medio éstos son blandos y llenos de una sustancia espon-

conseguir el papel seco, y es una suerte que aquí no haya

josa. Una vez que el cuchillo penetra en la parte interna

“thalerscheine”, pues se pudrirían en los bolsillos.20

suave del tronco, éste se debilita mucho, y el peso de la

Por la tarde también tuve una confrontación con unas cu-

corona hace que la palma se desplome con facilidad.

carachas grandes, muy abundantes en el rancho. Habían

Me sorprendió mucho el tamaño de las hojas, lo cual no

encontrado un acogedor y cálido refugio entre las gran-

había percibido así al inicio; solo la vaina de la hoja me-

des inflorescencias de las palmas que habíamos cortado

día más de seis pies de longitud. Don Manuel, que había

en los últimos días; todo estaba cundido de estos insec-

ido conmigo a cortar la palma, despegó la parte inferior

tos, que además de estropear muchas cosas con su gran

de la vaina, y casi lo rodeaba por completo. Asimismo,

voracidad, dejan una estela de un terrible olor. Aunque

me dijo que, cuando ha tenido que pernoctar en el bos-

no muerdan a la gente, no es nada agradable sentir sus

que, se ha protegido así. La inflorescencia, que todavía

largas patas correr sobre la cara cuando uno duerme; y si

se mantiene compacta y permanece envuelta por las

eres capaz de aplastar alguna de las más grandes, cuyo

brácteas hasta completar su desarrollo, está arqueada y

cuerpo no es más que una masa grasienta unida por un

doblada hacia atrás, de modo que su punta toca el tronco.

poquito de pegamento —lo que rara vez sucede, porque

Puesto que es bulbosa en medio, adquiere la apariencia

son muy escurridizas—, el resultado es aún peor, ya que

de un enorme cuerno, lo cual permite identificar de in-

el olor del insecto aplastado es casi insoportable.

mediato a tan ya de por sí peculiar palma, sobre todo si

20 Se refiere a un endeble billete alemán.

91

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) Por la redacción, pareciera que fueran cucarachones,

un sonido parecido al de un mazo sobre un yunque de

de los cuales en el país hay dos especies inmensas,

hierro. Imagínese que es como estar viviendo cerca de

Blaberus giganteus y Archimandrita marmorata. Sin una estación ferroviaria o de una gran fábrica de máqui-embargo, para alguien que, como Wendland, quizás

nas.

estaba familiarizado nada más con la muy pequeña

cucaracha alemana (Blatella germanica), una especie

Así como la naturaleza ha creado aquí todo a mayor es-

como la cucaracha común (Periplaneta australasiae) se

cala y con el más grande esplendor, en su obra no ha ig-

percibía como grande.

norado a las ranas, y en ellas con frecuencia ha realizado

combinaciones de colores y formas para dar origen a un

Por fortuna, todo el rancho es muy ventilado, pero aún

lujo insólito, que bien podría servir como modelo para

así está cundido de estos animales, sobre todo la cocina

los diseñadores de patrones estampados en las fábricas

o donde se guarde comida. No hay maleta o caja que sea

de calicó. Estos batracios, algunos de los cuales son tan

suficientemente hermética para evitarlos. Husmean por

grandes como una jarra de cerveza, pueden saltar varias

todas partes, es decir, les encanta el azúcar —de hecho,

yardas.

todo lo dulce—, por lo que tales cosas deben mantener-

se en frascos de vidrio bien tapados. Su penetrante olor

En relación con la rana de vocalización tan aguda,

impregna los platos, las ollas y las teteras cuando no se

según el experto Gerardo Chaves, es casi seguro que

utilizan por mucho tiempo, lo que a menudo hace perder

se trataba de Smilisca manisorum. De las otras, a

el apetito.

imprimir como diseños sobre telas a las que alude

Wendland, hay varias especies con patrones de colores

También, reconozco abiertamente que aquí como solo

realmente espectaculares en las familias Dendrobatidae

para vivir, y no vivo para comer, algo a lo que no invitan

e Hylidae. Finalmente, en cuanto a especies muy

los productos alimenticios locales, como las verduras y

grandes, posiblemente se refiera a miembros de las

la carne; me sucede con el repollo o el suero de la leche,

familias Leptodactylidae y Ranidae, una de las cuales

que realmente desprecio. Ni se diga de la carne cortada

es la rana ternero o comepollos (Leptodactylus

en tiras finas y secada al sol, que casi ninguna dentadura

savagei), que puede medir unos 15 cm; asimismo, los

firme logra masticar aunque esté cocida, las tortillas de

viajeros por Sarapiquí solían asustarse por sus graves

maíz, los frijoles negros, y todo eso día tras día. Pero…

vocalizaciones, algo tétricas.

¡tres hurras por los plátanos agridulces, o dulces agrios,

como dice mi compañero!

Pero si las ranas son tan grandes, los grandes hongos o

setas no se quedan atrás, al igual que todo tipo de hongos,

A la noche siguiente pensé que tenía hormigas en mi

ya sea que crezcan sobre el suelo o en los árboles, los

cama. No obstante, al verlas de cerca, resultó que los tor-

cuales se pueden encontrar aquí en abundancia asombro-

turadores no eran hormigas, sino pulgas [ Pulex irritans].

sa y de tamaño maravilloso. Me hubiera gustado haber

recogido algunos de estos hermosos organismos para las

El 20 de mayo el tiempo no fue mejor que el día ante-

colecciones preservadas en alcohol en nuestro museo,

rior. Comenzó a llover temprano, por lo que apenas me

pero como no tenía conmigo suficientes frascos de vi-

dio tiempo, muy temprano por la mañana, de talar otra

drio grandes, tuve que abstenerme de hacerlo y recolec-

gran palma, la amarga Iriartea mencionada previamen-

tar tan solo algunos más pequeños.

te. Aunque la temperatura durante el día no superó los

20-22°C ni bajó de 17°C por la noche, todo empezó a

En general, ahora me he percatado por cuenta propia de

ponerse mohoso debido a la humedad persistente, y hoy

la gran dificultad que representa la recolección simultá-

más que ayer.

nea de varios objetos del mundo natural; dejé a un lado

la fauna casi por completo, pues la botánica por sí sola es

No es de extrañar, por tanto, que este clima cálido ejerza

más que suficiente para mantenerse ocupado.21

tanta influencia en el mundo animal. Todo lo que se lla-

ma rana croa, grita y gime incesantemente y, al hacerlo,

Aunque partí con la intención de recolectar todo cuanto

revela su presencia de manera inapelable. Una bestia,

pudiera para nuestro museo, fue aquí donde por prime-

que se refugió bajo un montón de madera cerca del ran-

cho, y que quizás era un sapo, de vez en cuando emitía

21 Más adelante se alude a alguna fauna recolectada por Wend-

land.

92

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) ra vez me enfrenté a las dificultades inherentes a este

La Virgen es un asentamiento de apenas dos chozas,

tipo de actividades. Cualquiera que haya estado en los

pertenecientes a dos propietarios; es decir, ahí hay una

trópicos y, en particular, en regiones como esta, puede

choza menos y un propietario más que en San Miguel.

entender bien las miles de horas de trabajo que implica

Desde el inicio, el camino desde San Miguel siempre

la recolección, no importa cuál sea el grupo a estudiar.

fue cuesta arriba y después cuesta abajo, pero luego el

Yo había oído y leído acerca de todo esto antes, pero es

terreno se tornó plano (Figura 9). Como consecuencia

diferente cuando realmente lo haces.

de las torrenciales lluvias, el camino estaba en muy mal

estado, y las bestias a menudo corrían el riesgo de quedar

El Día de la Ascensión, el 21 de mayo, empezó bella-

atrapadas en el lodo.

mente.22 La mañana estaba despejada, e hice todo cuanto

me fue posible. Sin embargo, inmediatamente después

Poco antes de La Virgen, cuando salí del bosque hacia

del mediodía la lluvia torrencial regresó, y por la noche

un prado, en el costado opuesto al bosque pude observar

hubo una tormenta bastante inesperada. Cada vez que

una de las plantas más bellas que he visto, y en esplén-

había rayería, los habitantes del rancho se congregaban

dida floración. Tan pronto como recolecté suficiente ma-

para orar, y así permanecieron hasta que lo peor de la tor-

terial, caí en cuenta de que se trataba de Warszewiczia

menta había pasado. Tanto se golpearon los hombres el

pulcherrima (Figura 10A), descubierta por el infatigable

pecho, que pude oír los golpes desde mi cuarto contiguo.

recolector von Warszewicz (Figura 10B), pero yo nunca

la había observado en vivo, sino que tan solo había leído

Los varones de la casa habían salido a cazar por la ma-

su descripción. Antes de mi salida de Europa, este hom-

ñana, y regresaron por la tarde con algunas presas, que

bre, cuyo nombre no podía quedar inmortalizado en una

consistían en un mono congo y un ave hokko que, por

planta menos bella, me pidió por carta que buscara esta

desgracia, no había quedado en condiciones de ser relle-

magnífica planta cerca de San Miguel, donde él la ha-

nado, una vez cortados sus pies y cabeza.23

bía encontrado. Sin embargo, pareciera que este dato es

Por la noche, cuando las velas estaban encendidas y yo

erróneo, pues en San Miguel busqué esta planta en vano,

estaba bebiendo una taza de mocha [café], justo delante

después de intentarlo en todas las posibles direcciones.

de mí cayó un escorpión, que apresaba a una cucaracha

Ante tan magnífica planta, uno se detiene involuntaria-

grande. Fue una lucha de vida o muerte, de la que disfru-

mente, admirado. No sabe si atreverse a arrancar una in-

té un rato, fascinado, y sobre todo cautivado por la habi-

florescencia, una hoja o una rama, y así privar a la natu-

lidad de la cucaracha para defenderse. Eso sí, tan pronto

raleza de su más bello adorno. Pero tales pensamientos,

como di por satisfecha mi curiosidad, el escorpión ingre-

que afloran tan de repente, son rápidamente rechazados

só a uno de mis frascos con alcohol.

y pronto usted se ve con un gran paquete de muestras en

A la mañana del día siguiente, el 22 de mayo, después de

sus manos, y se alegra del hurto. Esta planta es un digno

un desayuno con carne de mono congo, que realmente

émulo de la conocida Euphorbia pulcherrima, de cuyo

no me gustó, partí de San Miguel hacia La Virgen, un

esplendor puede dar fe cualquiera que la haya visto en

asentamiento a menor altitud. Mi compañero no podía

los trópicos. Espero poder llevar plantas vivas a Herren-

ir conmigo debido a su pierna inflamada, pues todavía

hausen, lo que sería muy deseable, ya que esta especie

tenía incrustada la espina de palma, por lo que se dedicó

no ha sido introducida en ningún jardín europeo.

a secar las muestras pendientes. Así que a las ocho de la

Warszewiczia pulcherrima es un árbol de hasta 50 pies

mañana partí con Jesús, el hijo de don Manuel. Llega-

de altura, con hojas verde claro, de 1,5 pies de largo,

mos a La Virgen, mi meta para hoy, cuando empezaba

oblongas y opuestas. Al final de cada rama tiene una in-

a llover.

florescencia de 1-3 pies de largo, cuyas flores amarillas

están acompañadas por brácteas rojo brillante y de pe-

cíolo largo. Lo que la hace más atractiva para nuestros

invernaderos, es que florece al alcanzar apenas 8-12 pies

22 Esa fecha varía entre años; corresponde a 40 días después de la Resurrección de Jesucristo.

de altura.

23 Se refiere al mono aullador ( Alouatta palliatta), común en esa Denominada hoy Warszewiczia coccinea, es conocida

zona, así como a una pava o pavón, que podría ser Penelope

purpurascens, Chamaepetes unicolor o Crax rubra.

como pastora de montaña, por su parecido con la pas-

93

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) Figura 9. Vista de una parte del poblado de San Miguel, con las llanuras del noreste al fondo.

El cuerpo de agua en lontananza corresponde al mar Caribe. Fuente: Luko Hilje.

Figura 10. Flores de Warszewiczia pulcherrima (A), así como su descubridor Josef von Warszewicz (B).

Fuentes: Emmanuel Rojas (A) y Luko Hilje (B).

tora navideña (Euphorbia pulcherrima). Cabe acla-

que después se informó que se cultivaban en Herrenhau-

rar que pertenece a la familia Rubiaceae —la misma

sen (Anónimo, 1857), aunque se desconoce lo ocurrido

del café—, y no a Euphorbiaceae, como esta última.

a largo plazo.

Es curioso que no haya especímenes recolectados por

Wendland, a pesar de lo que él anota en su diario. No

En La Virgen nos instalamos para pasar la noche en un

obstante, parece que sí transportó plantas vivas, de las

rancho nuevo y muy limpio, en el cual me hubiera gus-

94

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) tado quedarme varios días, pero si el dueño no hubiera

donde hubo un puesto aduanero. Cuando llegamos, es-

sacrificado un buey unos días antes, cuya carne había

taban ocupados en desempacar sus maletas y cajas, para

cortado en tiras finas y delgadas, que había colgado para

secar y ordenar sus pertenencias, muchas de las cuales se

que se secaran. Por tanto, el olor del ambiente era pesti-

estropearon al caer en un arroyo cercano.

lente. Además, las fuertes lluvias y la humedad dificulta-

ban el rápido secado de la carne.

Del puerto fluvial de Muelle, cuya ubicación exacta se

mencionó en páginas previas, no queda vestigio alguno.

La mañana del 23 de mayo me despertó con lluvia, y

En la parte superior y plana de la ladera donde estuvo

hasta sentí deseos de quedarme en La Virgen para dor-

el atracadero, se localiza hoy la escuela de la localidad.

mir. Sin embargo, puesto que el tiempo mejoró cerca de

las nueve de la mañana, decidí viajar hasta otro asenta-

El 24 de mayo, un domingo, fue espléndido y claro, lo

miento, llamado Pedregal.

que me indujo a penetrar en el bosque, de donde regresé

ricamente cargado. En todas partes hallé la hermosa pal-

El camino era pésimo, el aguacero empezó de nuevo y

ma Trithrinax aculeata, pero carecía de flores y frutos,

las muchas ramas que se entrecruzaban sobre el sendero

lamentablemente.

se confabulaban para mojarnos aún más. Además, para

no lastimarse un pie o una pierna, uno tenía que avanzar

Dicha especie corresponde a Cryosophila warscewiczii

con mucho cuidado y prestar mucha atención a los tron-

(Figura 11), que es la única especie en este género en cos de árboles delgados —casi siempre de pie y medio o

la región de Sarapiquí, por lo que fue la única hallada

dos pies de alto—, entre los cuales el camino zigzaguea

por Wendland. Sin embargo, no se conocen especímenes

de manera constante hacia el bosque virgen más espeso.

sobrevivientes entre los recolectados por él.

No obstante, uno a menudo se olvida de eso, y termina

Al mediodía, el dueño me invitó a dar un paseo con él y

maltratado, por negligente.

su compatriota, a través de la parte despejada de la ha-

Después de cabalgar por cinco horas, llegué a Pedregal,

cienda, lo cual acepté con mucho gusto; llevaba conmi-

que es la hacienda de un estadounidense, quien me reci-

go a mi infaltable compañero, el vasculum. Me atrajo

bió amablemente. Su hermano, que me había dado una

una planta que estaba en el lindero del bosque, y después

carta de recomendación, es un respetable médico resi-

otra más dentro del bosque, hacia donde mis compañe-

dente en San José. El día anterior había arribado desde

ros me siguieron con entusiasmo.

San Juan del Norte, por el río Sarapiquí, pues andaba

Un perro que había sido llevado por ellos detectó la pre-

recogiendo a un compatriota y a su esposa, que también

sencia de una zorra, a la que persiguió, pero se le esca-

pretendían instalarse en su hacienda.

pó.24 Observé que, al perseguirla, el perro efectuó una

Aunque ya no existe como topónimo, este nombre

vuelta en círculo, de la cual mis compañeros no se per-

correspondía al de una hacienda de cacao muy cercana

cataron. A partir de ese momento me di cuenta de que el

a Muelle, frente a la cual había enormes rocas que

dueño de la hacienda estaba dubitativo acerca de cómo

impedían la navegación río arriba por el río Sarapiquí

salir del bosque. Le dije que había que tomar hacia la de-

(Hilje, 2013a). Dicha hacienda pertenecía a William

recha, pero insistió en que no era así. “No señor, conozco

Hogan, cuyo hermano James (Santiago) Hogan en

muy bien mi terreno. Debemos ir hacia la izquierda”, fue

ese momento era el director del Hospital San Juan

su respuesta, y un “Sí, creo lo mismo” de su compatriota,

de Dios, el principal hospital del país. A pesar de

fortaleció su posición. ¡Un alemán no puede discutir con

ser estadounidense, se desempeñó como médico en

dos yanquis! Pero, pensé que también yo podría estar

Puntarenas y Liberia durante la guerra contra Walker.

equivocado, y acepté seguirlos.

En junio de 1857 James se casaría con Catalina Guardia

Seguimos y seguimos, pero no salíamos. Pronto llega-

Bonilla, con quien procreó tres hijas.

mos a un sendero, pero desapareció en el bosque. En vez

Debido a las fuertes lluvias y al consecuente aumento

de regresar donde estábamos, tomamos hacia otra parte.

del caudal de los ríos, habían demorado nueve días para

Conforme el tiempo transcurría, subíamos, bajábamos y

llegar de la costa a Muelle; éste es un asentamiento un

poco más al este, que está a apenas hora y media de aquí,

24 Se trata de la muy bella y veloz zorra gris ( Urocyon

cinereoargenteus).

95

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) Figura 11. Cryosophila warscewiczii. Fuente: John L. Dowe.

cruzábamos arroyos y matorrales, hasta que finalmente

Mientras hubiera espacio en el vasculum, yo podía se-

nadie sabía dónde estábamos. El cielo estaba encapota-

guir recolectando, pero hubo un momento en que debí

do con densas nubes, por lo que era imposible guiarnos

parar. Ya eran las cinco de la tarde cuando llegamos a un

por el sol, y como había dejado la brújula en la casa, no

pequeño arroyo, donde tomamos un descanso de cinco

sabíamos dónde estaban el sur ni el norte. Una vez más,

minutos, pues todos estábamos exhaustos. Fue entonces

el dueño afirmó que conocía el terreno, pero tomó otra

que afloró la interrogante de si pasar la noche en media

dirección. Después de un recorrido de hora y media, ter-

selva, sin comida, sin abrigo y sin fuego, aunque también

minamos en el mismo lugar que antes.

hacia dónde nos enrumbaríamos a la mañana siguiente.

Gritamos tan fuerte como pudimos, pero no hubo res-

El propietario sugirió seguir el curso del arroyo, pues

puesta. Como ya eran las tres de la tarde y empezaba a

posiblemente desaguaba en el río Sarapiquí, y así nos

llover, en silencio nos volvimos a ver, y uno de ellos pre-

sería más sencillo localizar Muelle (Figura 12A-B). Lo

guntó al otro: “¿Adónde vamos ahora?”. Una vez más

hicimos antes de que terminara de sugerirlo.

tomamos una nueva dirección, pero esta vez apresuran-

do el paso, pues la lluvia comenzó a arreciar. Uno trope-

Seguimos el arroyo por todos sus vericuetos, que in-

zó, después lo hizo el otro, luego otro terminó sentado en

cluían ora áreas anegadas, ora el arroyo en sí, ora unas

el fango, y después el otro. En realidad, tan desagradable

macollas de bambú, ora árboles caídos. Uno de nosotros

situación nos sacó más sudor que la de ya de por sí exte-

iba adelante, abriendo camino con el machete. Nadie de-

nuante travesía por la montaña.

cía palabra.

Comenzó a oscurecer, y eso nos hizo apresurarnos aún

más. Pero necesitábamos siquiera breves descansos,

96

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) Figura 12. El sector de Pedregal (A) y el punto exacto donde estuvo Muelle (B).

En B, al fondo se observa la escuela de la localidad. Fuente: Luko Hilje pues estábamos maltrechos por el hambre, el esfuerzo y

ciente a la familia de la cebolla— florecía cerca del ria-

las congojas. Ahora sí que todos tuvimos la oportunidad

chuelo. Tuve que estrujar un poco las plantas en el vas-

de visualizar los horrores y desagradables consecuencias

culum, no sin dificultad. Recogí la última para un amigo

de pernoctar en el bosque. No tendríamos fuego, pues

en Hannover, a quien me hubiera encantado tener como

los fósforos se habían empapado en nuestros bolsillos,

compañero de viaje, pero tuve que desecharla, pues al

además de que ningún tronco encendería, debido a la

vasculum ya no le cabía una planta más.

humedad.

De las plantas recién citadas, Trichomanes elegans

Durante este descanso vi uno de los helechos más bellos

es común en toda la región, mientras que la otra es

con que me he topado: a mis pies yacía un Trichomanes

Crinum erubescens (Figura 13), que es nativa de la

de hojas brillantes y de una tonalidad verde esmeralda.

región de Sarapiquí y con frecuencia crece a lo largo

Además, una hermosa amarilidácea blanca —pertene-

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Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) Figura 13. Crinum erubescens. Fuente: Emmanuel Rojas.

de los arroyos. En ninguno de los dos casos se conocen

siguiente, el 25 de mayo, pero las cabalgaduras se habían

especímenes recolectados por Wendland.

fugado temprano por la mañana y hubo que buscarlas

y capturarlas. Además, me sentí obligado a quedarme.

Una vez que todos nos recuperamos un poco, volvimos

Quería volver, para recoger la hermosa amarilidácea,

a avanzar, y cuando empezaba a oscurecer en serio,

aunque la traumática experiencia de la víspera estaba

tuvimos la fortuna de hallar el camino a Muelle, ante

demasiado fresca en mi mente, como para volver. Por

lo cual hubo fuertes exclamaciones de alegría. Desde

tanto, decidí hacer un recorrido directamente al río Sara-

aquí tendríamos que caminar una media hora hacia la

piquí, donde encontré algunas cosas bonitas.

hacienda, desde donde habían percutido disparos de

advertencia, pues los que permanecieron ahí ignoraban

Durante la tarde no llovió, al igual que ocurrió por la

si nos había sucedido algo.

mañana, lo que me permitió incursionar de nuevo en el

bosque. Al regresar a la hacienda me encontré con restos

A las siete de la noche llegamos a la hacienda, muertos

del poderoso ejército de Walker, que de manera volunta-

del cansancio. Devoramos el almuerzo, que había estado

ria habían empezado a marchar desde San José hasta San

listo desde las tres de la tarde, y pronto nos fuimos a des-

Juan del Norte. Entre ellos había un alemán de Baden,

cansar, pues todos estábamos exhaustos. Sin embargo,

que había abandonado su patria en 1849, pero anhelaba

difícilmente olvidaré esa tarde. Me enseñó que es nece-

regresar, además de que se arrepentía de haberse involu-

sario tener precaución en excursiones similares, y que

crado en los levantamientos de la época.25

incidentes como esos por lo general ocurren cuando uno

está menos preparado para ellos.

Puesto que ya había alcanzado mi objetivo con la excur-

25 Se refiere a la Revolución de 1848 en Alemania, a la que se aludió en el primer artículo de esta serie. En el ejército filibustero sión a Pedregal, deseaba regresar a San Miguel al día

hubo individuos de 34 países, entre ellos 27 alemanes (Jiménez,

2018).

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Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) El 26 de mayo salí de la hacienda a las ocho de la maña-resignarse y esperar a que cesara. A cada momento se

na, y llegué a La Virgen alrededor de la una de la tarde.

escuchaba el estruendo provocado por los árboles que

Hasta entonces el camino, que me había parecido tan

se desplomaban. Les presté más atención a eso que al

horrible tan solo unos días antes, ascendía por unos lo-

propio camino.

meríos bañados por un sol glorioso. Recogí aquí y allá,

ora plantas para el herbario, ora semillas, y estaba feliz

Escuchamos dos disparos de rifle, percutidos desde el

de sumergirme en las maravillas de la naturaleza. Mi in-

rancho del vecino de don Manuel. Las mulas de súbito se

tención era quedarme en La Virgen. Pero como el clima

desviaron hacia el rancho, y como yo no había prestado

era tan espléndido, traté de convencer a Jesús para que

la debida atención a la forma en que pensé que era la co-

regresáramos a San Miguel el mismo día. Al principio

rrecta, pronto me di cuenta de mi error. Sin embargo, me

no tenía ganas de hacerlo, pues decía que hoy todavía

desmonté en el rancho, para refugiarme de la tormenta.

podía llover, de lo cual yo dudaba por completo, pero al

Apenas si había llegado allí, y jalado a la mula debajo del

final aceptó mi propuesta. Comimos algo rápidamente, y

techo, cuando el huracán estalló con toda su fuerza y en

partimos pronto.

un instante destechó la mitad del rancho, que se movía

de un lado a otro. Encontré a los habitantes orando. Pero

En el primer tramo por cabalgar, a menudo aparecían

cuando el techo cimbró, como si hubiera explotado, uno

plantas ásperas, especialmente bambú, por lo que había

de ellos cogió un santo, el otro a otro santo, y el amo de

que cuidarse mucho de no lastimarse al abrir camino. Me

la casa descolgó la cruz de la pared y la sostuvo en la

ocurrió un incidente que pudo haber sido fatal para mí.

dirección de la que venía la tormenta.

Bajé por el costado del camino cercano a la vegetación,

Lo peor parecía haber terminado, y yo estaba totalmente

pues estaba algo más seco allí, y me aproximé a un lugar

empapado. Como parecía más peligroso estar dentro del

algo más despejado, pero pantanoso. Había una rama de

rancho que en el exterior, monté en la mula para diri-

bambú que estorbaba, por lo que la sujeté y la hice a un

girme hacia mi rancho. Con rapidez cabalgué a través

lado. En el momento en que hice el movimiento sentí

de una sección del bosque y atravesé un arroyo ya muy

frío en mi muñeca, y la sospecha de “una serpiente” de

henchido, antes de llegar finalmente al refugio, pero la

inmediato se me cruzó por la mente, sobre todo porque

lluvia continuaba golpeando con tal fuerza, que sospe-

había oído caer algo a mi lado. Y así fue. La serpiente

ché que llovían granizos, lo cual no era cierto. Casi que

debe haber estado enroscada cerca de la punta de la rama

cada medio minuto había rayos a mi derecha, luego a mi

que sobresalía, esperando alguna presa, pero cayó al sue-

izquierda, seguidos por truenos muy fuertes, que real-

lo, aturdida por el fuerte golpe que le propicié, de manera

mente me aturdían.

involuntaria. Jesús la había visto caer, y se acercó para

rematarla, después de lo cual la metimos en un saco, para

Mi mula no quería avanzar y continuamente trataba de

después depositarla en un frasco con alcohol.26

virar y devolverse al rancho del cual recién habíamos

partido. Solo con un inmenso esfuerzo era posible que

Habíamos recorrido la mitad del camino hacia San Mi-

avanzara, hasta que de repente vio nuestro rancho y se

guel, cuando el cielo empezó a cubrirse de nubes y se

apresuró. Puesto que Jesús había llegado con la bestia de

escucharon truenos, lo cual nos apresuró.

carga poco antes, ya que él se me adelantó mientras yo

me dirigí a la choza donde encontré refugio, estaba muy

La tormenta se acercaba, los truenos resonaban con gran

preocupado por mí, por lo que don Manuel y su esposa

potencia, y el cielo se tornaba cada vez más amenazante.

me recibieron con gran amabilidad. Estaba mojado, em-

Cuando estábamos a media hora de San Miguel, vi que

papado, al punto de que, si acaso, unas pocas hebras de

la lluvia estaba a punto de comenzar, espoleé mi mula

mi ropa interior se libraron del agua. Nunca me he mo-

para alcanzar mi meta lo más rápido posible, a pesar

jado tanto, pero es que nunca me había enfrentado a algo

del mal camino. Empezó a llover un poquito, pero muy

así. Una frotada completa de todo el cuerpo con alcohol,

pronto se desató un gran chaparrón, junto con una terri-

complementada con una buena taza de café con coñac,

ble tormenta. No había cómo protegerse, sino tan solo

posiblemente evitaron que me resfriara.

26 Aunque se podría pensar en una serpiente arborícola, como la

Dediqué la mañana del 27 de mayo a lavar y secar mis

bocaracá ( Bothriechis schlegelii), el experto Alejandro Solórzano indica que, con tan poca información, no es posible aseverar eso.

pertenencias, además de que debía prensar las plantas y

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Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) ordenar las semillas recolectadas. En un paquete de plan-

Loxia, Ramphastos, Pteroglossus, etc.” (Anónimo, tas secas que no había manipulado por varios días, pero

1858a). De estas aves, las primeras son los caciques

las cuales había expuesto al sol todos los días para que

( Icterus spp.); los Tanagra pertenecen a la familia se secaran, me sorprendió encontrar una gran colonia de

Thraupidae, uno de cuyos miembros es la muy común

hormigas, que incluía un montículo de tierra y gran can-

viuda (Thraupis episcopus); los Trogon son parientes tidad de huevos.27

del quetzal, llamado Trogon resplendens en aquella

época; al género Turdus pertenece el yigüirro (Turdus

Al mediodía dos señores, una mujer y dos niños llegaron

grayi); y los géneros Ramphastus y Pteroglossus

aquí, con rumbo a San Juan del Norte. Habían venido al

corresponden a tucanes. Finalmente, los géneros

país hace tres años y ahora querían mudarse a los Esta-

Picus (carpinteros), Muscicapa (insectívoros) y Loxia

dos Unidos, para ganarse la vida allí. Manifestaron que

(fringílidos), no están representados en Costa Rica, por

era muy poco lo que se podía ganar en Costa Rica, pues

lo que su identificación fue errónea.

todo era demasiado caro, además de que nunca pudie-

ron acostumbrarse a una dieta basada solo en tortillas y

Además, Wendland llevó otros animales vertebrados

frijoles.

y algunos insectos. Al respecto, se sabe que acarreó

especímenes de la ardilla Sciurus aestuans (hoy Sciurus

Al respecto, Wagner y Scherzer (1974) expresaban que,

granatensis), el cráneo de una nutria (Lutra annectens),

“no hay ningún extranjero que no prefiera el pan de tri-

varios reptiles y un tiburón juvenil (Anónimo, 1858).

go de su patria a las tortillas insustanciales de la Nueva

Al menos una parte de las colecciones zoológicas de

España”. Asimismo, por la fecha consignada, es posible

Wendland, incluidas las aves disecadas y montadas,

que fueran de los alemanes llegados a la fallida colonia

se encuentran actualmente en el Niedersächsisches

en Angostura, Turrialba. Dicho asentamiento era parte

Landesmuseum, Hannover (C. Schilling & K. Schuster,

de un plan entre el gobierno de Juan Rafael Mora Po-

comunicación personal).

rras que, por medio de la Sociedad Itineraria del Norte,

en 1852 suscribió un contrato con la Sociedad Berlinesa

En los dos días siguientes llovió muy fuerte, por lo que

de Colonización para Centro América, cuyos princi-

no pudimos efectuar herborizaciones. Y, como mis per-

pales funcionarios eran los ingenieros Alexander von

tenencias estaban aceptablemente secas, y la pierna de

Bülow y Francisco Kurtze, así como el abogado Fer-

Jäger había mejorado mucho, decidimos partir.

nando Streber (Hilje, 2020).

Avanzada la tarde del segundo día, todo estaba empaca-

Ya avanzada la tarde, le disparé a una gran guacamaya

do para irnos al día siguiente. No debo omitir mencionar

verde que estaba cerca del rancho. Lo había seguido an-

que para de ese día, teníamos la carne de una zarigüeya,

tes, pero sin éxito. Estas aves se ven magníficas a cie-

al igual que una sopa de caldo de la guacamaya cazada

lo abierto, vuelan siempre en parejas, gritan sin cesar y

el día anterior; ambos sabían excelente.

siempre se posan juntas en los árboles más altos. Esta

vez se posaron más bajo, por lo que el tiro resultó fácil,

Aunque mi intención era salir muy temprano el 30 de

a pesar de que la altura desde la que disparé bien podría

mayo, no lo hicimos sino hasta las ocho de la mañana,

ser de más de cien pies. Tengo la intención de llevar su

pues aquí la gente nunca es puntual. Sin embargo, al fin

piel a Hannover.

pudimos completar los preparativos para la salida. La

familia con la que había convivido durante tan prolonga-

En efecto, Wendland llevó la piel de una guacamaya

da estadía se despidió afectuosamente, y partimos hacia

o lapa verde, llamada Psittacus signatus en aquella

San José, un poco sucios pero felices.

época, y hoy Ara ambigua. Además, aunque se

ignora si fueron recolectadas en Sarapiquí, él acarreó

Pronto completamos la travesía hacia la ya mencionada

consigo “60 ejemplares de aves, entre ellos un halcón

Cuesta del Congo, y ahora el principal desafío era hacer

particularmente bello, así como hermosos Cassicus,

el ascenso sin incidentes.

Tanagra, Muscicapa, Trogon, Psittacus, Picus, Turdus, Hicimos una parada breve para permitir a las bestias descansar un poco. Después de revisar que la alforja y los

27 De los animales citados, el primero es la hormiga brava

( Solenopsis geminata), y la zarigüeya es el zorro pelón ( Didelphis marsupialis).

100

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) aperos estuvieran en orden y bien sujetados, decidimos

solo de vez en cuando por el zumbido o los gritos de este

emprender la subida.

o aquel animal a lo lejos! Los poco animados cantantes

se pueden escuchar en los arbustos y el bosque, entre la

Al principio todo parecía bien, conforme avanzábamos

infinita monotonía permanente de la selva y la natura-

hacia la cumbre, pero las bestias tenían que hacer un gran

leza.

esfuerzo, no solo por lo abrupto de la pendiente, sino que

también porque el arcilloso suelo se había ablandado con

Casi nunca, o al menos de manera apenas imperceptible,

las recientes lluvias. Con el fin de aliviar un poco a mi

hay un cambio en la vegetación, a pesar de la inmensa

cabalgadura, me desmonté, y mientras escalaba a su

diversidad existente. Pero siempre el mismo follaje en

lado tuve la fortuna de hallar algunas orquídeas terres-

el bosque, los mismos tonos del paisaje, la misma mo-

tres muy lindas.28 El camino de descenso, al otro lado,

notonía por todas partes, las mismas personas con caras

era un poco mejor.

aburridas, y los mismos burros. ¡Qué diferente es una

mañana de Pentecostés en Alemania! ¡Qué vida y bulli-

Según la gente, un pequeño arroyo que cruzamos aquí,

cio en la ciudad, el bosque y el campo! ¡Cuán felices son

contiene oro, por lo que mis dos muleros recogieron un

las personas, y cuán feliz es la naturaleza!

puñado de arena del fondo, para lavarlo después. Aun-

que encontraron algo que parecía oro, en realidad no lo

¡Qué canción, qué gorjeo, qué solaz, entre los habitan-

era.

tes emplumados del bosque! ¡Qué maravillosamente

verde es el bosque, qué refrescante y vigorizante es el

Disfrutamos de buen tiempo durante la primera mitad

aire! Pero, a pesar de la grandeza y el esplendor del bos-

del camino. No obstante, comenzó a llover de nuevo, de

que tropical, difícilmente lo preferiría a la simplicidad

modo que el camino, que atravesaba un terreno anegado,

y frescura de un bosque de hayas [ Fagus spp.] o robles

ya no era visible, por lo que a veces daba la sensación de

[ Quercus spp.].

que las bestias nadaban en el barro. En tales circunstan-

cias, los muleros dieron un uso práctico a las hojas de un

El alemán puede estar feliz por tener un invierno, un in-

Colocasia, al utilizarlas como capas para cubrir la mayor

vierno muy frío y sombrío, con nieve de hasta un pie de

parte de su cuerpo.

espesor; para la primavera subsiguiente, se topa con una

gloriosa mañana de Pentecostés, una naturaleza recién

Se trata de la pata u hoja de pata (Xanthosoma

nacida, una felicidad divina. Pronto dejé esas evocacio-

robustum o X. undipes), cuyas inmensas hojas son nes, salté de mi hamaca y miré hacia el bosque. Tomé

usadas por los campesinos como paraguas efímeros, así

un café rápidamente, empaqué mi burro y apuré a los

como para techar ranchos improvisados en la montaña.

muleros, pues hoy debemos recorrer un buen trayecto.

Cerca del mediodía llegamos al único rancho que había

A las siete de la mañana todo estaba listo. Partimos, y

en Cariblanco, donde nos pusimos lo más cómodos que

avanzamos bastante rápido. Vimos espléndidas plantas

podíamos. Por la tarde, cuando la lluvia había mermado

y magníficas flores, y de vez en cuando un jilguero —un

un poco, fui a dar un paseo por los alrededores, donde

cantante pequeño pero imperceptible, a quien Wagner

cacé tres de las aves más lindas que he visto en mi vida.

elogia mucho en su diario de viaje por Costa Rica—

El 31 de mayo, correspondiente a la fiesta de Pentecos-

emitió su canto, puro, pero desagradablemente agudo.

tés, tuvo un aspecto muy sombrío, y no había nada, ni

A diferencia de Wendland, varios científicos y viajeros

en la naturaleza ni en los alrededores de la casa, que pu-

aludieron al excelso canto del jilguero (Myadestes

diera imprimir en mi corazón un estado de ánimo propio

melanops), un ave muy difícil de ver en el bosque.

de Pentecostés. Ninguna hermosa música de cornos, ni

Por ejemplo, Hoffmann (2006) acotaba que “puede

el tañido de las campanas me despertarían de mi sueño,

igualar por completo al ruiseñor nuestro [Luscinia

donde el quiquiriquí de los gallos reemplazaría al prime-

megarhynchos] en cuanto a la dulzura y delicadeza en

ro y el rugido de los monos aulladores al segundo. ¡Qué

la modulación de su voz”. Por su parte, von Frantzius

diferencia hay entre una mañana de Pentecostés aquí y

(1882) acotaba que “sus mágicas notas, como de flauta,

en Alemania! ¡Qué silencio casi absoluto, interrumpido

son conocidas de todos los que han penetrado en las

regiones de las altas montañas en la selva primitiva”.

28 Malaxis simillima y M. wercklei fueron recolectadas en esos días.

101

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) Y, en efecto, Moritz Wagner iría más lejos en sus juicios,

las patas, lo que será insuficiente para que un taxónomo

al expresar que “parece haber tomado prestados las pueda identificar.

sus sonidos más dulces a la lira y a la flauta. Ningún

otro pájaro de los que yo he oído tiene un canto tan

Una sensación de comodidad se apodera de uno tan

melódico y puramente musical como el jilguero. ¿Qué

pronto como se alcanzan las mayores alturas de la cor-

son en comparación de estas bellísimas modulaciones,

dillera, y el ojo se solaza al contemplar la acogedora

los trinos de los ruiseñores en los háyales [bosques de

meseta [Valle Central] de Costa Rica, alfombrada con

hayas] de Holstein y Jutlandia? Ni el bulbul árabe, ni

cañaverales y adornada con el verdor de vegetación.

el tordo burlón de la Louisiana, pueden rivalizar con

Al llegar a este punto del Paso de El Desengaño, los via-

las amables y originales melodías de este cantor de los

jeros quedaban extasiados con el paisaje que se abría

Andes” (Wagner y Scherzer, 1974).

ante sus ojos. Por ejemplo, Wagner y Scherzer (1974)

A las diez de la mañana ya habíamos desayunado en el

señalaban que “el aspecto de este inmenso panorama,

río La Paz, y lo que habíamos recolectado hasta entonces

embellecido por una espléndida iluminación del cielo,

estaba debidamente prensado. Poco antes de las once re-

era magnífico, más allá de toda descripción”. Asimis-

anudamos la marcha, pero pronto empezó a llover y no

mo, en 1858 el francés Félix Belly, acotaría que “me

cesó hasta que estuvimos totalmente empapados, cerca

quedé realmente deslumbrado. Un espacio limpio en la

de las tres de la tarde, poco antes de arribar a las alturas

selva me permitía abarcar, de una sola mirada, toda una

de El Desengaño.

región nueva, bañada de luz, rodeada de altas monta-

ñas, con pendientes muy suaves que descendían hacia el

A esa elevación, y puesto que la región más cálida ha-

occidente hasta dejar ver más allá un ancho espacio cu-

bía quedado atrás, la humedad y el frío comenzaron a

bierto de agua. Esta nueva región era toda la parte po-

afectarnos. Aterido, mis dedos estaban rígidos y no po-

blada y activa de Costa Rica” (Belly, 1999). Y, desde las

día moverlos, mientras que ni siquiera sentía mi cuer-

estribaciones del volcán Poás, no muy lejos de ahí, von

po. Tuve que recurrir a mi remedio radical, la botella de

Frantzius (1979) expresaba que “igual que sobre una

coñac, la última que me quedaba. Vertí un poco en cada

alfombra verde, se extienden los poblados de San José,

bota, y humedecí el pañuelo colocado alrededor del cue-

Heredia, Escazú, Alajuela, Santa Ana, Pacaca [Ciudad

llo, para que el líquido goteara por la espalda. Esta es una

Colón] y Atenas a nuestros pies, y se puede ver con toda

manera muy simple y excelente de prevenir un resfrío en

claridad el verde oscuro de las plantaciones de café, los

recorridos como éste, cuando la ropa está tan mojada.

claros potreros con sus cercados y el luminoso verde de

los cañaverales”.

Una miríada de distintas especies de colibríes, que pare-

cían estar jugando entre sí, zumbaban alrededor, buscan-

A las cinco de la tarde llegamos al nuestro destino de

do néctar en las muchas flores de Siphocampylus que las

hoy, un pequeño rancho en el que había tan solo un niño

había por doquier a lo largo del camino. Las pequeñas

de nueve años con dos perros, mientras sus padres visi-

aves se veían preciosas al aire libre, y las observé por un

taban la vecina ciudad de Alajuela. Después de consumir

rato con gran atención, pues pueden ser muy divertidas.

algo de comida y una taza de café caliente, organicé las

Su vuelo es sumamente veloz, se mueven de arbusto en

muestras vegetales que había recolectado, fumé mi últi-

arbusto, de flor en flor, se ciernen sobre éstas para extraer

mo cigarro y me fui a reposar en mi hamaca.

el néctar, y rara vez descansan. Es solo en los momentos

en que están cernidas frente a una flor, que es posible

Partimos hacia San José el 1° de junio. Lo hicimos tem-

acertar al dispararles.

prano, pues deseaba llegar ese mismo día, y ojalá antes

de que lloviera.

Después de entregarle mi cabalgadura al mulero, disparé

a varios de ellos y caminé hasta el borde del bosque. Es-

Durante las primeras horas de cabalgar entre la monta-

taba muy contento de recoger algunos colibríes, ya que

ña, todavía quedaban herborizaciones por hacer, lo que a

todavía se les podía embalsamar. A tan pequeñas aves

veces nos hizo entrar en dudas de si podríamos llegar ese

hay que dispararles desde una gran distancia y con muy

día. Sin embargo, después todo transcurrió con bastante

poco tiro, incluso a riesgo de fallar una y otra vez, pues

celeridad. Pasé con rapidez por Barva, y al mediodía es-

si lo haces desde muy cerca solo encontrarás la cabeza o

102

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) taba en Heredia, pero los truenos ya habían anunciado la

CONSIDERACIONES FINALES

cercanía de la lluvia.

A mediados del siglo XIX, Costa Rica no contaba con un

La inminente tormenta nos hizo acelerar nuestro paso.

puerto en la costa del Caribe. Por tanto, la única manera

Las bestias tuvieron que correr tan rápido como les fuera

de exportar su café e importar mercaderías desde Euro-

posible, y felizmente llegué a San José a la una de la

pa era por Puntarenas, en el litoral Pacífico, pero la ruta

tarde, justo en el momento en que la tormenta se conver-

era sumamente extensa y peligrosa, pues los barcos de-

tía en un tremendo aguacero, que me empapó antes de

bían descender por Suramérica hasta el Cabo de Hornos

poder llegar a mi albergue.

(León, 1997). Por ejemplo, de Alemania a Puntarenas

normalmente se demoraba unos 150 días, mientras que

Mi cuarto, que no había sido limpiado durante casi cua-

—de contarse con un puerto en el Caribe—, la trave-

tro semanas, estaba mohoso, en el estricto sentido de la

sía podría reducirse a unos 40 días (Wagner y Scherzer,

palabra. Todo, incluyendo las paredes y los otros objetos

1974).

que había en la habitación, estaban cubiertos con una

gruesa capa de moho.

Por tanto, fue la necesidad de contar con una carretera

y un puerto en dicho litoral, lo que propició el ya cita-

En medio de un grupo de queridos conocidos y compa-

do proyecto con la Sociedad Berlinesa de Colonización

triotas, disfruté de la comodidad de estar de nuevo entre

para Centro América, para establecer una colonia alema-

personas educadas, conversé con ellos sobre las expe-

na en un punto intermedio, en Turrialba. Para fortuna de

riencias que había vivido, así como de mis hallazgos

Costa Rica, a los colonos reclutados se sumaron otras

científicos, y evoqué con ellos la madre patria alemana.

personas que no tenían relación con esta iniciativa, y que

Que yo estaba de vuelta en el reino de la civilización se

contribuirían de manera sustancial en el desarrollo de las

volvió evidente y molestamente claro cuando, al irme a

ciencias naturales en el país, como los ya citados Karl

descansar en mi lecho, escuché los gritos del vigía noc-

Hoffmann y Alexander von Frantzius, al igual que el

turno, que soltó su “¡Viva Costa Rica!”, etc., con una voz

maestro-jardinero Julián Carmiol (Hilje, 2013b).

terrible. Y así lo hacía cada hora, por todas partes de la

El bergantín que los transportaba, el Antoinette, llegó a

ciudad. Al igual que a mí, creo que al perro de mi vecino

San Juan del Norte, por lo que ellos recorrieron la región

alemán no parecía gustarle ese ruido, pues cada vez que

de Sarapiquí por más de dos semanas. Sin embargo, las

lo oía, soltaba un terrible aullido. Aunque es difícil de-

incontables vicisitudes que debieron enfrentar en esos

cir si eran menos agradables los aullidos del perro o los

agrestes y peligrosos parajes, de lo cual dejaron testimo-

gritos del vigía nocturno, creo que el premio lo gana el

nio otros viajeros que venían con ellos, como Francisco

“¡Viva Costa Rica!” del segundo.

Rohrmoser von Chamier y Carlos Johanning —com-

En efecto, los vigías nocturnos o “serenos” recorrían

pendiados en Hilje (2013b)—, les impidieron hacer ano-

el casco capitalino. Según la vívida descripción del ale-

taciones de carácter biológico. En años subsiguientes,

mán Francisco (Chico) Rohrmoser von Chamier (Hilje,

debido a sus ocupaciones como médicos, así como a

2010), “en larga capa de jerga negra, durmiendo cada

problemas de salud, ni Hoffmann ni von Frantzius em-

uno en algún umbral de puerta”, cada uno portaba una

prendieron exploraciones en esa región (Hilje, 2013b).

carabina corta en sus manos, con fines defensivos. No

Ahora bien, como la ruta de Sarapiquí era la más ex-

obstante, también tenían el deber de dar la hora de ma-

pedita para comunicarse con Europa, por ella transita-

nera periódica. Así, por ejemplo, al atardecer empeza-

ron numerosos viajeros a lo largo del tiempo, algunos

ban gritando con destemplada voz “¡Viva Costa Rica!

de los cuales escribieron valiosos testimonios. En orden

¡Las seis han dado! ¡La noche es clara!”. Y, ya al ama-

cronológico, ellos fueron el médico y químico alemán

necer, culminaban con un “¡Ave María Purísimaaa!

Moritz Wagner, acompañado por el tipógrafo austría-

¡Las cinco han dadooo!”.

co Carl Scherzer, en 1853 (Wagner y Scherzer, 1974);

el empresario alemán Wilhelm Marr, también en 1853

(Marr, 1999); el periodista y diplomático francés Félix

Belly, también en 1858 (Belly, 1999); y el escritor inglés

Anthony Trollope, en 1859 (Trollope, 1999). Sus rela-

103

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) tos han sido compilados por Aguilar (1999). Además, en

Todo esto permite concluir que, a mediados del siglo

1869-1870, cerca de la boca del río Sarapiquí residió por

XIX, la región de Sarapiquí permanecía inexplorada

unos seis meses el aventurero suizo Léonce Pictet, quien

desde el punto de vista biológico en general, y botánico

escribió sus vivencias en dicho sitio (Hilje y Fournier,

en particular. Esto podría explicarse porque los natura-

2017).

listas se sentían disuadidos por su lejanía con respecto

a los centros urbanos del Valle Central, sus constantes

De todos estos viajeros, ninguno era biólogo ni natura-

e implacables aguaceros, sus escarpados, resbaladizos

lista, por lo que en sus relatos no hay descripciones real-

y fangosos terrenos, así como la ausencia de albergues

mente científicas de la flora y la fauna observadas. Qui-

adecuados no solo para pernoctar, sino que también para

zás el que más lo intentó fue Wagner, pues a veces cita

preparar y proteger las muestras recolectadas.

a algunas plantas y animales por su nombre científico,

pero no siempre de manera correcta ni exacta. Sin em-

Por tanto, la presencia de Wendland ahí, durante tres se-

bargo, dotado de una gran capacidad de observación y

manas de trabajo incesante —del 10 al 30 de mayo de

una excepcional agudeza intelectual, años después pro-

1857—, representa la primera exploración intensiva a lo

pondría la idea de que algunas barreras geográficas gran-

largo de la ruta de Sarapiquí. Además, al retornar a Ale-

des (montañas altas, caudalosos ríos, inmensos valles,

mania, en agosto, lo hizo por San Juan del Norte, para lo

etc.) podían favorecer la aparición de nuevas especies

cual debió recorrer de nuevo la vía de Sarapiquí, lo cual

de plantas y animales, por aislamiento geográfico; este

le permitió acrecentar su colección.

mecanismo de “especiación” geográfica, rechazado por

el propio Charles Darwin, hoy es plenamente aceptado.

Al fin de cuentas, como resultado de sus exploraciones

en Sarapiquí, Wendland pudo recolectar especímenes

En cuanto a los primeros tres naturalistas que exploraron

de unas 200 especies vegetales (Cuadro 1), de las cua-

Costa Rica, en 1839 el austríaco Emanuel von

les 90, casi la mitad, resultaron ser especies nuevas para

Friedrichsthal no recolectó en la región de Sarapiquí.

la ciencia. Tan amplias fueron sus herborizaciones, que

Asimismo, aunque no hay registros de que el polaco

incluyeron a representantes de las siguientes 45 familias:

Josef von Warszewicz estuviera ahí en 1848 o 1850,

Acanthaceae (1), Araceae (12), Arecaceae (30), Astera-

en su relato el propio Wendland manifiesta que dicho

ceae (4), Begoniaceae (1), Bromeliaceae (3), Calceola-

recolector por vía epistolar le recomendó buscar la muy

riaceae (1), Campanulaceae (5), Caryophyllaceae (1),

apetecida Warszewiczia pulcherrima en San Miguel,

Commelinaceae (1), Costaceae (1), Cyatheaceae (1),

donde él la había encontrado; este dato, sumado al hecho

Cyclanthaceae (1), Equisetaceae (1), Ericaceae (4), Eu-

de estuvo en El Desengaño (León, 2002), sugiere que

phorbiaceae (1), Gentianaceae (1), Gesneriaceae (28),

hizo recolecciones de manera breve, sin penetrar en el

Gleicheniaceae (1), Gunneraceae (1), Hookeriaceae (1),

bosque más allá de San Miguel.

Lamiaceae (1), Lentibulariaceae (2), Loganiaceae (1),

Lycopodiaceae (2), Lythraceae (1), Malpighiaceae (1),

Por su parte, el caso del danés Anders S. Oersted es muy

Malvaceae (2), Marattiaceae (1), Melastomataceae (7),

interesante. En realidad, no hay evidencias de que es-

Meliaceae (1), Orchidaceae (35), Oxalidaceae (1), Poa-

tuviera ahí, a pesar de que residió año y medio en Cos-

ceae (2), Podostemaceae (1), Polypodiaceae (1), Primu-

ta Rica, entre 1846 y 1848; de ello da fe la ausencia de

laceae (1), Proteaceae (1), Rosaceae (1), Rubiaceae (16),

localidades de Sarapiquí en sus herborizaciones (León,

Selaginellaceae (1), Solanaceae (1), Tectariaceae (1) y

2002). Aunque en su libro sobre Costa Rica (Oersted,

Tropaeolaceae (1).

2011) aporta información sobre algunas plantas de Sa-

rapiquí, es evidente que ésta proviene de Wendland. Al

Ahora bien, para satisfacer su misión de recolector para

respecto, aunque ahí no da el crédito pertinente, sí lo

los Jardines Reales de Herrenhausen, él concentró su

hace en el prólogo, en el cual expresa que Wendland le

interés en seis familias con potencial como plantas or-

facilitó información, e incluso puso a disposición su co-

namentales. Esto explica que en sus recolecciones pre-

lección. Cabe acotar que su libro fue publicado en 1863,

dominaran orquídeas (Orchidaceae), palmeras (Areca-

por lo que tuvo tiempo de revisar e incorporar algunos de

ceae), gesneriáceas (Gesneriaceae), aroideas (Araceae),

los hallazgos de von Warszewicz y Wendland.

melastomáceas (Melastomataceae) y rubiáceas (Rubia-

ceae). Estas familias representaron el 60% de todas sus

104

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) recolecciones y el 82% de todas las especies nuevas para

muy húmedo e inalterado, la presión de la vida parece

la ciencia. En cuanto a estas últimas, se distribuyeron así:

abrumar por su abundancia. El hombre solo en este am-

orquídeas (19), palmeras (19), gesneriáceas (12), aroi-

biente, se siente deprimido e intimidado por la multitud

deas (10), melastomáceas (4) y rubiáceas (1). Cabe aco-

de extrañas formas vivientes” (Holdridge, 1978).

tar que las restantes especies nuevas se distribuyeron en

14 familias, con una o dos especies por familia.

En efecto, “alrededor, los árboles, en su mayoría de cor-

teza gris y lisa, se levantan por entre la espesa sombra;

Un hecho que amerita destacarse es que durante su

algunos exhiben proporciones majestuosas, con sus

prolongado periplo por Centroamérica, de unos siete

troncos de enormes gambas laminares, formando ángulo

meses —entre diciembre de 1856 y agosto de 1857—,

con las bases; otros, de fustes cilíndricos o angulosos,

Wendland descubrió unas 185 especies que resultaron

desaparecen entre la masa general del dosel superior.

ser nuevas para la ciencia (Dowe et al. , 2022), pero le

Árboles grandes y pequeños de solo pocos metros de al-

bastaron tres semanas de estadía en Sarapiquí para de-

tura; palmas con fustes largos y esbeltos, apoyadas sobre

tectar la mitad de esa cifra. Esto denota cuán acertado

una masa de raíces fúlcreas, unas altas, otras bajas, a ve-

fue él en la escogencia de dicha región como fuente de

ces rectas, a veces arqueadas; palmas enanas, arbustos;

nuevas especies.

heliconias con hojas semejantes a las del banano; brin-

zales de alguna leguminosa con hojas pinnadas; altos

Es oportuna aquí una digresión para resaltar cuán abru-

y robustos jengibres silvestres, y uno que otro helecho

madora resultaba la diversidad de la vegetación en Sara-

arborescente de tronco llamativamente marcado por ci-

piquí para un recolector que, como Wendland —debido

catrices foliares”.

a las limitaciones de tiempo y espacio—, debía tomar

decisiones acerca de cuáles plantas recolectar, Sin duda

Pero hay mucho más que percibir, dado que “esto re-

que tuvo éxito, pero es casi seguro que omitió otras es-

presenta solo el entramado”. Ya sumergido uno en su

pecies nuevas para la ciencia. Asimismo, la existencia

interior, se percata de que “lianas de variadas proporcio-

de vacíos en el sistema de numeración empleado por él

nes cuelgan cerca de los troncos o suben arrollándose en

indica que muchas muestras no sobrevivieron, quizás

los fustes de sus vecinos. Troncos, gambas, bejucos y

debido al deterioro asociado con las condiciones tan llu-

trozas desplomadas soportan un variado surtido de epí-

viosas y húmedas, así como las dificultades transportar

fitas, desde delicados musgos y líquenes, pasando por

los especímenes en el campo y secarlos después. Pero, a

helechos, orquídeas y aráceas, hasta colosales bromelias

su vez, la buena calidad de las muestras que sobrevivie-

o epífitas arbustivas. Al suelo lo cubren algunas hojas,

ron es un testimonio fehaciente de su esmero y experien-

pocos helechos y otras herbáceas esparcidas; pero arriba,

cia como recolector, y revela su capacidad para efectuar

las ramas altas están profusamente adornadas con vege-

herborizaciones en condiciones adversas.

tación epifítica”.

En realidad, al analizar el estado del conocimiento bioló-

Es oportuno mencionar que Holdridge (1907-1999) tuvo

gico de Costa Rica a mediados del siglo XIX, puede ase-

una finca ahí por más de un decenio (Hilje et al. , 2002),

verarse que, con excepción de los volcanes Barva, Irazú

muy cerca de Puerto Viejo, denominada La Selva, hoy

y Poás, cuya biota fue estudiada en diferentes momentos

con 1500 hectáreas de extensión. Posteriormente la ven-

por Oersted, von Warszewicz, Hoffmann, von Frantzius

dió a la Organización para Estudios Tropicales (OET),

y el propio Wendland, Sarapiquí se convirtió en la loca-

para el establecimiento de la Estación Biológica La Sel-

lidad mejor conocida de Costa Rica en términos botáni-

va, en 1968. Desde entonces, la continua afluencia de in-

cos, gracias a la labor de Wendland.

vestigadores ha permitido el estudio de aspectos taxonó-

micos, ecológicos, genéticos y las relaciones evolutivas

Impulsado por la pasión por conocer y descubrir, así

de la flora y la fauna de la región, lo que ha dado origen a

como por sus deberes como recolector para los Jardines

miles de artículos científicos (Burlingame, 2002; Rocha

Reales de Herrenhausen, él tuvo la valentía y el coraje

y Braker, 2021), así como al libro La Selva: ecology and

de incursionar en ese mundo enigmático y amenazante,

natural history of a neotropical rainforest (McDade et

de densas, lluviosas e intransitables selvas, que el céle-

al. , 1994).

bre ecólogo Leslie R. Holdridge —quien las estudió a

fondo—, las describió así: “Aquí, en el bosque tropical

105

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) Asimismo, entre los testimonios acerca de esa zona, se

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

cuenta con el libro Sarapiquí chronicle. A naturalist in

Costa Rica, escrito por el entomólogo Allen M. Young,

Aguilar, R. (1999). Viajeros por el Sarapiquí. Colección

en una agradable prosa, muy parecida a la de Wendland

Ruta de los Héroes No. 2. Museo Histórico Cultural

y otros naturalistas que recorrieron Costa Rica en el siglo

Juan Santamaría. Alajuela, Costa Rica.

XIX (Young, 2017). Cabe destacar que, además de sus

Anónimo (1857). Reisende. Botanische Zeitung 15, 278-280.

investigaciones entomológicas, Young —un enamorado

de Sarapiquí— ha cumplido una función clave en la con-

Anónimo (1858). Achter Jahresbericht der Naturhisto-

solidación de la Reserva Biológica Tirimbina, en La Vir-

rischen Gesellschaft zu Hannover, von Michaelis 1857

gen, fundada con gran visión por el Dr. J. Robert Hunter,

bis dahin 1858. Bonplandia (Hannover) 6: 402-407.

fisiólogo vegetal. Se trata de un refugio de vida silvestre

con un área de 345 hectáreas de bosque —privado, pero

Belly, F. (1999). Viaje de un periodista. In: Viajeros por sin fines de lucro—, que desarrolla actividades de pro-el Sarapiquí. pp. 73-104. R. Aguilar (ed.). Colección

tección del bosque, investigación biológica y educación

Ruta de los Héroes No. 2. Museo Histórico Cultural

ambiental, gracias a los fondos provenientes del ecotu-

Juan Santamaría. Alajuela, Costa Rica.

rismo (García-Sánchez y González-Chaverri, 2022).

Biolley, P. (1895). La ribera derecha del río San Juan

En síntesis, eso es Sarapiquí hoy: una región donde por

(una parte casi completamente desconocida de Costa

más de medio siglo se han estudiado no solo su flora y

Rica, por el Dr. A. von Frantzius (1862). Tipografía

su fauna, sino que también los procesos y mecanismos

Nacional. San José, Costa Rica.

que determinan la estructura y el funcionamiento de los

ecosistemas tropicales y, en particular, del bosque tropi-

Burlingame, L. J. (2002). Evolution of the Organization

cal muy húmedo. La misma región otrora desconocida y

for Tropical Studies. Revista de Biología Tropical

hasta temida, cuyos misterios biológicos empezó a des-

50(2), 439-472.

entrañar hace ya 165 años ese infatigable recolector y

Dowe, J. L., Appelhans, M. S., Bräuchler, C., Hilje, L.

naturalista que fue Hermann Wendland.

y Schlumpberger, B. O. (2022). The botanical expe-

dition of Hermann Wendland in Central America: a

AGRADECIMIENTOS

nomenclatural study and travel report. Boissiera 73, 1-136.

A Boris Schlumpberger (Jardines de Herrenhausen) y

Marc Appelhans (Universidad de Göttingen), su ayu-

Dowe, J. L. y Hilje, L. (2022). Las exploraciones botá-

da en la traducción de la versión original en alemán.

nicas de Hermann Wendland en Centroamérica (1856-

A Michael Grayum (Jardín Botánico de Missouri), sus

1857): I. De Guatemala al Valle Central de Costa Rica.

comentarios acerca de la identificación y la distribución

Revista Comunicación 32 (2), 61-93.

geográfica de algunas especies. A Carlos Ossenbach

Sauter, Alejandro Solórzano López, Gerardo Chaves

García-Sánchez, M. y González-Chaverri, P. (2022). La

Cordero, Ana Rosa Ramírez Coghi, Arturo Angulo Siba-

Reserva Biológica Tirimbina, en Costa Rica, como un

ja, Nelson Arroyo González y Walter Vargas Benavides,

modelo en la conservación del bosque lluvioso tropi-

el aporte de información. A Emmanuel Rojas Valerio y

cal, la investigación científica, el ecoturismo y la edu-

Pedro González Chaverri (Reserva Biológica Tirimbi-

cación ambiental. Revista de Ciencias Ambientales 56

na), así como a Dick Culbert y Scott Zona, varias de las

(2), 244-255.

figuras que ilustran el texto. A Antonio Vargas Campos

González, P. (1976). Ruta Sarapiquí. Historia socio-po-

(Museo Histórico Cultural Juan Santamaría), la autoriza-

lítica de un camino. Avances de Investigación No. 15.

ción para usar la figura 3B.

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Costa Rica. 99 p.

Grayum, M. H., Hammel, B. E., Troyo, S. y Zamora,

N. (2004). Historia/History. In: Manual de plantas de

Costa Rica. Vol. 1. Introducción. pp. 1-50. B.E. Ham-

106

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) mel, M.H. Grayum, C. Herrera & Zamora, N. (eds.).

Ruta de los Héroes No. 2. Museo Histórico Cultural

Missouri Botanical Garden, Instituto Nacional de Bio-

Juan Santamaría. Alajuela, Costa Rica.

diversidad (INBio) y Museo Nacional de Costa Rica.

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McDade, L. A., Bawa, K., Hespenheide, H. A. & Harts-

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107

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) Cuadro 1. Especies recolectadas por Wendland en la región de Sarapiquí, Costa Rica, entre mayo y agosto de 1857.

Acanthaceae

Geonoma cuneata (como Geonoma decurrens) - Tipo

Aphelandra aurantiaca (como

Geonoma cuneata subsp. procumbens

Aphelandra bullata) - Tipo

(como Geonoma procumbens) - Tipo

Araceae

Geonoma deversa (como Geonoma flaccida) - Tipo

Anthurium clavigerum (como

Geonoma ferruginea - Tipo

Anthurium wendlandii) - Tipo

Geonoma ferruginea subsp. microspadix

Anthurium flexile - Tipo

(como Geonoma microspadix) - Tipo

Anthurium microspadix (como

Geonoma ferruginea subsp. microspadix

Anthurium porrectum) - Tipo

(como Geonoma microstachys) - Tipo

Anthurium obtusilobum - Tipo

Geonoma lindeniana

Anthurium pallens - Tipo

Geonoma longepetiolata

Anthurium panduriforme - Tipo

Geonoma longivaginata - Tipo

Anthurium scherzerianum

Geonoma orbignyana subsp. hoffmanniana

(como Geonoma hoffmaniana)- Tipo

Anthurium subsignatum - Tipo

Geonoma pinnatifrons subsp. binervia

Philodendron verrucosum

Iriartea deltoidea (como Iriartea gigantea) - Tipo

Spathiphyllum atrovirens - Tipo

Pholidostachys pulchra - Tipo

Spathiphyllum fulvovirens - Tipo

Prestoea decurrens (como Euterpe decurrens)

Spathiphyllum wendlandii - Tipo

Reinhardtia simplex (como Malortiea simplex)

Arecaceae

Socratea exorrhiza

Asterogyne martiana

Welfia regia (como Welfia georgii) - Tipo

Bactris caudata - Tipo

Asteraceae

Bactris gracilior

Galinsoga parviflora (como Galinsoga calva)

Bactris longiseta - Tipo

‘Mikania wendlandii’ (Espécimen 893)

Bactris obovata (como Bactris wendlandiana) - Tipo

‘Wulffia asperima’ (Espécimen 938)

Calyptrogyne ghiesbreghtiana (como

Calyptrogyne brachystachys) - Tipo

Espécimen sin nombre

Calyptrogyne ghiesbreghtiana subsp. glauca

Begoniaceae

(como Calyptrogyne sarapiquensis) - Tipo

Begonia urticae (como Begonia urticae var. hispida) Chamaedorea graminifolia

Bromeliaceae

Chamaedorea macrospadix

Aechmea mariae-reginae - Tipo

Chamaedorea pumila - Tipo

Werauhia gladioliflora (como

Chamaedorea tepijilote (como

Tillandsia gladioliflora) - Tipo

Chamaedorea exorrhiza) - Tipo

Espécimen 976

‘Euterpe altissima’ (Espécimen 38)

Calceolariaceae

Geonoma congesta - Tipo

Calceolaria mexicana

108

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) Campanulaceae

Columnea anisophylla

Burmeistera vulgaris (como

Columnea grata (como Stenanthus heterophyllus)

Burmeistera macrocalyx) - Tipo

Columnea lepidocaulis - Tipo]

Espécimen 824

Columnea linearis

Espécimen 842

Columnea magnifica

Espécimen 848

Columnea microcalyx - Tipo

Espécimen 830

Columnea microphylla

Caryophyllaceae

Columnea nicaraguensis

Espécimen 865

Columnea oxyphylla - Tipo

Commelinaceae

Columnea sanguinolenta

Floscopa sp. (Espécimen 808)

Columnea serrata

Columnea wendlandiana - Tipo

Costaceae

Columnea sp. (Espécimen 783)

Costus malortieanus - Tipo

Drymonia conchocalyx - Tipo

Cyatheaceae

Drymonia lanceolata (como Episcia lanceolata) - Tipo Cyathea wendlandii (como Alsophila

Episcia lilacina - Tipo

wendlandii) - Tipo

Gasteranthus wendlandianus (como

Cyclanthaceae

Besleria wendlandiana) - Tipo

Dicranopygium umbrophila

Glossoloma ichthyoderma (como

Alloplectus ichthyoderma) - Tipo

Equisetaceae

Glossoloma tetragonum (como Alloplectus tetragonus)

Espécimen sin número

Kohleria spicata

Ericaceae

Kohleria trigridia (como Capanea grandiflora)

Espécimen 835

Pachycaulos nummularia (como

Espécimen 965

Hypocyrta nummularia) - Tipo

Espécimen 967

Rhynchoglossum azureum (como Klugia azurea)

Espécimen 970

Solenophora insignis

Euphorbiaceae

Espécimen 1271

Acalypha sp. (Espécimen 945)

Gleicheniaceae

Gentianaceae

Mertensia sp. (Espécimen 1234)

Symbolanthus pulcherrimus (como

Gunneraceae

Symbolanthus rubroviolaceus) - Tipo

Gunnera insignis (como Gunnera wendlandii) - Tipo

Gesneriaceae

Hookeriaceae

Besleria columneoides - Tipo

Hookeria tuberculosa

Besleria princeps - Tipo

Lamiaceae

Besleria triflora (como Parabesleria triflora)

Scutellaria costaricana - Tipo

109

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) Lentibulariaceae

Dichaea brachypoda - Tipo

Utricularia sp. (Espécimen sin número)

Dressleria dilecta (como Catasetum dilectum) - Tipo Espécimen 964

Epidendrum pergameneum - Tipo

Loganiaceae

Epidendrum platystigma - Tipo

Potalia amara

Erycina pusilla (como Oncidium iridifolium)

Espécimen 959

Habenaria lactiflora var. buccalis - Tipo

Hexisia sp. (Espécimen sin número)

Lycopodiaceae

Lepanthes blepharistes - Tipo

Lycopodiella cernua (como Palhinhaea cernua)

Lepanthes elata - Tipo

Selaginella moritziana

Lepanthes horrida - Tipo

Lythraceae

Lepanthes tipulifera - Tipo

Cuphea sp. (Espécimen 791)

Malaxis crispifolia (como Microstylis

Malpighiaceae

crispifolia) - Tipo

Mascagnia vacciniifolia (como Mascagnia

Malaxis simillima (como Microstylis simillima) - Tipo vacciniifolia var. hispidula) - Tipo

Masdevallia cupularis - Tipo

Malvaceae

Maxillaria obscura (como Maxillaria

atrata var. brachyantha) - Tipo

Matisia obliquifolia

Maxillaria vaginalis - Tipo

Espécimen 924

Microchilus calophyllus (como

Marattiaceae

Physurus calophylla) - Tipo

Danaea wendlandii - Tipo

Microchilus tridax (como Physurus tridax) - Tipo

Melastomataceae

Platystele lancilabris (como Stelis lancilabris) - Tipo Conostegia rufescens (como

Pleurothallis phyllocardia - Tipo

Conostegia puberula) - Tipo

Pleurothallis ruscifolia

Meriania phlomoides

Prosthechea campylostalix (como

Miconia costaricensis - Tipo

Epidendrum campylostalix)

Miconia melanotricha

Scaphyglottis bilineata (como Ponera bilineata) - Tipo Miconia paleacea - Tipo

Sobralia amabilis (como Sobralia lepida) - Tipo

Miconia secungrandifolia (como

Sobralia leucoxantha - Tipo

Leandra grandifolia) - Tipo

Sobralia lindleyana

Triolena hirsuta (como Bertolonia hirsuta)

Stelis pardipes - Tipo

Meliaceae

Stelis parvula (como Stelis microstigma) - Tipo

Guarea hoffmanniana - Tipo

Stelis parvula (como Stelis microtis) - Tipo

Stelis parvula (como Stelis obscurata) - Tipo

Orchidaceae

Stelis purpurascens (como Stelis thecoglossa) - Tipo Calanthe calanthoides (como Calanthe mexicana)

Stelis superbiens (como Stelis leucopogon) - Tipo

Cranichis reticulata - Tipo

Crossoglossa tipuloides

110

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 76-111) Oxalidaceae

Selaginellaceae

Oxalis sp. (Espécimen 905)

Selaginella oaxacana (como

Selaginella wendlandii) - Tipo

Poaceae

Isachne scabra’ (Espécimen 926)

Solanaceae

Lasiacis divaricata (como Panicum divaricatum)

Cyphomandra sp. (Espécimen 962)

Podostemaceae

Tectariaceae

Rhyncholacis sp. (Espécimen 914)

Tectaria sp. (Espécimen 763)

Polypodiaceae

Tropaeolaceae

Campyloneurum falcoideum (como

Tropaeolum moritzianum

Polypodium falcoideum) - Tipo

Primulaceae

Nota: La nomenclatura empleada se ajusta al Índice

Ardisia sp. (Espécimen 774)

Internacional de Nombres de Plantas (IPNI), Plants of

the World Online (POWO), así como a las enmiendas

Proteaceae

recientes (Dowe et al. , 2022). Cuando aparecen dos

Roupala sp. (Espécimen 918)

nombres, el primero es el vigente, mientras que el se-

gundo (entre paréntesis) corresponde a aquel con el que

Rosaceae

la especie fue bautizada originalmente. El término “tipo”

Rubus sp. (Espécimen 874)

aparece al lado de aquellas especies que fueron descritas

y bautizadas a partir de las recolecciones de Wendland

Rubiaceae

en Sarapiquí. Nótese que no todas las especies tienen

Arachnothryx costaricensis

nombre completo. En los casos en que los especímenes

están identificados solo hasta los niveles de género o fa-

Cephaelis sp. (Espécimen 838)

milia, entre paréntesis se incluye su respectivo número

Gomozia sp. (Espécimen 847)

o código de la muestra, según consta en los archivos del

Hamelia macrantha

Herbario de la Universidad de Göttingen. Por su parte,

los nombres informales o no oficiales se anotan entre co-

Hamelia xerocarpa

millas, y con el número de la muestra entre paréntesis.

Notopleura siggersiana

Palicourea elata (como Psychotria elata)

Palicourea galeottiana

Palicourea lasiorrhachis

Psychotria jimenezii (como Psychotria

wendlandiana) - Tipo

Ravnia sp. (Espécimen 1274)

Warszewiczia coccinea

Espécimen 858

Espécimen 786

Espécimen sin número

Espécimen sin número

111

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 112-113) PRODUCCIÓN LITERARIA

Palabra femenina

Recibido: 20 de setiembre, 2022

Aceptado: 18 de mayo, 2023

Por: Larissa Castillo-Rodríguez1, Instituto Tecnológico de Costa Rica,

Costa Rica, ORCID: 0000-0002-6028-2076

Larissa Castillo-Rodríguez. Palabra

Resumen

femenina. Revista Comunicación. Año 44,

volumen 32, número 1, enero-junio, 2023.

A través de una poesía de contenido erótico e intimista, la voz lírica reivindica la Instituto Tecnológico de Costa Rica. ISSN:

soledad, el ocio productivo, la belleza y fugacidad del encuentro sexual-carnal, así 0379-3974/e-ISSN1659-3820

como la permanencia de la contradicción, que es, en definitiva, lo que nos vuelve seres humanos.

Abstract

The Female Word

Through erotic and intimate content poetry, the lyrical voice vindicates loneliness, productive leisure, beauty, and the fleetingness of the sexual-carnal encounter, as well as the persistence of contradiction, which is, after all, what makes us humans.

PALABRAS CLAVE:

literatura centroamericana, poesía

costarricense, poesía escrita por mujeres.

KEY WORDS:

Central American literature, Costa Rican

poetry, poetry written by women.

1 Filóloga Española. Máster en Historia. Profesora del Instituto Tecnológico de Costa Rica.

Actualmente, es profesora de los cursos de Comunicación en la Escuela de Ciencias del Lenguaje. Contacto: lacastillo@itcr.ac.cr

112

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 112-113) En medio de la nada

En un solo acto

Te

percibo

A solas quiero estar

Te huelo

A solas quiero vivir

Te

saboreo

A solas quiero amar

Me leo

… porque en medio de esta nada

Me pienso

goza mi espíritu,

Me activo

vibra mi cuerpo,

se abre mi mente.

Estoy aquí.

A solas produzco y deduzco.

A solas podría existir.

Puntos suspensivos

Aquí

Despierto,

Mi aliento

me incorporo… el eco de tu voz

Mi mente

penetra en mi oído

Mi cuerpo

Mi sexo

Camino,

me dejo llevar… el viento

Sostenme ahí desnuda,

cubre mi cuerpo, abre mi alma

quiebra las reglas

y vive el momento

Continúo,

porque el sexo se nos

me establezco…

vaaa …

Heme aquí

Yo

Enérgica

Activa

Soñadora

Creativa

Cambiante

Sonante

Deseante

Amante

De aquí y de allá

Yo, razón y corazón.

113

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 114-115) Colaboradores 1-23

Paula Sequeira Rovira es académica del Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad Nacional. Tiene una licenciatura en

sociología por la Universidad de Costa Rica y una maestría

en Estudios de la Mujer por la Universidad de Costa Rica

y la Universidad Nacional. Las líneas de investigación

trabajadas versan sobre temáticas ligadas al género,

la sexualidad, la pornografía y la ideología de género.

Contacto: paula.sequeira.rovira@una.ac.cr

José Ángel Vargas es profesor catedrático en la Universidad de Costa Rica. Doctor en Filología por la Universidad de

Salamanca y Magister Litterarum por la Universidad de

Costa Rica. Es especialista en teoría literaria y literatura latinoamericana. Ha publicado cuatro libros y más de

ochenta artículos científicos en revistas especializadas

nacionales e internacionales sobre verosimilitud, historia

y literatura, humor, ironía, parodia y patrimonio cultural.

Contacto: joseangelvargasucr@gmail.com

Shirley Longan Phillips es Máster en Literatura Latinoamericana; Bachiller en Filología Española y Bachiller en Inglés. Trabaja en la

Escuela de Estudios Generales en la Sección de Comunicación

y Lenguaje. Contacto: shirley.longan@ucr.ac.cr

Ericka García Zamora es académica del Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad Nacional. Tiene una licenciatura en derecho

y es notaria pública por la Universidad de Costa Rica, posee

también una maestría en Violencia intrafamiliar y de Género

por la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional.

Sus líneas de investigación versan sobre temáticas ligadas al

género, lenguaje con equidad, violencia de género, violencia

contra las mujeres, igualdad. Contacto: ericka.garcia.

zamora@una.cr

114

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio 2023 (pp. 114-115) Felipe Álvarez Osorio es Licenciado en Filosofía por la

Australia (2011) y Wendland’s

Universidad Andrés Bello y Magíster

Palms (2019). Además de que ha

en Filosofía por la Universidad de

escrito varios artículos acerca de la

Chile. Actualmente está cursando

historia de la investigación botánica en

su Doctorado en Filosofía en la

la región de Australasia, en los últimos

Universidad de Chile al amparo

años ha investigado la vida y obra del

de su Beca ANID para doctorado

botánico alemán Hermann Wendland.

nacional (código: 21220627), a la

Contacto: john.dowe@jcu.edu.au

vez que se desempeña como docente

en la Universidad Andrés Bello y en

Luko Hilje Quirós es licenciado en Biología

la Universidad Adolfo Ibáñez. Sus

(Universidad de Costa Rica) y doctor

áreas de interés son la epistemología

en Entomología (Universidad de

contemporánea y la ontología social,

California, Riverside). Especialista

con especial énfasis en aquellos

en manejo agroecológico de plagas

fenómenos epistémicos relacionados

agrícolas y forestales. Profesor

con la difusión de información

Emérito del Centro Agronómico

en internet (testimonio en RRSS,

Tropical de Investigación y Enseñanza

divulgación científica, entre otros).

(CATIE). Miembro Honorario de la

Contacto: f.lvarezosorio@gmail.com

Academia Nacional de Ciencias de

Costa Rica. Miembro Honorario del

Isabel Ducca Durán es Licenciada en Filología

Colegio de Ingenieros Agrónomos de

Española de la Universidad de Costa

Costa Rica. Miembro de la Asamblea

Rica. Jubilada de la Universidad

de Fundadores del Instituto Nacional

Nacional, Heredia. Ha realizado

de Biodiversidad (INBio). Miembro

investigaciones y publicaciones en el

Asociado del Centro Científico

área de la literatura infantil, la lectura

Tropical (CCT). Estudioso de los

creativa, la literatura testimonial, la

aportes de los naturalistas que han

vida y obra de Carmen Lyra; el análisis

explorado Costa Rica, sobre lo cual

crítico del discurso y la ideología.

ha escrito cinco libros y numerosos

Contacto: isaducca@gmail.com

artículos. Contacto: luko@ice.co.cr

John Leslie Dowe es es bachiller en Ciencias (con

Larissa Castillo es Filóloga Española. Cuenta con una

honores, en primera categoría) y doctor

maestría en Historia, ambos estudios

en Sistemática Vegetal (Universidad

realizados en la Universidad de Costa

James Cook, North Queensland,

Rica. Es profesora de la Escuela

Australia). Investigador titular en

de Ciencias del Lenguaje. Atiende

el Australian Tropical Herbarium

los cursos de Comunicación para

(CNS), Universidad James Cook,

estudiantes de primer ingreso. Cuenta

Cairns, Queensland. Especialista

con publicaciones en las áreas de la

en sistemática y nomenclatura de la

Literatura y la Historia. Sus intereses

familia de las palmeras (Arecaceae). Ha

investigativos están concentrados en

publicado numerosos artículos sobre

el ejercicio multidisciplinario, es decir,

sistemática de la familia Arecaceae,

con el dialogar de disciplinas como la

de la cual ha descrito 25 especies

Historia, la Literatura, la Pedagogía, la

nuevas para la ciencia, y es autor de

Sociología. Contacto: lacastillo@itcr.

varios libros, que incluyen Australian

ac.cr

Palms: Biogeography, Ecology

and Systematics (2010), Arecaceae,

como parte de la obra Flora of

115

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio, 2023 (pp. 116-122) Condiciones para publicar

en la Revista Comunicación

La Revista Comunicación publica semestralmente (en

La extensión máxima de este resumen será de 250 pala-

junio y en diciembre de cada año) documentos origina-

bras, y la mínima de 180.

les en los campos de las Humanidades (literatura, len-

guaje, lingüística, comunicación, filosofía, sociología,

ASUNTOS DE FORMA

historia, religiones, artes y pedagogía).

1. El manuscrito deberá digitado en el procesador Mi-

La Revista Comunicación recibe colaboraciones nacio-

crosoft Word, letra Times, 12 pts., con interlineado

nales e internacionales, en las siguientes lenguas: espa-

de 1,5 pts. y márgenes de 2,54 cms. en los cuatro

ñol, inglés y eventualmente otra lengua considerada por

lados de la hoja (arriba, abajo, izquierda y derecha).

el comité editorial, y en un caso debidamente exami-

nado.

2. Los textos deberán digitarse con sangrías, sin espa-

cios entre cada párrafo. Deberán adjuntarse además

Las secciones de la revista son las siguientes: artículos,

aquellos signos que no aparezcan en el procesador.

foro, semblanzas, disertaciones, rescate de documentos,

reseñas, crónicas, entrevistas y ensayo.

3. Las citas, notas y referencias bibliográficas han de

seguir el sistema APA 4ta edición en español. Se-

ASUNTOS DE FONDO PARA

guidamente se transcriben algunos ejemplos que

TODAS LAS SECCIONES

APA ofrece:

Los manuscritos deben tener un carácter principalmente

• En caso de publicaciones periódicas:

académico o científico, resultado de investigaciones en

Herbst-Damm, K.L. & Kulik, J.A. (2005).

el área de su interés. También pueden publicarse crea-

Volunteer support, marital status and the sur-

ciones literarias originales, cuya calidad será determi-

vival times of terminally ill patients. Health

nada por el Consejo de Revisores y el Consejo Edito-

Psychology, 24, 225-229. doi: 10.1037/0278-

rial de la Revista. Bajo ningún motivo serán aceptados

6133.24.225.

aquellos documentos donde pueda ser demostrada la

existencia de transcripción textual de otra obra (plagio).

• En caso de publicaciones no periódicas:

Los documentos que pretendan incluirse en la sección

Shotton, M.A. (1989). Computer addiction? A

de artículos, tendrán un mínimo de diez cuartillas y un

study of computer dependecy. Londres, Ingla-

máximo de treinta.

terra: Taylos & Francis.

Las contribuciones que deseen publicarse en la sección

• En caso de un libro exclusivamente electró-

de “Artículos” deben incluir, tanto en el resumen como

nico:

en su introducción, una pequeña justificación donde se

explique el origen y tipo de investigación, el problema,

O´Keefe, E. (n.d.). Egoism & the crisis in Wes-

los métodos de investigación, los hallazgos y sus con-

tern values. Recuperado de http://www.onli-

clusiones. Además, deberá aparecer explícitamente el

neoriginals.com/showitem.asp?itemID=135.

proyecto de investigación del cual provienen (si es el

4. El manuscrito debe incluir un resumen, redactado

caso), es decir, si procede de un proyecto de investiga-

con oraciones completas, sin signos especiales y

ción, cuestión fundamental) y su nombre (si lo posee).

de doscientas cincuenta palabras como máximo,

junto con el abstract correspondiente y el título del

116

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio, 2023 (pp. 116-122) artículo en idioma inglés. Si el autor no desea que el

Si las condiciones de publicación de la imagen no

abstract se corrija, debe indicarlo y enviar una nota

las puede acoger Comunicación, esto se le hará sa-

de su traductor, donde certifique la labor realizada.

ber al autor.

En caso de no poder cumplir con el requisito de la

traducción, debe indicarlo en el correo de entrega,

8. La propuesta enviada deberá estar acompañado de

junto con la respectiva justificación.

un pequeño currículo del autor o autores, de máxi-

mo dos cuartillas, el cual deberá adjuntarse en un

5. El manuscrito debe incluir entre seis y diez pala-

archivo aparte.

bras clave en español y en inglés, que permitirán

la ubicación de sus artículos mediante los sistemas

9. Los documentos que se presenten deben ser origina-

de búsqueda electrónica. Esas palabras clave deben

les y no deben haber sido presentados para conside-

estar ubicadas en algún tesauro reconocido, cuyo

ración ante ningún otro órgano editorial o de publica-

nombre se incluirá al final del manuscrito. Se reco-

ción. Por esa razón, junto con el manuscrito y el currí-

miendan los siguientes tesauros:

culo, es necesario enviar a la Dirección de la Revista

(morivera@itcr.ac.cr) una declaración firmada, en

• Unesco: http://databases.unesco.org/thessp/

la que consten las condiciones anteriores, también

en un archivo aparte del manuscrito.

• Oficina Internacional de Educación y Unesco:

http://www.ibe.unesco.org/es/servicios/do-

Esta declaración de originalidad puede descargar-

cumentos-en-linea/tesauro-de-laeducacion-

la de nuestra página web, http://revistas.tec.ac.cr/

unesco-oie/sexta-edicion-2007.html

index.php/comunicacion/pages/view/Directrices, o

solicitarla por correo a recom@itcr o a morivera@

• OECD Macrothesaurus Chapter Headings:

itcr.ac.cr

http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/oecd-

macroth/es/index.htm

La originalidad del artículo se entiende como pro-

ducción propia del autor, cuyo contenido no haya

• Ciencia y Tecnología: http://thes.cindoc..csic.

sido publicado en todo o en parte en ningún otro

es/index_SPIN_esp.php

medio.

• FAO: http://thes.cindoc..csic.es/index_SPIN_

10. El manuscrito enviado debe incluir, al final, la di-

esp.php

rección personal (postal o electrónica), el código

El autor puede utilizar otros de su preferencia,

ORCID, el número telefónico del (de los) autor (es)

siempre y cuando sean de reconocida calidad y lo

y el nombre del tesauro utilizado.

indique en el documento que envía.

11. Recibir un documento no presupone que haya sido

6. Si el autor desea ilustrar su trabajo con alguna ex-

aceptado para publicación.

presión gráfica específica, deberá hacerlo saber a

12. Los manuscritos deberán enviarse a la Di-

la Dirección de la revista, e incluir el material, ya

rección de la Revista, por correo electrónico

sea dentro del manuscrito o en un archivo separa-

(morivera@itcr.ac.cr), a la página web o al correo

do. Ese material debe incluirse en una resolución de

regular de la revista (recom@itcr.ac.cr) con sus res-

alta calidad (1080 dpi.).

pectivos archivos adjuntos.

7. Además, cuando se sugiera o se pretenda la inclu-

sión de una imagen gráfica, deberán especificarse las

Proceso de evaluación por pares

condiciones de publicación de la imagen y respetarse

los derechos de autor y de imagen; de igual modo,

Sistema de arbitraje

es necesario incluir los créditos y descripciones de

La Revista Comunicación solo recibirá artículos que

la imagen y presentar a la Dirección de la revista una

cumplan con la temática y el formato y descritos. Los

declaración de permiso para el uso del documento.

117

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio, 2023 (pp. 116-122) artículos que no se ajusten a estas especificaciones serán

En caso de que no se realicen las correcciones en el

devueltos ad portas.

tiempo establecido, el artículo será publicado en un nú-

mero posterior.

Cada artículo recibido será revisado por dos personas

evaluadoras (pares externos), con la modalidad de “do-

Tiempo de duración en el proceso de evaluación: 12

ble ciego”; es decir, la(s) persona(s) autora(s) no sabrá(n)

semanas aproximadamente.

quiénes la(s) dictaminarán y las personas evaluadoras

no sabrán la autoría de los artículos que arbitren.

Frecuencia de publicación

Durante el proceso de arbitraje, tanto las personas auto-

• Primer número del año: junio de cada año. Fecha

ras como las evaluadoras mantienen el anonimato. Para

de corte. 15 de marzo de cada año.

lograr esta condición, todo nombre o información que

• Segundo número del año: diciembre de cada año.

induzca a la identificación de estas personas se borrará

Fecha de corte. 15 de setiembre de cada año.

de los documentos que la Revista le envíe a cada parte.

Política de acceso abierto

Resultados de evaluación

Esta revista provee acceso libre inmediato a su conte-

Quienes dictaminarán, según el caso, emitirán alguno

nido bajo el principio de que hacer disponible gratuita-

de los siguientes fallos:

mente investigación al público apoya a un mayor inter-

• Se rechaza el artículo.

cambio de conocimiento global.

• Se recomienda la publicación luego de que las

Ser una revista de acceso abierto, implica que todo el

observaciones sugeridas se hayan incorporado.

contenido es de libre acceso y sin costo alguno para

el usuario o usuaria, o institución. Las personas usua-

• Se recomienda la publicación del artículo.

rias pueden leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir

y buscar los artículos en esta revista sin pedir permiso

En caso de no haber consenso entre las personas evalua-

previo del editor o el autor con fines educativos y no de

doras, el artículo se someterá a una tercera, para que su

lucro.

criterio permita decidir si se publica o no.

La única limitación de la reproducción y la distribución,

Los autores son responsables de efectuar los cambios

y el único papel de los derechos de autor en este ámbito,

indicados por los revisores, en caso de que así se soli-

debe ser dar a los autores el control sobre la integridad

cite.

de su trabajo y el derecho a ser debidamente reconoci-

Dictamen definitivo

dos y citados. (Budapest Open Access Iniciative)

El dictamen que cada persona evaluadora realiza se dis-

LICENCIAMIENTO Y

cutirá en reunión del Consejo Editorial, el cual emitirá

PROTECCIÓN INTELECTUAL

el dictamen definitivo.

Todos los artículos publicados, están protegidos con

La decisión del Comité Científico es inapelable. Tam-

una licencia Creative Commons 3.0 (Creative Com-

bién es inapelable la edición (diagramación, corrección

mons Reconocimiento – NoComercial – SinObraDeri-

filológica, traducción, etc.) de la Revista.

vada) de Costa Rica. Consulte esta licencia en: http://

Ajustes finales

creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/cr/

Si el artículo es aprobado con correcciones, la(s)

Las licencias constituyen un complemento al derecho

persona(s) autora(s) debe(n) reenviarlo con los cambios

de autor tradicional, en los siguientes términos:

sugeridos. Estos se verificarán mediante una nueva revi-

a. Se impide la obra derivada (es decir, no se puede

sión de las personas que lo leyeron la primera vez.

alterar, transformar ni ampliar el documento).

118

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio, 2023 (pp. 116-122) b. Siempre debe reconocerse la autoría del documento

y la Revista misma. La institución afiliada a Creative

referido.

Commons para la verificación en caso de daños y para

la protección de dichos productos es el Instituto Tecno-

c. Ningún documento publicado en la Revista Comu-

lógico de Costa Rica, mediante la Editorial Tecnológica

nicación, puede tener fines comerciales de ninguna

y la Vicerrectoría de Investigación.

naturaleza.

Las presentes condiciones son indispensables para so-

Mediante estas licencias, la revista garantiza al autor

meter el documento a dictaminación. Su incumplimien-

que su obra está protegida legalmente, tanto bajo la le-

to obliga al rechazo ad portas del manuscrito.

gislación nacional como internacional. Por tal motivo,

cuando sea demostrada la alteración, la modificación

Estamos indizados en Scielo, ERIH Plus, e-revistas y

o el plagio parcial o total de una de las publicaciones

Latindex.

de esta revista, la infracción será sometida a arbitraje

internacional en tanto que se están violentando las nor-

¡Gracias por su interés en Comunicación!

mas de publicación de quienes participan en la Revista

119

Requirements to publish in

The journal Comunicación

REQUIREMENTS FOR PUBLISHING IN

FORMAL ASPECTS

COMUNICACIÓN, SCHOOL OF

LANGUAGE SCIENCES, COSTA RICA

Submissions must be written in Microsoft Word proces-

INSTITUTE OF TECHNOLOGY

sing software, in Times 12 point font, 1.5 spacing and

2.54 cm. margins on each side of the page (top, bottom,

The journal Comunicación publishes original docu-

left and right).Texts must be indented, without spaces

ments in the fields of Humanities (literature, language,

in between paragraphs. Characters that do not appear in

linguistics, communication, philosophy, sociology, his-

the processing software must not be included.

tory religions, art and pedagogy).

The quotation and bibliographical references must fo-

The sections of the journal are as follows: articles, fo-

llow APA guidelines (third edition) in Spanish.

rum, biographies, dissertations, retrieval of published

documents, commentaries, chronicles, interviews, and

Submissions must include a summary written in com-

essays.

plete sentences, without special characters and no lon-

ger than two hundred words, together with an abstract

ISSUES RELATED TO THE

and the title of the article in English. Should the author

CONTENT IN ALL SECTIONS

not with for the abstract to be edited, he must indicate so

and attach a note from the translator certifying the work

Submissions must be of a mainly academic or scienti-

carried out. Should a translation not be provided, the

fic nature resulting from research in the area of interest.

author must indicate it in the submission email, together

Original artistic creations, whose quality will be de-

with an explanation.Submissions must include six to ten

termined by the Journal’s Review Board and Editorial

key words in Spanish and English, which will allow the

Board, may also be published. The Journal will not ac-

articles to be searched using electronic search engines.

cept under any circumstances a document proven to be

The key words must be found in a recognized thesaurus

a textual transcription of another work (plagiarism).

mentioned at the end of the paper. The following the-

sauruses are recommended:

Submissions intended to be included in the article sec-

tion must be a at least 10 pages and a maximum 30 pa-

• Unesco: http://databases.unesco.org/thessp/

ges long.

• International

Education

Office

and

Submissions may be written in Spanish or English.

Unesco: http://www.ibe.unesco.org/es/servicios/

documentos-en-linea/tesauro-de-la-educacion-

The Contributions to be published in the “Articles” sec-

unesco-oie/sexta-edicion-2007.html

tion must include a short rationale explaining the origin

and type of research, and state the conclusions both in

• OECD Macrothesaurus Chapter Hea-

the abstract and in the introduction. Furthermore, the

dings:

http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/

research project from which the research derives (if

oecd-macroth/es/index.htm

applicable), that is, if the submission derives from a re-

search project, a key issue and its name (if it has one).

• Ciencia y Tecnología: http://thes.cindoc..csic.es/

index_SPIN_esp.php

The abstract must be at least 180 words and no longer

than 250 words long.

• FAO: http://thes.cindoc..csic.es/index_SPIN_esp.

php

120

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio, 2023 (pp. 116-122) The author may use others of their preference as long

Reception of a document does not imply it has been ac-

as they are highly recognized and they indicate it in the

cepted for publication.

document.

The guidelines for final decisions in our web page may

If the author wishes to illustrate the work with any kind

be found at http://www.editorialtecnologica.tec.ac.cr/

of graphic art, they must let the Journal Director know

revistas/comunicación).

in advance and include the material either as part of the

submission or in a separate file. The material must be

The evaluation process of a document will take at least

high resolution (1080 ppi.).

ten weeks. Once the document has been reviewed by

the external evaluators, one of the next scenarios is pos-

Furthermore, when the author suggests or intends to in-

sible:

clude graphic art, they must specify it, as well as respect

the copyright and the image right. Credits and a des-

• it is approved for publication with no corrections

cription of the image is necessary, as well as a statement

needed.

to the Journal Director consenting to the use the docu-

• it is approved for publication but requires correc-

ment. Should the publication conditions for the image

tions by the author.

not be accepted by Comunicación, the author will be

informed so.

• it is rejected not to be published. The evaluator’s

decision cannot be appealed.

The proposal must be sent along with a brief resume of

the author or authors no longer than two pages long, en-

The authors are responsible for making the changes re-

closed as a separate file.The documents submitted must

quired by the reviewers whenever requested.

be original and have not been turned in for review

to any other editorial board or publication. To this

Edition (layout, proofreading, etc.) by Comunicación

purpose, , the author must send the Journal’s Direction

cannot be appealed.

(morivera@itcr.ac.r) a signed statement acknowled-

Submissions must be sent to the Journal’s Director via

ging the abovementioned conditions in a separate file

e-mail (morivera@itcr.ac.r) or to the journal’s e-mail

together with the submission and the resume.

account (recom@itcr.ac.cr) with the corresponding en-

The statement of originality can be downloaded from

closed files. The publication is biannual, but submis-

our webpage http://revistas.tec.ac.cr/index.php/comuni-

sions are received throughout the year.

cacion/pages/view/Directrices or be requested via email

to recom@itcr.ac.cr.

GUIDELINE RELATED TO COPYRIGHT

AND INTELLECTUAL PROPERTY

The originality of the paper is understood as the author’s

individual production, the content of which has not been

Any submission or essay published is protected by the

published in part or in full in any other medium.

Creative Commons (CC) licenses, which constitute a

complement to the traditional copyright in the following

Submissions must include the author’s mail or e-mail

terms:

address, phone number, and name of thesaurus used.

The papers will be subject to double blind peer review

a. Derived works are not allowed (that is, the docu-

(the name of the author withheld), and sent to a third

ment cannot be altered, transformed or lengthened).

member of the Review Board for a final decision. Co-

municación also resorts to other external evaluators in

b. Authorship must be acknowledged at all times.

order to decide on the submission. If the decision is

c. No document published in Comunicación can have

affirmative, the process continues before the Editorial

commercial purposes of any nature.

Board, which discusses and determines its final publis-

hing. This decision cannot be appealed.

d. Due to out gratuity policies, payment by the

author(s) in exchange for publication is not allowed;

121

Revista Comunicación. Volumen 32, año 44, número 1, enero-junio, 2023 (pp. 116-122) likewise, no reviewer(s) may receive monetary

for the verification in case of damages is Instituto Tec-

compensated for their collaboration.

nológico de Costa Rica, through Editorial Tecnológica

and the Vice-Rectory of Research .

By means of these licenses, the journal guarantees the

author that their work is legally protected both natio-

The conditions stated herein are indispensable to submit

nally and internationally. Hence, should an alteration,

an article for review. Lack of compliance means an au-

modification, or partial or full plagiarism in one of the

tomatic rejection of the article.

publications of this journal be found, the infraction will

be subject to international arbitration if it violates one of

The journal is indexed at Scielo, ERIH Plus, e-revistas,

the publishing regulations of the Journal or the Journal

and Latindex.

itself. The institution affiliated to Creative Commons

Thank you for your interest in Comunicación!

122