la calle, usted sabe todas las consecuencias que eso trae, la pobre juventud cómo se mercantiliza con la pobre niñez, como se corrompe a la gente. Estamos ante un fenómeno muy duro, muy doloroso, para desbancarlo es muy difícil porque eso tiene, está empapado de dinero. El dinero llama dinero. Entonces, el interés de las comunidades que está manejando este desarrollo técnico es por dinero, usted encuentra un celular de alta gama y ya a los tres días no vale nada, entonces tienen muy bien estudiado nuestros gustos, nuestras pasiones y eso lo están mercantilizando muy bien (Padre Saul Jimenez Patiño; Marulanda, Caldas; Parroquia Las Mercedes).

En las anteriores apreciaciones, se puede interpretar que uno de los mayores desafíos para la práctica pastoral en la ruralidad colombiana tiene que ver con la lectura adecuada sobre la interacción que tienen o podrían tener las comunidades con los factores hegemónicos, tales como el individualismo o el consumismo que viajan de la mano de una tecnología como la internet. Los intereses se están aislando de los valores comunitarios según las apreciaciones de los sacerdotes en la medida que todos hacen mención del porte de los celulares, el interés exclusivo por el dinero y formas de individualismo que no eran parte de la cultura rural.

vii. Conclusiones

El Internet como fenómeno tecnológico que ha llegado de manera reciente a las zonas rurales colombianas, si bien puede difundir contextos en los que se proteja una cultura campesina, de acuerdo con lo hallado, funciona como medio de comunicación que difunde las características de una sociedad de mercado, urbana, que contiene elementos hegemónicos tales como el individualismo y el consumismo, que logran permear las dinámicas en los territorios. En un entorno de pobreza y desigualdad, resulta contradictorio el desarrollo de una sociedad de consumo. Si bien, la internet se presta para la comunicación de proyectos culturales contra hegemónicos en los territorios visitados, se constituye en una ventana de intercambio cultural, así como de comunicación e introyección de aspectos hegemónicos en la ruralidad, afectando directamente las perspectivas tanto de los actores sociales como de las prácticas pastorales.

Según Castells (1996) la sociedad contemporánea, se estructura cada vez más en torno a una oposición bipolar entre la red y el yo. Son tan amplios los escenarios virtuales en los que hoy se comparte y en donde se manifiestan múltiples relaciones sociales, que, si bien no se atenta contra el principio mismo de la realidad, por lo menos constituye una alteración distintiva en términos de lo que Goffman (2001) llamaría la presentación social de la persona en la vida cotidiana, pues el sujeto postula una imagen y un discurso en el escenario de las redes sociales sin la preocupación de la corroboración empírica de lo manifestado, no hay necesidad.

Estos intercambios culturales están profundizando el problema del individualismo. Los testimonios expuestos en este artículo evidencian que la naturaleza comunitaria de la sociedad rural ha sido golpeada de manera exógena, por aquellos elementos que son parte del nuevo paradigma descrito por Francisco (2015), cuyos productos culturales, económicos y políticos, están presentes en el modelo neoliberal y más precisamente en el modelo tecnocrático dominante. Por supuesto, sería fácil hablar de intercambio cultural en el marco de una globalización positiva; pero, en términos de lo que Baeza (2006) denomina como globalismo, orienta una homogeneización de la cultura en el ámbito rural colombiano, proveniente de la cultura hegemónica urbana.

El primer desafío implica desarrollar una conciencia ambiental en la comunidad, que pueda derivarse de los argumentos expuestos anteriormente en el pensamiento social y contemporáneo de la Iglesia, definiendo al entorno común (casa común), el planeta y el medio ambiente como temas sobre los que todos los seres humanos tienen una responsabilidad.

El segundo desafío invita a definir mecanismos de medición del impacto de una tecnología como la internet en espacios que habían estado libres de globalismo y que hoy se hallan interactuando en medio de dinámicas propuestas desde la sociedad de mercado.

La cultura rural, que se halla ligada a formas de acción comunitaria y las características de la práctica pastoral que se basan en una práctica del cristianismo cuya esencia es lo colectivo como también lo comunitario, claramente no favorecen el pleno desarrollo de las características por antonomasia del nuevo paradigma tales como el consumismo y el fetichismo de la subjetividad.

En conclusión, la identidad rural y la práctica pastoral pueden ser comprendidas en el sentido y significado mismo de sus acciones como nichos antagónicos a la sociedad de mercado. De la misma manera que la identidad rural y la práctica pastoral se encuentran insertas dentro del fenómeno de la globalización, ellas son, a la vez, antagónicas al fenómeno homogeneizante descrito anteriormente como globalismo. Asimismo, se puede concluir, que la esencia cristiana de la práctica pastoral contribuye en gran parte a la conservación de una cultura rural y viceversa. Esta práctica puede alentar la creación de mecanismos integrales con los cuales afrontar los retos planteados aquí. A pesar de que no existe aparentemente un núcleo común que define la práctica pastoral y la práctica cultural campesina, se podría sugerir que contienen en el sentido y en la axiología de su ontología social una unidad de propósito; no obstante, esto es sólo una coincidencia que se halló en el contexto de esta investigación.

VIII. BIBLIOGRAFÍA

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