Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) RESCATE DE DOCUMENTOS

Las exploraciones botánicas de

Hermann Wendland en Centroamérica

(1856-1857) I. De Guatemala al

Valle Central de Costa Rica

Por: John Leslie Dowe, James Cook University, John Leslie Dowe, Luko Hilje Quirós.

Las exploraciones botánicas de Hermann

Australia, ORCID: 0000-0003-1424-6725

Wendland en Centroamérica (1856-1857):

I. De Guatemala al Valle Central de Costa

Rica. Revista Comunicación. Año 43,

Luko Hilje Quirós, Centro Agronómico Tropical de Investigación volumen 31, número 2, julio-diciembre, 2022.

y Enseñanza (CATIE), Costa Rica, ORCID: 0000-0002-5171-5079

Instituto Tecnológico de Costa Rica. ISSN:

0379-3974/e-ISSN1659-3820

Recibido: 28 de octubre, 2022

Aceptado: 23 de noviembre, 2022.

Resumen

Como botánico de los Jardines Reales de Herrenhausen, el alemán Hermann Wendland viajó a América Central en 1856-1857 bajo los auspicios del rey de Hannover, para recolectar plantas vivas, al igual que especímenes de herbario, para dichos jardines. Él escribió un diario de su recorrido de casi ocho meses por Guatemala, El Salvador y Costa Rica, el cual se publicó en la revista Hamburger Garten- und Blumenzeitung. En este artículo aparece una traducción al español, debidamente comentada, de la primera parte de dicho documento, que abarca el viaje desde Guatemala hasta su estadía en el Valle Central de Costa Rica. La contribución de Wendland fue significativa en cuanto a la gran cantidad de nuevas especies descritas a partir de sus herborizaciones, que corresponden a más de 185 nuevas para la ciencia, provenientes de unos 1280 especímenes presentes en sus casi 540 recolecciones, especialmente orquídeas, palmeras y aroideas; la mayor parte de su colección se encuentra en el herbario de la Universidad de Göttingen (GOET). En su relato, Wendland no se limitó a cuestiones botánicas, sino que también abarcó una gran cantidad de aspectos de la vida cotidiana de PALABRAS CLAVE:

los habitantes de Centroamérica, relacionados con sus costumbres, comidas, sa-Jardines de Herrenhausen, Universidad

lud, religión, cultura y política. Entre estos últimos, escribió acerca de la rendición de Göttingen, Guatemala. El Salvador,

del líder filibustero William Walker quien, con el respaldo de los estados esclavis-Costa Rica, Karl Hoffmann, guerra

tas, intentó establecer la esclavitud y anexar los cinco países centroamericanos a centroamericana, William Walker.

Estados Unidos.

KEY WORDS:

Herrenhausen Gardens, University of

1

Australian Tropical Herbarium, James Cook University, Smithfield, Qld 4878, Australia. Con-Göttingen, Guatemala. El Salvador, Costa

tacto: john.dowe@jcu.edu.au

Rica, Karl Hoffmann, Central American war,

William Walker.

2

Profesor Emérito. Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE). Turrialba, Costa Rica. Autor para correspondencia. Contacto: luko@ice.co.cr

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Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Hermann Wendland’s Botanical Explorations in Central America (1856-1857) I. From Guatemala to the Central Valley in Costa Rica

Abstract

As court gardener for the Royal Gardens of Herrenhausen, the German botanist Hermann Wendland travelled to Central America in 1856-1857 under the auspices of the King of Hannover, to collect living plants and herbarium specimens for the gardens. He wrote a travel diary of his nearly eight-month expedition through Guatemala, El Salvador, and Costa Rica, which was published in the journal Hamburger Garten- und Blumenzeitung. In this paper we provide an annotated Spanish translation of the first part of that document, which covers the journey from Guatemala to his stay in the Central Valley of Costa Rica. Wendland’s contribution was significant in regards to the large number of new species described from his bo-tanizing, which correspond to more than 185 that were new to science from a total of about 540 gatherings represented by about 1280 extant specimens, mainly orchids, palm trees and aroids; most of his botanical collection is held in the herbarium of the University of Göttingen (GOET). In his account, Wendland did not restrict himself to botanical matters, but also en-compassed a wealth of aspects of the daily life of Central American people, describing their traditions, food, health, religion, culture and politics. Among the latter he wrote about the capitulation of the filibuster leader William Walker who, with the support of the United States slave states, attempted to establish slavery and annex the five Central American countries for the United States.

INTRODUCCIÓN

pero se concentraron en México; la primera (1571-1577) fue dirigida por Francisco Hernández de Toledo, El territorio de Centroamérica está representado por un y la segunda (1787-1803) por Martín de Sessé, Vicen-istmo que une a las inmensas masas terráqueas de Norte te Cervantes y José Mariano Mociño (León, 2002). Sin y Suramérica, las cuales estuvieron separadas hasta hace embargo, como parte de esta última, Mociño efectuó unos 3.000.000 de años, en la época del Plioceno (Vale-herborizaciones en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, rio, 2006); dicho istmo se completó con la formación del y de manera marginal en Honduras y Costa Rica (Mal-actual territorio de Costa Rica y una porción de Panamá, donado Polo, 1995).

gracias al efecto combinado de la tectónica de placas, la actividad volcánica y los procesos de sedimentación. Al Posteriormente, ya en el siglo XIX, por motivos e inte-emerger ese puente, resultó posible el flujo de especies reses propios y durante períodos cortos, el diplomático vegetales y animales en ambas direcciones, así como el y naturalista austríaco Emanuel von Friedrichsthal y el surgimiento de numerosas especies endémicas, debido a naturalista polaco Josef von Warszewicz hicieron re-lo cual el istmo centroamericano posee una biodiversi-colecciones en Guatemala, Nicaragua y Costa Rica, en dad sumamente rica (Gámez et al. , 2021).

1839-1840 y 1845-1850, respectivamente (León, 2002; Grayum et al. , 2004). Además, desde 1831 se había es-En términos político-administrativos, durante el domi-tablecido en Guatemala el escocés George Ure Skinner, nio de la Corona Española dicho territorio correspondió comerciante y diplomático, así como un gran coleccio-a una sola unidad denominada Capitanía General de nista de orquídeas, por lo que había efectuado abundan-Guatemala, cuya sede estaba en Guatemala; no era parte tes recolecciones (Ossenbach, 2016). Finalmente, entre de ella Belice, que era una colonia inglesa, ni tampoco 1846-1848 el botánico danés Anders S. Oersted hizo Panamá, que pertenecía a Colombia. Lograda la inde-herborizaciones en Costa Rica, donde residió casi año pendencia de España, en 1821, se conformó en 1824 la y medio (Oersted, 2011); asimismo, recolectó plantas en República Federal de Centro América, constituida por Nicaragua.

Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, la cual prevaleció hasta 1838 (Obregón, 2002).

Aunque, en el caso de Costa Rica, desde entonces no hubo recolecciones, a inicios de 1854 arribaron los médi-En cuanto a sus aspectos biológicos, hasta la época de la cos y naturalistas Karl Hoffmann y Alexander von Fran-independencia, tanto la flora como la fauna de Centroa-tzius, quienes portaban una carta de recomendación del mérica eran muy poco conocidas. Al respecto, los prime-célebre naturalista Alexander von Humboldt para Juan ros intentos formales provenían de la Corona Española, Rafael Mora Porras, presidente de la República, pues al organizar dos grandes y prolongadas expediciones, 62

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) planeaban establecerse en Costa Rica de manera perma-Figura 1. Hermann Wendland,

nente (Hilje, 2013); a ellos se sumó el maestro-jardinero posiblemente en los años 1860.

Julián Carmiol. A diferencia de von Frantzius, quien se concentró en el estudio de las aves y los mamíferos del país, Hoffmann recolectó tanto animales invertebrados como vertebrados, al igual que plantas, que enviaba para su identificación en el Museo Real de Zoología en Berlín y el Museo Botánico de Berlín, respectivamente. En aspectos botánicos, esto le permitió acumular información propia, así como acrecentar el acervo iniciado con las herborizaciones de von Friedrichsthal, von Warszewicz y Oersted.

Ese era el panorama cuando, un día de diciembre de 1856, arribó a las costas centroamericanas el botánico alemán Hermann Wendland, bajo el auspicio del rey Cortesía: Biblioteca del Jardín Botánico de Meise, Bélgica.

Jorge V de Hannover, con el fin de recolectar plantas y semillas para los Jardines Reales de Herrenhausen, así Cowan, 1988; Volz, 2006; Peters, 2013; Rettich, 2016; como ejemplares para el herbario. Por fortuna, él escri-Dowe et al. , 2019).

bió un minucioso diario de sus actividades. Escrito y Una vez completada su educación inicial, en la Escuela publicado en alemán, lo hizo por entregas en 1857, en de la Corte Real, en Herrenhausen, en 1841 fungió como las revistas Hannoversche Zeitung y Hamburger Gar-aprendiz de jardinero al lado de su padre, hasta 1844.

ten- und Blumenzeitung con el título Notas de viaje del Durante este tiempo recibió clases particulares de fran-jardinero de la corte Hermann Wendland. Este valioso cés, inglés, latín e ilustración gráfica.

testimonio no había sido consolidado en un solo documento ni traducido al inglés, sino recientemente (Dowe En 1845 se matriculó en la Universidad Georg-August, et al. , 2022).

de Göttingen, donde recibió formación botánica de parte de Friedrich Gottlieb Bartling (1798-1875), director del En el presente artículo se incluye la traducción al español Jardín Botánico. Asimismo, a partir de 1846 inició un de la primera parte de dicho relato, intitulado Notas de plan de tres años como “jornalero”, para adquirir expe-viaje del jardinero de la corte Hermann Wendland, la riencia práctica en horticultura y botánica. Fue así como, cual abarca el recorrido —desde su llegada a Belice, en de mayo a setiembre de 1846, estuvo en el Jardín Botáni-diciembre de 1856— por Guatemala, El Salvador y el co Real de Schöneberg, cerca de Berlín, bajo la tutela del Valle Central de Costa Rica, poco antes de emprender botánico Carl David Bouché, y de setiembre de ese año a una prolongada expedición por la región de Sarapiquí.

julio de 1847 en los Jardines Imperiales de Schönbrunn, Debido a razones de espacio, el relato de esta última apa-cerca de Viena, Austria, donde recibió formación hortí-recerá en un artículo posterior, en esta misma revista.

cola e instrucción botánica de Heinrich Wilhelm Schott, especialista en la familia Araceae.

¿QUIÉN ERA HERMANN WENDLAND?

Posteriormente pasó un tiempo trabajando en Hietzing, Nacido el 11 de octubre de 1825 y bautizado como Jo-cerca de Viena, en el jardín del barón Charles von Hügel, hann Bernhard Daniel Hermann Wendland, este viajero quien para entonces era presidente de la Sociedad Hortí-

(Figura 1) fue el tercer miembro de una de las más emi-cola Real Imperial y miembro de la Academia Imperial nentes “dinastías” botánicas en Europa, antecedido por de Ciencias (von Hügel, 1903). A fines de 1847 viajó a su abuelo Johann Christoph Wendland (1755-1828) y Suiza e Italia, después de lo cual trabajó para el horticul-su padre Heinrich Ludolph Wendland (1792-1869). Los tor Lambert Jacob-Makoy, en Lieja, Bélgica. De ahí se tres ocuparon puestos jerárquicos en los Jardines Rea-dirigió a los Jardines Botánicos Reales, en Kew, Ingla-les de Herrenhausen, en Hannover, Alemania (Stafleu y terra, donde trabajó con William Jackson Hooker entre 1848 y 1849 (Peters, 2013; Schwerin, 2013).

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Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) En 1850, después de efectuar excursiones por Inglaterra, ionantha y Billbergia viridiflora (Dowe, 2019; Dowe et Escocia y Francia, regresó a Herrenhausen, donde fue al. , 2022).

nombrado ayudante de su padre en el Berggarten (Anónimo, 1903), uno de los cuatro jardines que formaban En cuanto a su vida personal, en 1863 Wendland se casó parte de los Jardines Reales de Herrenhausen. Asimis-con Dorothee Helene Wissel (1842-1872), hija de Louis mo, en 1853 asumió la responsabilidad de la biblioteca, Wissel y Dorothee Wissel; el padre de ella era el vete-el herbario y la investigación botánica en dicha entidad rinario de la Caballerizas y Establos de Herrenhausen.

(Palm 2010; Schwerin 2013). El único viaje de WendLa esposa de Wendland falleció tras ocho años de ma-land fuera de Europa correspondió al recorrido que hizo trimonio, sin dejar descendencia. Él no se volvió a casar, por Centroamérica, en 1856-1857, y es éste al cual están y mantuvo una “vida aislada entre sus hermanos y sus dedicados el presente artículo y uno posterior.

familias” (Rettich, 2016). Víctima de un derrame cere-bral debilitante en julio de 1902, murió el 12 de enero de En 1859 fue nombrado jardinero de la corte y, tras la 1903 (Palm y Rettich, 2006).

muerte de su padre, en 1869, fungió como jardinero principal del Berggarten. Permaneció en ese puesto has-ACERCA DEL DIARIO DE VIAJE DE WENDLAND

ta 1897, cuando se convirtió en director del Jardín de la Corte y asumió el control de los cuatro jardines que La correspondencia de Wendland que fue publicada, y constituyen los Jardines Reales de Herrenhausen.

que aparece traducida aquí, representa el único registro conocido de sus viajes por Centroamérica escrito en pri-En el Berggarten estableció uno de los principales cen-mera persona. Aunque se han efectuado búsquedas ex-tros mundiales de horticultura e investigación en pal-haustivas en los archivos y bibliotecas de Herrenhausen, meras, al desarrollar y mantener la colección viva de Göttingen y Hannover, no se han podido localizar otros palmeras cultivadas más grande de Europa, un extenso informes oficiales ni registros importantes. Aunque va-herbario y el invernadero más alto y más avanzado técni-rias cartas fueron publicadas en la revista Hannoversche camente, en el cual se exhibía la citada colección (Dowe, Zeitung (Wendland, 1857a-d), corresponden a las mis-2019). Además, ahí estableció la colección de orquídeas mas que aparecieron después en Hamburger Garten-más grande del mundo (Schlumpberger, 2016). Fue des-und Blumenzeitung (Wendland, 1857e-i). La traducción crita por Heinrich Gustav Reichenbach, por entonces la del alemán al inglés, publicada recientemente con for-mayor autoridad mundial en orquídeas, como “de sobra, mato de monografía (Dowe et al. , 2022), está basada en la más rica en especies botánicas que jamás se haya for-esta última revista; a su vez, el presente artículo proviene mado” (Anónimo, 1903). De hecho, las orquídeas fue-de dicha publicación.

ron las plantas más recolectadas por Wendland en Centroamérica y, a su regreso, se mantuvieron y propagaron Es pertinente indicar que, aunque Wendland permaneció en lo que se conoció como la “Casa de Costa Rica”, en en Costa Rica hasta mediados de agosto de 1857, no se el Berggarten (Dowe et al. , 2022).

conocen las cartas que pudo haber escrito entre junio y agosto. Sin embargo, su itinerario completo puede ser Con respecto a su contribución al estudio y la taxono-reconstruido a partir de las etiquetas de campo de sus mía de las palmeras, Tomlinson (1989) acota que “el especímenes de herbario, las cuales contienen las fechas nombre de Hermann Wendland está asociado con más y las localidades de recolección de centenares de espe-géneros de palmeras que el de cualquier otro botánico”; címenes.

asimismo, puesto que muchos de los nombres asigna-dos por Wendland aún son válidos, expresó que “él era Cabe acotar que, además, Wendland narró algunas particularmente bueno para denominar plantas”. Entre experiencias y actividades de sus viajes en varias otros logros notables, figura la introducción a Europa publicaciones de carácter botánico y hortícola.

de algunas de las plantas ornamentales más populares Unas fueron breves extractos o resúmenes de la y económicamente importantes del mundo, como la flor correspondencia aparecida en la revista Hamburger de flamenco ( Anthurium scherzerianum), la violeta afri-Garten- und Blumenzeitung (Anónimo, 1856, 1857a-cana ( Saintpaulia ionantha) y las bromelias Tillandsia c, 1858; Koch 1857), mientras que en otras aportó información adicional. Por ejemplo, en una de ellas 64

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) se informó que a su llegada a Guatemala pasó algún Finalmente, para reconstruir a cabalidad la travesía de tiempo con el ya citado recolector Skinner (Anónimo, Wendland, a continuación se enumeran —en orden alfa-1857b), pero esto no lo menciona Wendland en su bético—, las localidades que él visitó durante el trayecto relato. Al respecto, en una carta fechada en Guatemala aquí descrito; algunas no se mencionan en el relato, pero el 3 de febrero de 1857, Skinner le comenta a William fueron tomadas de las etiquetas de los especímenes que Jackson Hooker —de los Jardines Botánicos Reales, recolectó. Cabe acotar que él consignó de manera erró-en Kew— que Wendland “era encantador, y disfruté nea algunos topónimos, los cuales aparecen corregidos mucho acompañándolo a través de este especial país, en el relato, pero constan aquí, por si el lector consultara que conozco ahora tan bien” (Skinner, 1857). Asimismo, los relatos en su versión original.

su relación con Karl Hoffmann en Costa Rica fue apenas mencionada aunque —como se verá después—, fue Al respecto, en Guatemala visitó Acatenango, las mon-realmente importante.

tañas de Altor [Atitlán], Esquiella [Escuintla], Hacienda Sapota [Zapote], Hacienda Naranjo, Yalpatagua Debe señalarse que, durante su estadía en Centroaméri-

[Jalpatagua], Lago Dulce [Lago de Izabal], La Puenta ca, Wendland nunca trabajó solo en el campo, sino que

[El Puente], Oratorio, Quininagua [lugar desconocido], estuvo acompañado por ayudantes, ya fueran volunta-Quiriguá, Río Dulce, Río Paz, San José, San Pablo, rios o asalariados. En Guatemala lo hizo con Skinner San Pedro, Santa Lucía, el volcán Tolimán y Zacapa. Por (Anónimo, 1857b), mientras que en Costa Rica tuvo el su parte, en El Salvador recorrió Ahuachapán, el volcán apoyo de Federico Winter, Juan Braun y Gerhard Jäger, Conchagua, La Unión, Puerto Conchagua [La Unión], este último contratado por él. Asimismo, hubo varios Río Sucio, San Miguel, San Salvador, San Vicente, lugareños con los que viajó, incluidos algunos propieta-Santa Ana, Jocoro [Socorro] y las minas de Tabanco.

rios de albergues, conductores de mulas y baquianos, de Finalmente, en cuanto a Costa Rica, estuvo en Alajue-cuyos nombres dejó constancia en su correspondencia.

la, Atenas, Azari [Aserrí], Barva, Cartago, Desengaño

[Paso de El Desengaño], Esparza, La Garita, La Uruca, Como una aclaración para los lectores, el relato que apa-Heredia, Muelle, Naranjo [hoy Juan Viñas], Puntarenas, rece en el presente artículo proviene de la monografía río Reventazón, río Sarapiquí, San José, San Miguel, ya citada (Dowe et al. , 2022), pero se ha omitido más San Ramón, Santa Ana, Turrialba, el volcán Barva, el de la mitad de dicho documento, en la que hay un aná-volcán Irazú, y el volcán Turrialba. Finalmente, en Nica-lisis pormenorizado de la nomenclatura de las especies ragua visitó solamente el puerto de San Juan del Norte o recolectadas por Wendland. Esto es así por tratarse de Greytown.

aspectos muy técnicos. Sin embargo, el lector con interés en botánica puede hallar ahí la información referida a holotipos, lectotipos y neotipos, además de que en ella DIARIO DE VIAJE DE WENDLAND

se especifican los respectivos códigos que portan algu-Como se dijo, el jardinero de la corte Hermann Wend-nos especímenes clave, depositados en el herbario de la land fue enviado por Su Majestad el Rey de Hannover Universidad de Göttingen (GOET).

a Centroamérica, para recolectar plantas y semillas para En cuanto a aspectos de estilo, conviene indicar que al el Berggarten, en los Jardines Reales de Herrenhausen.

relato se le realizaron algunos ajustes, para estructurarlo Inició su viaje el 17 de noviembre del año pasado [1856]

en párrafos más cortos. Además, cuando fue necesaria desde Southampton. Llegó el 2 de diciembre a [la isla alguna aclaración breve o se enmendó la grafía original de] Santo Tomás, después de un viaje sin incidentes, a de un nombre mal escrito, utilizamos paréntesis cuadra-Jamaica el día 6 y a Belice el 12. Tras permanecer varios dos. Asimismo, puesto que el contenido a menudo obli-días en este último lugar, continuó su gira el 14 de di-ga a incluir amplias explicaciones, y éstas harían des-ciembre en una pequeña goleta hacia Guatemala, adonde proporcionadas las notas al pie de página, optamos por llegó sano y salvo el día 16.

incorporar dichas aclaraciones en el propio cuerpo del relato, pero en letra cursiva; solo las aclaraciones muy Los conocidos y los colegas profesionales del Sr.

cortas permanecen al pie de la respectiva página.

Wendland estaban interesados en saber más detalles sobre sus observaciones preliminares en la ruta de Belice 65

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Figura 2. La boca del río Dulce.

Fuente: Brigham (2008).

a Guatemala, acerca de lo cual él informó en una carta a das y enredaderas, para que no se caiga. Casi todos los su familia en Hannover, de la cual se toma el siguiente árboles proporcionan sostén a otras plantas, como aroi-extracto:

deas y helechos que se asemejan a serpientes, mezclados con orquídeas y tillandsias. En el propio río predomina

“El 14 de diciembre, a las seis de la mañana en punto Rhizophora mangle. Las cecropias, dillenias, etc. son abordamos la goleta, con cinco hombres fuertes. La maravillosas.

cabina era tan estrecha, que podíamos estar en posición horizontal únicamente durante la noche. Además de esto, Ya avanzada la noche del día 16 llegamos al gran lago había gran suciedad en la nave, al punto de que pululaban cerca de Izabal, pero no pudimos salir de nuestra goleta algunas cucarachas nada pequeñas. Estos inconvenientes esa noche. Nos alojamos en Izabal durante los siguientes fueron totalmente superados por la maravillosa vista de tres días, con el fin de hacer los arreglos para el viaje por la costa a lo largo de la cual navegábamos. La noche tierra. Aquí vi por primera vez los espléndidos árboles siguiente anclamos en el río Dulce. Aunque tuvimos carolinianos [ Pachira aquatica], adornados con grandes buen tiempo hasta este punto y palpamos la fuerza del flores blancas con largos estambres rojos.

sol tropical y el calor, también nos topamos con la lluvia del trópico.

En una carta publicada en 1857 en la revista Botanische

Zeitung (15: 278-279), se narra esta misma experiencia, El día 16 el cielo abrió todas sus escotillas, y la lluvia pero con leves modificaciones y algunos comentarios cayó a torrentes. Mientras navegábamos por el río Dulce adicionales. En cuanto a las plantas recién citadas, las (Figura 2) con mis binoculares pude observar unas doce tillandsias son epífitas, llamadas “clavel del aire”; la especies diferentes de palmas, pero la distancia me impi-segunda es una especie de mangle; las cecropias son dió examinarlas. Aquí adquirí mis primeras impresiones parientes del guarumo; las dillenias son árboles, como de la selva. Describir algo así se vuelve casi imposible el llamado zapote de la India o laurel; y a la última se le para mí: ves mucho, no ves nada. ¡Qué vida la que reina conoce como castaño de Guayana.

en tal vegetación, donde todo se dirige hacia arriba! Si un árbol gigante se aventura a sobresalir por encima de El día 20 nos montamos en nuestras mulas. El camino, los otros gigantes, es sostenido como un mástil, por cuer-que conducía cuesta arriba y cuesta abajo, era muy 66

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) fragoso. Al principio el viaje me pareció peligroso, pero pues él no recolectó muestras. En cuanto a Tillandsia

poco a poco me acostumbré, y después me percaté de

erubescens [hoy Tillandsia ionantha], no hay que, en realidad, el primer día había sido el más fácil.

especímenes conocidos, aunque en GOET hay al menos Aún no hay carreteras aquí. Hay una trocha de anchura uno, indeterminado, que podría corresponder a dicha desigual, que conduce a través de la selva. El piso se especie.

torna seco donde hay exposición a la intensa radiación solar.

El día 27 llegamos a la ciudad de Guatemala, después de habernos encontrado con una gran multitud de loras Nuestro campamento para la primera noche fue montado verdes, que volaban en parejas o en bandadas. Esta con la ayuda de un carpintero alemán, quien ya casi había ciudad, de aspecto amistoso, no puede estar ubicada en olvidado su lengua materna. Durante la cena estuvimos un sitio más hermoso; por tres costados está rodeada por rodeados por todo tipo de espectadores, que parecían volcanes, uno de ellos siempre humeante. En Guatemala tener mucha curiosidad por nosotros. Estos consistían recolectaré sobre todo en la costa oeste, porque el en perros, cerdos, pollos, monos y una serie de niños resto ya está muy explorado.3 Permaneceré aquí hasta desnudos, todos los cuales rara vez reciben comida, y finales de febrero, para enviar a Belice las plantas que dependen de conseguirla por cuenta propia.

he recolectado hasta ahora y después dirigirme a San Salvador, rumbo a Costa Rica. El 4 de enero comenzaré Dormimos en el corredor aunque, curiosamente, se mi primera gran expedición.

le llama la plaza, que consta de cuatro soportes; tres costados están abiertos, y solo el cuarto está cubierto Guatemala, 22 de enero de 1857. Gracias a Dios, estoy por hojas de palma, pues es el techo. Apenas me había muy bien, pero sufro de un poco de impaciencia, por acomodado en una hamaca, no sin dificultad, cuando el retraso en la llegada de las tan esperadas cartas de una piara de cerdos apareció debajo de mí, en búsqueda Hannover.

de los sobros de nuestra cena. Esto también incluía a mis botas, que desalojaron de la mesa donde las dejé.

Aunque sospecho que la correspondencia ya debe estar Lo único que pude hacer para que no las dañaran tan cerca, debido a que el Sr. [Charles Lennox] Wyke, quien voraces animales, fue saltar de la hamaca, espantarlos y es el cónsul inglés aquí, me envió un folleto de Sir W.

poner mis botas a salvo.

[William Jackson] Hooker, de Kew, que este último le remitió para mí en el último correo.4 Pero Wyke tiene Por la mañana me despertó una terrible tormenta. La su propio mensajero de Izabal, por lo que tendré que calma era algo impensable, debido a la fuerza del esperar hasta mañana. Mientras que mi reloj muestra las huracán. Retumbó y golpeó con tal fuerza como nunca seis y media de la tarde, son las dos o tres de la mañana antes lo había experimentado yo. Tal tormenta se puede del día 23 en Hannover. Cuando me levanto, sé que a esa escuchar solo aquí. Los árboles fueron arrancados en se almuerza allá. De vez en cuando me da gran placer masa.

comparar la hora de aquí con la de allá. Esta noche iré a la ópera local con un conocido. Tengo gran curiosidad Una vez que la tormenta cesó, cabalgamos durante al respecto.

dos días a través de áreas con cactus, lo cual fue muy agotador. Varios Cereus hexagonus, de hasta 30 pies 23 de enero. La de anoche fue una actuación lamentable; de altura y 1-2 pies de espesor, mezclados con fuertes es insoportable escuchar algo así. Ni siquiera soy capaz pereskias [cactus con hojas], estaban cubiertos por de describirlo, pues fue demasiado horrible. Las cartas orquídeas, aunque sobre todo por tillandsias, de las que esperadas están aquí, cuyo contenido me ha tranquilizado Tillandsia erubescens era la más común. Creo que de un por completo.

solo ejemplar de Pereskia se podría cosechar suficiente material de Tillandsia como para cargar dos caballos.

Cereus hexagonus es nativo del norte de América del 3

Posiblemente se refiere a las herborizaciones de Sessé y Mociño, Skinner, von Friedrichsthal y von Warszewicz, citadas todas Sur (Taylor y Zappi, 2019). El registro de Wendland en la introducción del presente artículo.

puede ser una población adventicia o aislada, o 4 Por entonces Wyke (1815-1897) era el cónsul británico para posiblemente otra especie, que no pudo ser identificada, Centro América, y después fungiría como ministro (embajador) plenipotenciario en México.

67

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Figura 3. Panorámica de la ciudad de Guatemala.

Fuente: Brigham (2008).

Saldré de Guatemala el día 26, y los pasajes para el tren de robles [ Quercus spp.], en su perímetro y por sobre y vapor están reservados. He realizado muchos viajes los bordes. A lo lejos uno ve solo estos árboles y no aquí este mes, así como observado y recolectado mucho sospecha de las abruptas profundidades o barrancos que material, por lo que puedo estar satisfecho conmigo hay junto a ellos.

mismo. La razón por la que me voy de aquí tan pronto es que esta área no tiene tantas plantas hermosas y nuevas En cuanto a las unidades de medida citadas en el texto, como espero las haya en Costa Rica. Por supuesto que para evitar reiterarlas, se consignan aquí una sola vez.

hay muchas plantas hermosas aquí, pero son muy raras.

Una legua equivale a la distancia recorrida en una hora Tengo gran ilusión por trasladarme a Puntarenas en por una persona, ya sea a pie o a caballo, y corresponde vapor.

a un valor de 5 km, en promedio. Por su parte, un pie inglés equivale a 30,47 cm. Asimismo, en aquella época En mi carta anterior escribí acerca de una expedición se usaba la escala Réaumur; para convertir los grados costera, que mencioné que quería emprender a Réaumur (°R) en grados Celsius (°C), el respectivo valor principios de mes, pero mi plan se desmoronó de nuevo.

debe multiplicarse por 1,25 (es decir, Cº = Rº x 5/4).

Un domingo fui de excursión a un valle no muy lejos de la ciudad de Guatemala, acompañado por un herrero Mi primera excursión fue a un barranco de esos. Regresé alemán [Peter Kreitz] que tiene un buen negocio aquí; cansado a casa, pero cargado de plantas. Días más tarde es un cazador apasionado y también un hombre muy

[del 8 al 12 de enero de 1857] hice una segunda excursión, bueno. Quiero describir a continuación lo que vi.

por cuatro días, a Las Nubes, una cordillera a 8000 pies sobre el mar, seis horas al sureste de aquí. Recibe dicho La ciudad de Guatemala (Figura 3) se encuentra en nombre porque casi siempre está cubierta de nubes, que una planicie a 5000 pies sobre el mar, circundada por rara vez provocan lluvias. Definitivamente, se trata de altas montañas que se localizan a una distancia de dos a un clima alpino. La temperatura descendió a + 5.5°R por cinco horas. Esta meseta parece bastante plana cuando la noche y temprano por la mañana, lo que nos causó un se le observa desde las montañas, e incluso desde la frío glacial.

ciudad; pero si uno los mira más de cerca, encuentra en la región aparentemente plana una multitud de valles que He recolectado mucho y encontrado cosas bonitas, pero son inicialmente estrechos y profundos, y después más poco es de interés, porque los indios recogen todo para anchos, y que están cubiertos de árboles, especialmente sus amos. Predominan las bromelias; los árboles están 68

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Figura 4. Antigua Guatemala, con el volcán de Agua al fondo.

Fuente: Westervelt (2008).

literalmente sobrecargados de ellas y hasta colapsan, mos en la mañana del tercer día. Nuestra caravana esta-debido a su peso, ya que casi todas las bromelias están ba compuesta por ocho personas, e incluía porteadores llenas de agua. Estoy enviando semillas y helechos y sirvientes, más seis caballos y burros. Regresamos al a casa, en abundancia. A partir de este viaje hice dos sexto día.

excursiones, que también fueron muy exitosas.5

Durante un viaje a Guatemala, el naturalista inglés El 17 de enero, acompañado por mi amable compañero Frederick DuCane Goodman, editor junto con Osbert de viaje y anfitrión, hice una excursión de un día a la Salvin de la monumental obra Biologia Centrali-Ame-

vieja Guatemala, llamada Antigua Guatemala (Figura

ricana, consignó lo siguiente: “[Agosto de 1861] ...lue-4), que fuera destruida por un terremoto en 1776.6

go se dirigió a Dueñas, donde nos quedamos durante algunas semanas en los espacios más encantadores de La ciudad se encuentra casi entre dos volcanes, los de la casa del señor William Wyld, amigo de Salvin” (Go-Agua y Fuego, las dos montañas más bellas del mun-dman, 1915). Es lógico suponer que esta es la misma do. La excursión se hizo alrededor de este último. El persona que hospedó a Wendland, aunque para enton-segundo día [18 de enero] pernoctamos en San Miguel ces un hermano suyo, Thomas Wyld (1813-1867), estaba de Dueñas, un pueblo localizado entre los dos volcanes, en Guatemala. En cuanto a la cochinilla, los aztecas y en la casa de un inglés, Wyld, quien posee grandes plan-los mayas criaban este insecto homóptero sésil, Dactylo-

taciones de cactus allí para criar cochinilla. Él y su hijo

pius coccus (Dactylopiidae), sobre las pencas del cactus decidieron unirse a nuestra gira, de modo que la inicia-

Opuntia spp., como una fuente de un pigmento rojo llamado carmín.

5

El 11 de enero, entre otras plantas, Wendland recolectó en Las Nubes los especímenes tipo de Cicendia stricta (Gentianaceae) y Maxillaria atrata (Orchidaceae). El espécimen tipo (holotipo) es En este recorrido encontré varias plantas hermosas, aquel en el cual se basa la descripción taxonómica de una nueva entre ellas algunas que habían pasado desapercibidas especie.

para mis acompañantes, pero fueron un hallazgo 6

Al parecer, fue más bien tres años antes cuando, el 29 de julio de maravilloso para mí, que pude reconocer su valor. El 1773, una serie de sismos asociados con el terremoto de Santa Marta estremecieron y destruyeron la por entonces denominada indio que acarreaba mis muestras perdió varias de mis ciudad de Santiago de Los Caballeros, hoy Antigua Guatemala.

69

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) plantas bonitas, lo cual no es raro aquí. En todo caso, sobre todo cenizas, que muchas veces era insoportable.

fue un recorrido espléndido. Ese paisaje, especialmente No he visto lluvia durante cinco semanas enteras, aunque desde la Hacienda de Pantaleón, que se encuentra entre tampoco la deseo.

el volcán de Fuego y el mar, difícilmente lo volvería a presenciar. Justo frente a nosotros estaba el siempre 25 de enero. Mis cosas están empacadas. Me voy de aquí humeante volcán de Fuego.7

mañana, y debería llegar bien a la costa temprano el día 27, para abordar el vapor.

Hacia la izquierda y rumbo al norte, a unas 50 leguas de aquí, está el volcán Tolimán —con tres cumbres—, en las 28 de enero. ¡Todo en vano! Mi viaje fue cancelado, hermosas montañas de Atitlán, un poco a la derecha del y entonces experimenté una de las muchas bromas volcán de Agua y algo lejos del volcán de Pacaya. Estos yanquis. El vapor había llegado en la mañana del día 26, volcanes son verdaderas obras maestras de la creación, pero partió el mismo día, sin carga ni pasajeros. Estoy con forma de pirámides de belleza indescriptible, y los de vuelta en [ciudad de] Guatemala y ahora perderé al tres miden entre 13.000 y 14.000 pies de altura. Aquí menos cuatro semanas, debido a la bromita. Al principio vi por primera vez corrientes de ceniza, que el volcán tenía dudas sobre qué hacer en estas circunstancias, ya de Fuego expulsó el año pasado, lo que causó gran que no puedo permanecer aquí otro mes, y la ruta terrestre destrucción.8

[hasta Costa Rica] parece demasiado complicada desde aquí. No obstante, pronto superé mi vacilación y llegué a El sexto día recorrimos Antigua Guatemala, donde una resolución firme.

mi compañero de viaje me mostró muchas cosas interesantes. El momento de la destrucción debe haber En relación con la supuesta broma, Wendland usa la sido terrible, pero ahora la gente se ha asentado una vez expresión “yankee prank”, para aludir a un servicio de más entre los horribles escombros, sin temor alguno. La poco fiar. Asimismo, en la ya citada carta de Skinner a tercera noche de este viaje tuve que dormir sobre una Hooker, describe así ese retraso: “él [Wendland] partió mesa, usando como colchón la cobija de los aperos de el 26 para ir a tomar el vapor, pero el barco se fue antes montar a caballo, y como almohada el vasculum.

de que él llegara al puerto, dejando 11 pasajeros y toda la correspondencia del gobierno, por lo que él debió El vasculum era un recipiente llevado al campo por los regresar” (Skinner, 1857).

botánicos, en el que acumulaban las muestras de plantas hasta que, al final de cada jornada de recolección, Yo había estado en Escuintla el 26 de enero y, mientras pudieran ser colocadas en prensas, para después cabalgaba a la mañana siguiente, varios jinetes que me secarlas. Algunos medían hasta un metro de largo, de topé y adivinaron mis intenciones, me informaron que forma ovalada en vista transversal, y con una puerta mi viaje hacia el puerto no tenía sentido, pues mi vapor lateral para insertar o extraer el material vegetal. Su había regresado a Panamá con la mayor normalidad y sin diseño varió a lo largo de los años, y de un país a otro.

siquiera llevarse los bultos del correo. En esos días supe No se cuenta con una descripción de los que Wendland de muchos viajeros que querían tomar ese vapor. Todo el utilizaba.

mundo tuvo que olvidarse del asunto y posponer el viaje cuatro semanas. Aunque el gobierno paga 3000 dólares La cuarta noche dormí en una casa donde guardaban al año por el servicio, el capitán del vapor, si lo considera maíz en mazorca, y aproveché para consumir algunas.

necesario, no solo no transporta a los pasajeros, sino que A la mañana siguiente observé la silueta de mi cuerpo tampoco se lleva el correo, como sucedió esta vez.

impecablemente moldeada sobre el montón de mazorcas, a la vez que cada mazorca dejo una marca en mi cuerpo.

En cuanto al citado navío, es casi seguro que se trataba Una noche tuvimos un leve temblor de tierra, pero no del vapor Columbus, perteneciente a la empresa lo sentí. En este recorrido tuve que tragar mucho polvo, estadounidense Pacific Steamship Mail Company, llamada también Mala del Pacífico. Cabe acotar que, 7

Fue en dicho predio donde Wendland recolectó el espécimen tipo gracias a los esfuerzos de la Compañía del Ferrocarril de Spiranthes prasophyllum (Orchidaceae).

de Panamá, a inicios de 1855 se había inaugurado 8

El editor del relato original de Wendland acota en una nota al pie un ferrocarril que conectaba el puerto de Colón (o que, “según la prensa inglesa, se supone que este volcán tuvo Aspinwall), en el Caribe, con la ciudad de Panamá. Por una terrible erupción el 3 de marzo de 1857”.

70

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) eso fue que se fundó la empresa naviera citada, para La Unión, 23 de febrero. He llegado aquí sano y salvo, y llevar pasajeros y mercadería directamente desde ahí espero arribar a la tan ansiada Costa Rica en ocho días, si hasta San Francisco, en California (León, 1997). Sin el vapor americano no me defrauda de nuevo. Mi salida embargo, ante la ausencia de un servicio a los puertos de Guatemala se retrasó hasta el 6 de febrero, ya que mis centroamericanos, la Compañía del Ferrocarril llegó compañeros de viaje aún no estaban listos para partir.

a un convenio con los gobiernos y destinó el pequeño Finalmente, y debido a que ya estaba cansado de esperar, vapor Columbus, de 460 toneladas, con ese fin. Eso decidí viajar solo, pero con un baquiano, por seguridad.

explica la gran demora sufrida por Wendland al perder Pensé que los demás pronto me alcanzarían, pero me el buque en el puerto de San José, en Guatemala, que era equivoqué pues no los vi nunca más.

donde atracaba. En aquella época, el capitán principal del Columbus era John Melmoth Dow, quien además El día 8 había llegado a Santa Ana, y el 10 a San Salvador, era un naturalista aficionado (Hilje, 2013); a él le fue donde descansé un día. El día 13 arribé a San Vicente, el dedicada la guaria Turrialba (Cattleya dowiana) por el 15 a San Miguel, y el 22 llegué aquí, a La Unión. Desde taxónomo inglés James Bateman (Ossenbach, 2016).

San Miguel emprendí una larga excursión a las minas de plata que hay cerca de Tabanco.10

Durante mi infructuosa gira, había conocido al general José María de Garria con su hijo e hija, quienes planeaban Mi baquiano era una buena persona, pero bastante ir a Nicaragua.9 Habían tenido la misma suerte que yo, temeroso. Él se mantenía tranquilo y satisfecho solo y me dijeron que querían viajar por tierra a La Unión cuando yo tenía mi revólver en la mano, aunque nunca

[en El Salvador] y que los acompañara, ya que era la tuve que usarlo. Viajar por este país no es muy peligroso, única manera de no tener que esperarme cuatro semanas aunque de vez en cuando ocurren asaltos. Es raro que hasta el nuevo viaje del vapor. El padre y el hijo eran uno se detenga a conversar con extraños, pues teme verdaderos gigantes, armados con sables de cinco pies que estén mejor armados que uno. Así que, llegué aquí de largo. Como también regresaban a la ciudad de sin ningún incidente. En la travesía sí sufrí debido a los Guatemala, fui a verlos tan pronto como llegamos, para intensos rayos del sol, los cuales me quemaron tanto las discutir nuestro viaje por tierra. Acordamos partir el día manos y la cara, que se me despellejaron.

31, y parece que nuestra comitiva será numerosa, pues El territorio por el que pasé era muy hermoso casi todo, mucha gente quiere unírsenos.

pero en su mayor parte muy quemado. Con el siguiente A pesar de los temores iniciales de viajar por tierra, ahora correo enviaré las semillas recogidas durante este viaje.

me estoy creando expectativas con esta gira, pues me No he visto muchas palmas; apenas una especie de daría la oportunidad de ver algunas cosas de interés.

Bactris, y no hay rastros de Chamaedorea ni Geonoma.11

En este país, el atuendo de viaje parece muy de aventura.

24 de febrero. Aquí en La Unión hace un calor agradable, Uno va armado hasta las orejas, previendo cuál arma con 29°R a las tres y media de la tarde. De las diez de la usar primero, en caso de necesidad. Por lo general llevas mañana a las cuatro de la tarde aquí uno no puede hacer un rifle delante tuyo, sobre la silla de montar; a un lado nada. En realidad, la gente disfruta de no hacer nada. Lo cuelga un sable de cinco pies de largo, con el que en mejor aquí es la hamaca, que ocupa el primero, así como realidad no puedes hacer nada; un cuchillo y una daga el más grande espacio en la habitación, colgando de una van insertados en tu cinturón; los ruedos del pantalón pared a la otra. No falta en ninguna habitación, y sirve van metidos entre las botas, en las que hay espuelas, como un sofá. A todo extraño o visitante se le ofrece un que son aún más grandes que las usadas en Alemania.

asiento en ella. Como lo mencioné, el país es hermoso, Cuando por primera vez vi al general y su familia —la incluso maravillosamente hermoso y me gusta mucho, hija nunca se quedó sin cigarros—, me costó no reírme.

excepto por la gente que lo habita. Actualmente, debido Si vieras a un grupo así allí, confundirías a la gente con a la guerra en Nicaragua, cada extraño es confundido vagabundos o con equilibristas de circo.

con un estadounidense y es honrado con la designación 10 El Tabanco era una mina de oro y plata cerca de San Miguel, hoy abandonada.

11 De esta ocasión, en GOET se cuenta con al menos un ejemplar 9

Quizás su apellido correcto era García o Garriga.

de una especie de Bactris.

71

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) de “yanqui”; este término también es proferido hacia Venezuela]; este pequeño insecto es peor que cualquier algunos extranjeros de vez en cuando .

especie de mosquito”.

La guerra en Nicaragua se refiere a las luchas de En un pueblo donde pernocté, el dueño de la casa me los ejércitos centroamericanos contra las huestes agradeció que trajera flores conmigo, porque pensaban filibusteras comandadas por William Walker (1824-que no las había en el lugar del que yo provenía.

1860). Ante la interminable pugna histórica entre los partidos Liberal y Conservador, por medio del 6 de marzo. El esperado vapor finalmente ha llegado, y periodista estadounidense Bryan Cole, el líder liberal zarpará hoy al mediodía. Aún tengo un poco de fiebre, de Francisco Castellón logró el apoyo militar de Walker, estar en este lugar insoportable, pero con la ayuda de un periodista, abogado y médico, quien vivía en California, tal Dr. Bernhard, a quien conocí en San Miguel, espero y en 1853 había hecho una incursión militar en Baja recuperarme pronto. Este ataque febril no me impedirá California y Sonora, México. Walker llegó a Nicaragua abordar el vapor hacia Puntarenas (Figura 5A) y así en junio de 1855 con su propio grupo de mercenarios.

alejarme de aquí cuanto antes.

A partir de cierto momento contó con el respaldo de El médico alemán Ernst Carl Bernhard había vivido los estados esclavistas del sur de EE.UU., interesados en Nicaragua previamente, donde se ennovió con su en instaurar la esclavitud y anexarse los cinco países compatriota Luisa Mertens, quien era la esposa del centroamericanos (Obregón, 1991). Aunque en 1856

abogado Fernando Streber, y después convivieron en incluso se convirtió en presidente de Nicaragua, en El Salvador. Streber se estableció en Costa Rica, como 1857 sería derrotado por una coalición de ejércitos secretario de la Sociedad Berlinesa de Colonización de centroamericanos, liderada por Costa Rica.

la América Central, cuyo líder Alexander von Bülow 1° de marzo. Ayer hice una excursión al volcán —ingeniero y militar—, impulsaba la creación de una Conchagua, que resultó muy satisfactoria. Encontré colonia alemana en Angostura, Turrialba (Hilje, 2020).

una palma cerca de allí, una especie de Copernicia o de Puntarenas, 9 de marzo. Me siento mucho mejor aquí, y Brahea. 12

espero recuperarme pronto. Mañana por la tarde saldré 3 de marzo. Es posible que el vapor regrese de Guatemala, hacia San José, donde continuaré escribiendo mis cartas.

y entonces podré estar en Costa Rica en tres o cuatro San José, Costa Rica, 4 de abril. En mis últimos infor-días. Conocía a las garrapatas, posiblemente uno de los mes mencioné que tenía una leve fiebre, pero esto pronto insectos más terribles que existen, y no me gustan en se resolvió y mi condición ahora no es para preocuparse.

absoluto. La única manera de mantenerlas lejos de ti, El 10 de marzo iba a partir hacia San José, pero me que-es un traje de lino o muy ajustado. Si has estado en el daron mal con las mulas y no pude partir hasta la tarde bosque durante el día, puedes tener la certeza de que, siguiente, después de contratar otras. Pasé la primera no-al regresar a casa, estarás completamente cubierto por che en Esparza, la segunda en Atenas, y la tercera en San ellas. Mi viejo amigo Peter Kreitz, el apasionado cazador José (Figura 5B).

en Guatemala, me dice que “no le tengo miedo a nada en el mundo, pero prefiero enfrentarme a un tigre que a las Durante los primeros dos días, el camino me condujo a garrapatas”.

través de la hermosa vegetación tropical, pero era inso-portablemente polvoriento, ya que no ha llovido durante Las garrapatas no son insectos, sino arácnidos. Al mucho tiempo, como en Guatemala. Mis dificultades se respecto, también se equivoca Eduard Otto, editor del agravaron por el hecho de que el camino siempre esta-relato original de Wendland, quien en una nota al pie ba bloqueado por cientos de bueyes que llevaban café al indica que “yo también tuve que soportar la más horrible puerto.

de todas las plagas, en el trayecto de Caracas a Orituca

[Orituco], en la zona de Las Gartigas [Artigas, en Puntarenas era, y aún lo es, el principal puerto en la costa Pacífica de Costa Rica. Estaba conectada con San 12 No se conocen recolecciones de Copernicia ni Brahea por parte José, la capital, mediante el Camino Nacional, una calde Wendland. No podría tratarse de Copernicia, pues este géne-zada empedrada de 140 km de longitud, apta para ca-ro no está presente en Centroamérica; por tanto, no hay duda de que era una especie de Brahea.

rretas. Puesto que el café se cosecha durante la estación 72

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Figura 5. Vistas de Puntarenas (A) y de San José (B) en 1858.

Fuente: Meagher (2008).

seca (diciembre-abril) y era transportado a Puntarenas quemarme la nariz, las mejillas y las manos, aunque esto en carretas tiradas por bueyes, para ser exportado a Eu-último fue bastante doloroso.

ropa, Wendland debió presenciar tan febril actividad comercial. Cabe acotar que tanto en el caserío de Esparza Cuando estaba en San José, entregué mis cartas de reco-como en el de Atenas, localizados a lo largo de esa ruta, mendación al cónsul Nanne y al Dr. Hoffmann (Figura había albergues bastante rústicos.

6A-B). En ambos casos llegué a conocer personalidades muy agradables, y fui recibido por ellos de la manera Al tercer día, cuando ya estaba en la altiplanicie de San más amable.

José, un fuerte viento del este me cubrió de polvo, mientras el aire estaba despejado y seco. Estos vientos son En cuanto a estos dos compatriotas, Guillermo Nanne dañinos para aquellos que vienen de la costa, y a me-

(1828-1895) nació en Hannover, y había llegado a nudo muy peligrosos; en mí no tuvieron más efecto que California durante la “fiebre del oro”, tras lo cual 73

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Figura 6. Guillermo Nanne (A) y Karl Hoffmann (B).

Fuente: Clara Nanne y Silvia Meléndez, respectivamente.

se marchó a Perú y Chile, donde tampoco tuvo éxito.

comprometidos políticamente, o ya sea por estar —

En Costa Rica se dedicó a numerosas actividades como se suele decir—, “cansados de Europa”, cambia-comerciales, a la producción de café y la minería, ron la vieja patria alemana por venirse a vivir en este directivo y comandante del primer Cuerpo de Bomberos lugar. En esta república modelo, los que soñaban con el y director general del Ferrocarril de Costa Rica (1873); republicanismo en su mayoría dan rápidamente un giro además, por un tiempo fungió como cónsul (Hilje, completo y se convierten en totalmente lo contrario, ade-2013). Se casó con Mercedes Escalante en 1854, con más de que, por lo general, se curan de su delirio y, si se quien procreó nueve hijos. Después se trasladó a vivir les permitiera volver a Alemania, con seguridad serían a Guatemala, donde se involucró con sus hijos en la los ciudadanos más tranquilos del mundo.

construcción del ferrocarril del puerto de San José a Escuintla; está enterrado allá. En el caso de Hoffmann Es evidente que en los dos párrafos precedentes Wend-

(1823-1859), a quien se aludió previamente, nació en land alude a la llamada Revolución de 1848 contra la Stettin, Prusia. Su esposa se llamaba Emilia. Era el monarquía absoluta, que no tuvo tanta importancia en mejor médico residente en Costa Rica (Hilje, 2007).

Hannover como en el poderoso reino de Prusia. Con ella no se logró el anhelo de establecer un régimen re-Hoffmann está interesado especialmente en las ciencias publicano y democrático. Como se documenta en Hil-naturales, y ya ha recolectado un gran número de plan-je (2013), Hoffmann y von Frantzius —al igual que su tas, además de que me sugirió varios buenos lugares para mentor Rudolf Virchow, proponente de la Teoría Celu-recolectar. Pasé horas bastante agradables en su casa; su lar, así como otros notables científicos e intelectuales—, esposa es de Berlín. No tienen hijos. En 1848 se había tuvieron una muy activa participación en dichas jorna-involucrado tanto en los movimientos políticos en Ale-das insurreccionales. Ello les costó la persecución del mania, que había tenido que abandonarla, sin ninguna gobierno prusiano y, en gran parte, explica su decisión perspectiva de que se le permitiera retornar. Puesto que de instalarse en Costa Rica para siempre. Sin embar-obtiene un ingreso significativo gracias al ejercicio de go, como se percibe de manera implícita en el relato de su profesión de médico, puede vivir mejor que muchos Wendland, de la historia del desarrollo de Costa Rica otros.

y de los escasos años que llevaba como república, no podía ver sino el contraste de la situación con la de su En su casa, con frecuencia parecen darse cita los alema-propio país, y lo supone suficiente como para que los nes. Aquí hay muchos alemanes que, ya sea por estar 74

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) otrora revolucionarios hubieran cambiado ya, radical-bía dos cajas de aves disecadas, lo cual revela su interés mente, de credo político.

por la vida silvestre, que quizás se inició en su relación con Wendland.

Me alegró mucho reencontrarme con un viejo amigo de Quickborn, un rebelde joven comerciante de Buxtehude Permanecí en San José hasta el 21 de marzo, y después de apellido Winter quien, al igual que su amable espo-emprendí un viaje a Turrialba, a través de Cartago. Re-sa, nació en Hamburgo. ¡Cómo en un país extranjero los gresé el día 31.

tonos profundos y cómodos de nuestra lengua alemana baja golpean el corazón tan poderosa y conmovedora-Esta gira fue muy exitosa, ya que traje casi un centenar mente al mismo tiempo! Con estos conocidos uno puede y medio de plantas secas. Las plantas vivas están aquí en tener una conversación agradable y reposada, y evocar el patio de la casa donde vivo, donde las preparé para su los buenos tiempos vividos en Alemania.

envío. Turrialba, al este de Cartago, realmente pertenece a la región cálida, y está rodeada de vegetación exube-Federico Winter, llegado en 1856, estaba casado rante (Figura 7).

con Juana Dreisde, y tuvieron un molino para trigo en las cercanías del río Torres, en las afueras de la Figura 7. Panorámica del valle de Turrialba.

capital (Hilje y Torres, 2018); en 1859 su esposa reclamaba que se había ido de país sin avisar, y la dejó desprotegida legalmente, pues los bienes estaban a nombre de él. En cuanto a Quickborn, es una ciudad en el distrito de Pinneberg, en Schleswig-Holstein, cerca de Hamburgo. Por su parte, el alemán bajo es una lengua germánica occidental que se habla principalmente en el norte de Alemania y la parte nororiental de los Países Bajos.

Aquí en San José alquilé una habitación, por la que tengo que pagar $ 8.50 al mes.13 También tengo un compañero, intérprete, secuaz y similares, etc., todo en un solo individuo. Se trata de un alemán de apellido Jäger; Fuente: Luko Hilje.

le pago $ 20 al mes, tiene comida gratis y vive conmigo.

A menudo me comentan que debo estar satisfecho con tan barata adquisición. Él está a mi entera disposición, La ciudad de Cartago, localizada a unos 25 km al este y siempre listo para encaramarse a un árbol y apear una de San José, fue la capital de Costa Rica durante la épo-planta, algo a lo cual ningún indio puede ser inducido, ca colonial. Turrialba, que es el cantón más grande de aunque le ofrezcan todos los tesoros de la India.

la provincia de Cartago, originalmente era un lugar tí-pico del Caribe, con extensas selvas tropicales. Cuando Gerhard Jäger Balle, originario de Flenburg, por enton-Wendland visitó esta región, Turrialba era un villorrio ces frisaba los 28 años (Hilje y Torres, 2018). Se ignora ubicado en las lomas de Colorado, cerca de Naranjo cómo y cuándo llegó a Costa Rica. Después de trabajar (Juan Viñas), pero luego fue trasladada al amplio valle para Wendland fue ayudante de von Frantzius como re-donde está hoy (Hilje, 2018).

colector de animales (Hilje, 2013). Posteriormente fue empleado de la casa Joy y von Schröter, y después fue Encontré cinco Carludovica (Figura 8A), palmas, una socio de sus dueños, el inglés Eduardo Joy y el alemán cicadácea, tal vez Zamia skinneri [hoy Zamia neurophy-Otto von Schröter, hasta convertirse en un acaudalado llidia] (Figura 8B), así como un montón de hermosas empresario. Falleció a los 71 años y, aunque permane-plantas de follaje, entre otras cosas. De la mayoría de ció soltero, tuvo varios hijos con Vicenta Elizondo Acu-ellas recolecté semillas, al igual que recogí troncos, ta-ña, de oficios domésticos. Al morir, entre sus bienes ha-llos, rizomas y similares.

13 El peso, que era la moneda local de entonces, era equivalente al dólar (Hilje, 2013).

75

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Figura 8. Carludovica rotundifolia (A) y Zamia neurophyllidia (como Z. skinneri) (B).

Fuente: Hooker (1889, 1861), respectivamente.

Carludovica es un género de unas cuatro especies, pero

[hoy Calathea ornata]. Por otra parte, yo había hallado en la época de Wendland era una entidad taxonómica un muy hermoso Costus, de hojas oscuras aterciopela-más amplia, e incluía a la mayoría de los géneros hoy das [ Costus malortieanus], algunas gesneriáceas muy pertenecientes a la familia Cyclanthaceae. Cabe acotar hermosas, un espléndido Siphocampylus, y varias cosas que, aunque parecen palmas, no lo son. De una de ellas más. Tengo troncos bastante pequeños de dos de los he-

(Carludovica palmata), conocida en Costa Rica como lechos arborescentes más bellos de aquí, y espero enviar-chidra, chirrabaca o estococa, y en Ecuador como pal-los sin problema, para que pueda mantenerlos vivos y ma toquilla, en dicho país se confeccionan los elegantes cultivarlos más adelante en Alemania.

sombreros de jipijapa.

De las plantas citadas en este párrafo, Calathea ornata

Pasé varios días largos y agotadores, sobre todo en la ex-era bien conocida por los horticultores en aquel tiempo, cursión a una hacienda o granja que estaba cuatro horas aparentemente introducida por el botánico y horticultor cuesta arriba. Durante casi todo el recorrido, el lodo me Jean Jules Linden (1817-1898), e incluida por primera llegaba hasta las rodillas, y a menudo estuve a punto de vez en su catálogo en 1849. Asimismo, aunque Wend-atascarme.

land cita el nombre del género Siphocampylus, lo más probable es que se topara con una especie del género En esta gira encontré la citada Zamia, así como Maranta

Centropogon, ya que no era posible encontrar ningún warscewiczii [hoy Goeppertia warszewiczii] (Figura 9), verdadero Siphocampylus a lo largo de esa ruta. En que hubiera deseado recolectar mucho tiempo antes, y relación con Josef von Warscewicz, a este naturalista confieso que me siento celoso de que von Warscewicz polaco —quien se adelantó nueve años a Wendland, se me adelantara en descubrirla. La planta se podía ver pero intercambiaron correspondencia en Alemania—, en todo su esplendor, al igual que Maranta albolineata 76

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Figura 9. Goeppertia warszewiczii.

Fuente: Planchon (1853-54).

se aludió en la introducción; también recolectó en Sur-muy grandes, pero se convertirán en hermosos ejempla-américa.

res tan pronto como lleguen sanos y salvos allá, con un poco de suerte.

Secar las plantas implica mucho trabajo, sobre todo en las regiones más húmedas. En Europa no se tiene idea de Había planeado una excursión al volcán Barva para el 8

lo que es esta humedad; de todos modos, allá uno tiene de mayo, después de lo cual escalaré el Irazú. A princi-percepciones completamente diferentes sobre cómo es pios de mayo comenzaré una excursión importante al río todo aquí. Aquí todo está mal, no existe el libre albedrío, Sarapiquí, que durará al menos tres semanas.15

uno no tiene el control de sí mismo, todos los cálculos están equivocados. No necesitas apresurarte para nada, Todos los sábados hay un mercado semanal. El artículo y puedes reconocer a los recién llegados por su apresu-más común es el corazón de palma, del cual conté de 500

ramiento, lo que lamentablemente empeora las cosas, a 1000 trozos. Aún no conozco la especie, pero una pare-en vez de mejorarlas. Este es un país donde todo es in-ce ser del género Geonoma y el otro de Euterpe u Oreo-formal. Aquí un momento equivale a por lo menos una doxa. Entre las plantas recolectadas en Turrialba también hora, si no es que a varios días.

hay una especie de Iriartea. Esta planta se ve gloriosa en medio de la naturaleza; las raíces emergen del tronco a Todavía no he hallado orquídeas grandes, pero sí mu-partir de ocho pies hacia arriba. Las camaedoreas tam-chas especies pequeñas. En las cercanías de Cartago en-bién emiten raíces aéreas y dirigidas hacia abajo.

contré una maravillosa bromeliácea, la más bella de esta familia, que no conocía hasta ahora.14 Los helechos que El corazón de palma, conocido localmente como “pal-tengo son espléndidos y, por lo tanto, no sin valor; no son mito”, equivale a las hojas no desarrolladas que se 14 No se conocen especímenes de ninguna bromeliácea recolecta-15 El volcán Barva se localiza 22 km al norte de San José. Al pare-da por Wendland en esos días.

cer, Wendland no lo escaló en esa fecha, sino un poco antes.

77

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) mantienen en el meristemo apical. Por lo general se conocía a fondo esa zona, pues él iba poco al campo, extraía de especies silvestres, como Iriartea deltoidea.

debido a sus ocupaciones de médico y al asma que lo Actualmente, la extracción del palmito de especies sil-afectaba (Hilje, 2013)

vestres está prohibida, y se obtiene de brotes jóvenes de pejibaye (Bactris gasipaes), cuyo fruto es muy apeteci-En Alajuela recibimos la primera lluvia, la cual no duró do. La otra planta que Wendland menciona podría ser la mucho, pero cayó con tal fuerza, que pronto todo se súrtuba (Geonoma interrupta), de sabor amargo, pero inundó. A la una de la mañana volvimos a casa, bajo la muy gustada.

maravillosa luz de la luna.

San José, 23 de abril. El día 5 fui a Alajuela con Winter El 8 de abril, víspera del Jueves Santo, fui de gira a Santa a ver al Dr. von Frantzius (Figura 10A), con la intención Ana, acompañado por Winter y un farmacéutico de ape-de conocerlo, y también pedirle información y consejos llido Braun (Figura 10B). Este último nació en Baviera sobre la excursión que realizaré a Sarapiquí. Percibí en él y había sido buscador de oro en California, donde estuvo a un hombre muy interesante e informado.

largo tiempo. Creía que podía encontrar oro aquí también, por lo que llevó una pala, una macana y una ban-Durante su estadía de poco más de 14 años en Costa deja; en unas pocas horas había lavado nada menos que Rica, Alexander von Frantzius (1821), nacido en Dan-16 gramos de oro. Me divirtió mucho su técnica, pues zig, hizo importantes aportes en ornitología y mastozoo-era la primera vez que la veía. En este recorrido encon-logía, así como en geografía y etnografía (Hilje, 2013).

tré varias plantas muy hermosas, incluida una especie de Entre 1854 y 1857 vivió en Alajuela, lugar de clima cá-Adiantum, una rubiácea [ Rogiera cordata] de floración lido y seco, debido a que padecía de asma desde joven; espléndida —la misma de la cual envié semillas desde después residiría en San José. Regresó a Alemania en Guatemala a principios de enero— y una aroidea ( Syn-1868, y murió en Friburgo en 1877. Aunque publicó un gonium), con una hoja aterciopelada, cuyo nervio central extenso artículo sobre la región norteña del país, don-es blanco plateado.

de está Sarapiquí (von Frantzius, 1999), en realidad no Figura 10. Alexander von Frantzius (A) y Juan Braun (B).

Fuente: Luko Hilje y Rafael Alberto Moya Braun.

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Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Este lugar se ubica al oeste de San José, y es la loca-del tiempo más hermoso imaginable, lo peor que podría lidad del espécimen tipo de Xanthosoma wendlandii; acontecer ocurrió en este viaje. La lluvia empezó por la asimismo, Syngonium wendlandii es común en las cer-tarde del primer día y a la mañana siguiente estaba muy canías de Santa Ana. Ellos posiblemente visitaron Río nublado, pero no permití que eso me disuadiera. No obs-Oro, sitio donde en el pasado hubo una pequeña mina tante, cerca de las diez de la mañana la niebla se convir-de oro (Hilje, 2013). Juan Braun (1824-1880) era far-tió en una intensa lluvia y me empapó por completo, lo macéutico, y tuvo una botica en San José, además de que me obligó a regresar.

que enseñó latín, geografía e historia en la Universidad de Santo Tomás, la primera en el país; se casó con Elena Figura 11. El cráter del volcán

Bonilla Carrillo, con quien procreó siete hijas y un hijo.

Irazú y sus inmediaciones.

Aficionado a la naturaleza, acompañó a Hoffmann en su ascenso al volcán Barva, y en 1864 organizó una expedición al volcán Turrialba, de la cual escribió un amplio relato (Hilje, 2008).

Planeamos este viaje de manera deliberada durante los días de Semana Santa, para no estar en San José y así evitarnos ser molestados por el clamor de la gente que asiste a las muchas procesiones que se realizan durante las festividades religiosas. Una procesión ya había tenido lugar el Domingo de Ramos [5 de abril], que representa la entrada del Salvador a Jerusalén. Imagínese un muñeco curiosamente decorado, montado en un burro y seguido por una fila de burros, así como dos clérigos a cada lado para sostener el muñeco ante los movimientos del Fuente: Luko Hilje.

inquieto burro, detrás de los cuales avanzaban los cleros mayor y menor de la ciudad. Alrededor se desplazaba El Irazú es el volcán más imponente de la Cordillera una muchedumbre, que gritaba de manera estridente.

Volcánica Central, con una altura de 3432 m. En cuanto La noche del Sábado Santo, en medio de la gritería de a la cabaña citada, es posible que se tratara del rancho los jóvenes de la capital, instalaron un cadalso en la pla-del lugareño Benito Guillén, en Potrero Cerrado (2196

za del mercado [Plaza Principal], para ahorcar a Judas m), en el cual se hospedaron otros expedicionarios en después de la medianoche. El espectáculo comenzó diferentes épocas.

temprano, a las tres de la madrugada del domingo, y la A pesar de tan mal tiempo, obtuve una buena cosecha, y música y los gritos en absoluto parecían provenir de una recolecté una magnífica Mahonia y una especie de Puya, festividad cristiana. Al amanecer, Judas —un muñeco de entre otras plantas.16 Cuando regresamos al rancho, que aspecto extraño, vestido como un yanqui— fue jalado y se utilizaba para labores agrícolas, encendí un fuego, co-levantado en la horca, en medio de furiosos gritos, músi-ciné algo para comer, me calenté, sequé mi ropa y preca y fuegos artificiales. El propio cuerpo de Judas estaba paré las muestras de plantas. La lluvia duró hasta bien lleno de pólvora, la cual estalló y perforó su cuerpo, con entrada la noche.

una explosión tan fuerte como la de un cañón. El viernes y el sábado también había habido grandes procesiones.

A la mañana siguiente, cuando el tiempo prometía mejorar, partimos temprano, y aunque de nuevo se tornó muy Durante la Semana Santa, el 11 de abril hice una excur-brumoso y después llovería de nuevo, logramos alcan-sión al Irazú (Figura 11), un volcán de 12.000 pies de zar la cima del volcán. Sin embargo, para mi gran pesar, altura. Cabalgué primero a Cartago, desde donde ascen-tuve que renunciar al ansiado disfrute de poder contem-dí temprano al día siguiente. La cabaña deshabitada en la que me alojé durante tres noches consecutivas, estaba 16 No se conocen muestras de Mahonia (Berberidaceae) recolecta-a unos 9000 pies. Aunque en los días previos disfruté das por Wendland. Asimismo, no hay especies del género Puya en la Cordillera Volcánica Central, aunque sí hay dos en la cordillera de Talamanca.

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Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) plar los océanos Atlántico y Pacífico desde un mismo cultivarla de manera adecuada. También he podido ha-punto.17 Más bien, nos costó encontrar la ruta de regreso llarla creciendo aquí y allá, sobre leguminosas y mirtá-al rancho.

ceas grandes, a una altitud de 8000 a 10.000 pies, donde la humedad es muy alta.19

Encontramos una gran abundancia de un espléndido Odontoglossum, probablemente una nueva especie, así San Miguel, 14 de mayo. El 7 de mayo salí de San José, como Odontoglossum grande, dos puyas de flores ver-para hacer el recorrido hasta el Muelle, y deseablemente des, otra especie de Berberis, algunos helechos hermo-hasta San Juan del Norte (Greytown).

sos, etc.

Muelle, en la ribera izquierda del río Sarapiquí, era el Posiblemente se trata de Odontoglossum schlieperia-

lugar donde quienes pretendían viajar a Europa o a la

num. En cuanto a Odontoglossum grande [hoy Rossio-

costa oriental de EE.UU. podían tomar botes o lanchas

glossum grande] hay un error, pues esta especie no está para navegar por dicho río. Estaba a unos 55 km de La en Costa Rica, aunque sí en México, Guatemala y Hon-Trinidad, en la desembocadura en el río San Juan, y des-duras. Asimismo, no se conocen muestras de ninguna de ahí había que navegar unos 50 km para llegar a San especie del género Berberis recolectada por Wendland.

Juan del Norte, en la costa caribeña de Nicaragua.

Después de pasar la tercera noche en el rancho, regresa-Un alemán que viajará pronto a Europa y que vive en mos a San José a la mañana siguiente, vía Cartago. No Costa Rica me ha ofrecido llevar algunas plantas, que vi palmeras allí, pero hay tres especies de roble [ Quer-ahorita estoy empacando. Espero regresar a San José a cus spp.], que son los árboles predominantes en la región mediados de junio. La vegetación aquí es espléndida-boscosa alta. En la parte superior encontré una especie mente hermosa. Hay palmeras en tal abundancia, que le de Garrya [ Garrya laurifolia], varias vacciniáceas, un bloquean a uno la vista por completo. También hay her-hermoso Myrtus, una umbelífera alta [ Myrrhidendron mosas gesneriáceas. Tan pronto como haya terminado la donnell-smithii], Gnaphalium, que es una planta similar expedición actual, enviaré una descripción especial de a Aconitum, etc. 18

ella.

Me duele que tuviera tan mal tiempo en esta excursión, Ayer y hoy el calor ha sido muy intenso aquí; ahora está pero pienso retornar, pues la vegetación es espléndida ahí lloviendo, y esta tarde me empapé mientras recolectaba arriba. Mi chaqueta de invierno me fue muy útil durante un ejemplar de Chamaedorea graminifolia (Figura 12), este viaje, pues a esa altitud el viento era muy fresco y la así como una nueva y muy hermosa especie de Geono-lluvia nada cálida. Aunque el cambio de temperatura no ma. Hay apenas unas pocas orquídeas aquí, pero muchas me causó un efecto desagradable, preferí frotarme con palmas, las cuales me confunden por completo; por des-alcohol y tomé un baño de pies calientes en el rancho, gracia, rara vez puedo obtener semillas. Las palmas de para evitar un resfrío.

abanico parecen estar restringidas a las zonas cálidas.

También aproveché para capturar algunos insectos y De todas las plantas que encontré ahí, me gusta en par-aves.

ticular una especie de Loranthus [ Psittacanthus sp. (Lo-ranthaceae)], con profusas flores amarillo-anaranjado, En relación con las alusiones a plantas en los dos úl-grandes y largas, la cual crece en grandes cantidades timos párrafos, Wendland omite mencionar que el 10

sobre los robles. Considero que es la más hermosa espe-de mayo recolectó la espectacular aroidea Anthurium

cie de dicho género, y que sería uno de los adornos más

scherzerianum; así consta en una carta escrita a mano espléndidos en nuestros invernaderos, si fuera posible por él (Möller, 1903). Asimismo, él etiquetó la nueva especie como Geonoma microstachya, que posiblemente 17 En efecto, es posible ver ambos mares desde la cima del volcán Irazú, pero solo cuando los días son claros en ambas vertientes.

es la actual Geonoma ferruginea. En cuanto al relato Hoffmann fue uno de los pocos y afortunados exploradores que sobre su expedición a Sarapiquí, Wendland cumplió su pudo verlos, en 1855 (Hilje, 2006).

palabra; una parte aparece después, y especialmente en 18 No se conocen muestras de la familia Ericaceae recolectadas el segundo artículo de esta serie.

por Wendland en estas fechas, ni tampoco especímenes de la familia Myrtaceae. Los ejemplares anotados por él como Gnaphalium irazuense y G. roseum sí fueron recolectados en esas fe-19 Wendland recolectó otra especie de matapalos (familia Lo-chas en el volcán Irazú.

ranthaceae) en esas fechas, identificada como Struthanthus.

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Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Figura 12. Chamaedorea graminifolia.

dicho a mí mismo: “Bueno…, si pudiera estar allí, aunque fuera por unas pocas horas, y dar un paseo por los invernaderos con el viejo. Qué limpio y ordenado debe estar todo allí, qué bonito ver florecer los pelargonios, qué maravilloso sería sentarnos frente a nuestra puerta”, etc. Entonces, de soslayo miro el dibujo de E., que está colgando en la pared, frente a mí, debajo del cual están escritas las palabras: “Así es, querido Hermann, cómo se ve nuestro lugar en verano”.21 En mi mente los veo a todos caminando frente a la casa. En este momento, para ustedes son las ocho y media de la noche, y habrán ce-nado, por lo que no es de extrañar que, aún sin quererlo,

¡piense en panqueques y ensalada, y la boca se me haga agua! Pero, bueno…, basta ya.

Te seguí en mi imaginación, y ahora quisiera que me si-gas, pues deseo contarte sobre la excursión de San José al río Sarapiquí, o acerca de la lucha de un recolector con el mundo animal y la naturaleza exuberante. Además, tengo aún más tiempo para hacerlo, porque he regresado de ese recorrido con los gérmenes de las llamadas enfermedades de aclimatación, que se manifiestan como tras-tornos hepáticos y estomacales, y un médico local me ha ordenado abstenerme de toda actividad extenuante durante un tiempo.

Si no supieras por dónde fluye el Sarapiquí, puedes verlo en el mapa (Figura 13) que está en el libro La República Fuente: Kerchove (1878).

de Costa Rica, de Wagner y Scherzer. Me había prepa-rado lo mejor que pude para esta excursión. En parte, mis preparativos los basé en la lectura de ese libro, así Desde San Juan del Norte informaré más acerca de la como en los comentarios de personas que en diferentes cancelación de mi gira, pero reservaré la mayor parte de momentos han transitado de San José hasta San Juan del mi relato para cuando regrese a San José.

Norte, o Greytown, como los ingleses llaman a dicho puerto.

San José, 2 de junio, 1857. Del encabezado y la fecha se puede captar que estoy de vuelta en San José, adonde retorné a salvo ayer al mediodía. Tan pronto como llegué aquí, pregunté por el correo europeo, pero aún no ha llegado.20

Todavía no he tenido respuesta a mi carta del 2 de febrero, aunque el correo se espera en estos días. Pero ansío recibir noticias tuyas y de tu salud. Quiera el cielo que todo esté bien contigo y los demás. En los últimos días te he evocado a menudo y con cariño, y aunque no he sentido nostalgia, no puedo negar que muchas veces me he 20 El correo proveniente de Europa llegaba a San Juan del Norte, donde era recogido cada dos semanas, y trasladado a caballo por un posta hasta la capital.

21 Se ignora quién era “E”.

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Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Figura 13. Mapa de Costa Rica mencionado por Wendland.

Fuente: Luko Hilje (colección personal).

que, aunque me dieras algo, yo no bajaría contigo allá.

Como se discute en Hilje (2013), el cartógrafo inglés Hice el viaje una vez, y nunca más lo intentaría”.

John Baily elaboró y publicó un detallado mapa de Centroamérica en 1823. Cuando, en 1851, se publicó

“¿Quieres ir al Sarapiquí?”, pregunta otro. “Entonces el libro Bosquejo de la República de Costa Rica (Moli-abastécete de provisiones, pues no vas a conseguir nada na, 2007), en él se redibujó la porción correspondiente ahí. Lleva de todo contigo, y en abundancia. No serías a Costa Rica. Posteriormente, dicho mapa fue incluido el primero en morir de hambre allí. Toma al menos doce en el libro de los viajeros Moritz Wagner y Carl Scher-botellas de coñac, del cual tengo una buena reserva. Llezer, quienes por cuenta propia visitaron Centroamérica garás más lejos con un bañito en coñac que con un peso en 1852-1853, el cual fue publicado en Leipzig en 1856

(dólar)”.

(Wagner y Scherzer, 1974). El primero era médico y

“¿Quieres ir al Sarapiquí?”, pregunta una tercera perso-químico, mientras que el segundo era tipógrafo. Dicha na. “Ahí abundan los tigres. No debes regresar de ahí sin obra, de muy ricas narraciones, fue famosa, y atrajo haber tirado al menos media docena de tigres, leones, muchos alemanes a Centroamérica, incluido el propio tapires, ciervos o jabalíes. Solo lleva contigo a Jesús, o Wendland, como él mismo lo confiesa.

tal vez el viejo te acompañe. Ellos saben cómo cazar ti-

“¿Quieres ir a Sarapiquí?”, me preguntó uno de ellos.

gres. Mira, estas pieles son de allá. Mira aquí…, Jesús lo

“Bueno…, entonces te deseo un viaje feliz. Dios sabe perforó con una lanza”.

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Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Los nombres correctos de estos mamíferos son: jaguar leros tienen reglas muy rígidas, y parecen haber entrado (Panthera onca), puma (Puma concolor), danta (Ta-

en una especie de complicidad con los burros y sus hí-

pirus bairdii), venado cola blanca (Odocoileus virgi-

bridos, como resultado de las labores que han realizado

nianus) y chancho de monte (ya sea Tayassu pecari o juntos desde siempre. En tales casos no sirve regañar,

Pecari tajacu). En cuanto a la persona aludida, no se suplicar, ni pagar más; solo quizás en caso de emergen-refiere a Jesucristo, sino a Jesús Sancho, hijo de Manuel cia se podría hacer algo al respecto.

Sancho, quien era el dueño de un albergue en San Miguel. De ellos hay abundantes menciones en el segundo No me percaté del verdadero motivo de mi involuntaria artículo de esta serie.

estadía en Heredia, sino hasta la mañana siguiente, cuando supe que había un mercado semanal, donde don Ca-

“¿Quieres ir al Sarapiquí?”, pregunta una persona más.

milo, el mulero, dijo que tenía que hacer algunas com-

“Bueno…, entonces, te felicito, pues encontrarás hermo-pras menores. Pero este retraso tendría consecuencias sa vegetación allí. Pero primero debes saber cuán difícil muy desagradables.

es secar una planta ahí. Tan solo espera, y le darás gracias a Dios de regresar. ¡Esa lluvia! ¡No tienes idea, pues ahí En efecto, después de permanecer en el rústico rancho llueve 366 días al año, y los caminos son verdaderos ho-del mulero, me refresqué un poco y luego hice un breve yos de barro! Las mulas se hundirán hasta las orejas una paseo con mis compañeros, para echar un vistazo a la y otra vez, te lanzarán hacia adelante y terminarás hun-ciudad, así como para librarme por un rato del incómodo dido hasta los codos en el barro, sin ni siquiera agua para y maloliente albergue donde estábamos.

lavarte. Y eso es poco. Sí, entonces sabrás por cuenta Por supuesto, los lugareños de inmediato detectan que propia cómo son en realidad los caminos en Costa Rica.

eres un extraño. Y, como el país está indirectamente en Hasta ahora has conocido solo buenos senderos, gracias guerra con la civilización y en lucha directa contra las a la estación seca, pero está por comenzar la estación llu-hordas de filibusteros de Walker (Figura 14), en cada ex-viosa. También te toparás con abismos donde, si es que traño ven a un filibustero o a un yanqui —filibustero y padeces de vértigo, te aconsejo que mejor te desmontes, yanqui son sinónimos ante los ojos de la multitud—, por pues allí hay lugares sumamente peligrosos”.

lo que nos consideran como tales, y hasta expresan ese Este fue el tipo de respuestas que recibí a mis indagacio-término cada vez que nos aproximamos a ellos.

nes. Después de preguntar detalles sobre diferentes as-Figura 14. El líder filibustero William Walker.

pectos, pude adquirir una idea aproximada de la belleza de la zona y de los problemas a enfrentar, así como de las previsiones que debía tener.

Me orienté por los criterios de los hombres que me parecieron ser los más pragmáticos. Así que, acopié las cosas esenciales para mantenerme por tres o cuatro semanas, y empecé mi expedición el 7 de mayo.

Mi pequeña caravana consistía en Jäger, el alemán que había contratado para acompañarme en mis excursiones por Costa Rica, y que hizo todo el recorrido a pie junto con el guía, dos bestias de carga, un guía y yo, que me monté en una mula.

Al mediodía salimos de San José hacia Heredia, un pequeño y amigable pueblo, a dos horas de San José.

Aunque me hubiera gustado haber cabalgado por unas horas más, debido al buen tiempo, el mulero no quiso, por motivos en parte egoístas y en parte entendibles; en Fuente: Luko Hilje (colección personal).

resumen, tuve que acatar lo que él decidió. Aquí los mu-83

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Cerca del final de la caminata escuchamos cañonazos Wendland usa este término de manera errónea. Por el provenientes de donde se localiza San José, dado que la contexto, es evidente que más bien se refería a los alia-rendición de Walker había sido pronosticada en los últi-dos, es decir, a la coalición de ejércitos centroamerica-mos días; lo que deseaban era verlo colgado en la plaza nos que hizo posible la rendición de Walker. Por confede-del mercado. El hecho de que los cañonazos continua-rados se entiende a los miembros de los estados sureños ran sin cesar nos hacía suponer que se había logrado una de EE.UU. que conformaron los Estados Confederados gran victoria.

de América, cuyo interés en independizarse provocó la guerra civil o Guerra de Secesión, entre 1861 y 1865.

En efecto, aunque Walker se rindió el 1° de mayo de 1857, En cuanto a la bandera de Nicaragua, a diferencia de la noticia no llegó a la capital sino en la mañana del 7 de la actual, en la de Walker las dos franjas externas eran mayo, por lo que pronto empezaron los festejos en San celestes, y en medio de la franja blanca central había José, lo cual incluyó los cañonazos que Wendland escu-una estrella roja.

chó desde la cercana Heredia. Walker no aceptó rendir-se ante José Joaquín Mora Porras, quien fungía como Uno no puede afirmar que los negociadores costarricen-General en Jefe de los Ejércitos Centroamericanos, sino ses fueran inteligentes, al ser tan condescendientes con ante el comandante Charles Henry Davis, quien desde los prisioneros de guerra, pues ahora son un gran lastre febrero había anclado en San Juan el Sur, al mando de para el país. Estos tipos son unos vagos, quieren ser en-la goleta de guerra St. Mary’s, de la Marina de EE.UU.

viados a los Estados Unidos, y no hay manera de forzar-

(Obregón, 1991); tenía instrucciones secretas de su go-los a hacer algo provechoso. Incluso existe el riesgo de bierno para negociar la capitulación de Walker. Al lle-que intenten tomar Costa Rica, lo cual no les sería difícil.

gar allá, éste no fue detenido en EE.UU., sino más bien Mantenerlos cuesta muy altas sumas de dinero al país recibido como un héroe. En noviembre, fortalecido con diariamente, que quedó casi arruinado por la guerra, y le nuevos mercenarios, quiso recuperar el poder, pero no costaría aún más repatriarlos. Pero…, ya basta de esto.

pudo. Lo intentó de nuevo en setiembre de 1860, pero fue capturado y fusilado en Honduras.

En efecto, el gobierno de Costa Rica no solo perdonó la vida de los filibusteros que se rindieron, sino que a 217

No tardó mucho en llegar la noticia de que Walker ha-de ellos se les hospitalizó y se les curó, de manera gra-bía capitulado, que él y algunos oficiales habían sido tuita (Hilje, 2007). Incluso, unos pocos permanecieron extraditados, y que todo el material bélico había sido residiendo en el país.

entregado a los confederados. Sin embargo, la verdadera historia es otra. Por lo general, la gente comenta, Pronto comenzó aquí también la algarabía. Las campa-y también lo publica la prensa, que Walker y todos sus nas doblaban, se celebró una misa fastuosa, y la multi-oficiales fueron dejados en libertad —se dice que incluso tud lanzaba petardos al aire. Después una banda musical se le despidió con música—, que sus demás soldados se tocó frente a la casa del alcalde, y a continuación se or-convirtieron en prisioneros de guerra y que les incauta-ganizó un desfile por la ciudad, con la banda seguida por ron todo su armamento. En realidad, Walker regresó a los ciudadanos más prominentes, que avanzaban a paso los Estados Unidos con sus oficiales, y abandonó a todos solemne. Antes del desfile, algunos hombres fueron y sus hombres, casi 300 de ellos enfermos y, del material encendieron fuegos pirotécnicos. Éste regresó a la plaza bélico, dañó los rifles y clavó los cañones, y fueron tira-del mercado [Parque Central], en cuyo costado oriental dos a los pozos de la ciudad, etc., para que los confede-está la iglesia más grande de la ciudad.

rados no cuenten con ningún trofeo de guerra. También Dicha iglesia, aún en pie, es la parroquia de la Inmacu-es muy dudoso que una bandera que estaba ondeando lada Concepción, erigida en 1797. Cabe acotar que, de-en la plaza del mercado en San José fuera realmente in-bido a un terremoto ocurrido en 1851, hubo que demo-cautada a Walker. Mientras ambos miraban esa bandera, ler la fachada original y reconstruirla, junto con otras un general que había participado en algunas batallas le secciones, lo cual estuvo a cargo del ingeniero alemán comentó a un amigo mío: “¡Sí, si tan solo la hubieran Francisco Kurtze; dichas labores se iniciaron en 1855 y imitado correctamente!”.

finalizaron en 1861.

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Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Junto con mi compañero, recostados en una columna sentados a Walker, ni habíamos tenido contacto alguno que había debajo de la terraza de una casa esquinera, con él.

diagonal a la iglesia (Figura 15), nos paramos a contem-plar el desfile, colmado de los rostros más honorables del Esta respuesta, que le resultó inesperada y que fingió mundo. Nos detectaron allí. Un tipo llamó la atención a aceptar con gran incredulidad, la tradujo a sus dos com-otro susurrando quedamente la palabra “yanqui”, y poco pinches, que estaban expectantes con mi contestación.

a poco nos vimos rodeados por un grupo que nos miraba Aproveché esta pausa para abrirme un poco de espacio con extrañeza.

con mi codo, pues varios individuos parados a mi lado Tras pensarlo mucho, un joven bien vestido se armó de me estrujaban e incomodaban mucho. En ese momento, valor y me abordó, en inglés. Le costó mucho esfuerzo el pequeño costarricense, quien se había intimidado con comunicarse, pero lo logró, a instancias de dos compin-mis escuetas y cortantes respuestas, volvió a la carga con ches, que desde la derecha y la izquierda lo azuzaban sus preguntas.

mediante leves pellizcos. Él me interrogó acerca de una Después de algunos intercambios de menor importancia, y otra cosa, y después me dijo que si yo era yanqui, a lo afloró la pregunta clave, es decir, qué estábamos hacien-que repliqué con un lacónico “No”. Entonces me predo ahí y para dónde íbamos. Le respondí con igual since-guntó que si yo era inglés. Como le respondí de la misma ridad, diciéndole que vine al país a hacer recolecciones manera, se sintió visiblemente avergonzado, y trató de de historia natural y que pronto partiríamos hacia Sara-acordarse de los nombres de otras nacionalidades.

piquí. Resultaba algo totalmente ajeno a su comprensión Puesto que en Costa Rica viven muchos alemanes, el que una persona pudiera dedicarse a recolectar cosas así, nombre de este país vino a su mente. Ante mi conciso y venir al país solo a eso. No obstante, ya satisfecho de

“Sí”, de pronto manifestó interés por saber algo sobre saber lo que necesitaba indagar, se alejó, pero no sin an-Walker, para un trabajo que estaba realizando. Le dije tes desearme un feliz viaje y estrecharme la mano. Algu-que, para su mala fortuna, no podía ayudarle, ya que ni nos de los espectadores se divirtieron ante este malenten-mi compañero ni yo habíamos tenido el honor de ser pre-dido, y pude también reírme un poco con mi compañero, por el incidente ocurrido.

Figura 15. Parque Central de Heredia, a fines del siglo XIX.

La flecha indica la esquina donde estaba Wendland.

Foto de Fernando Zamora Salinas.

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Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Para entonces la noche había caído, y cuando estábamos así poder marcharnos, pues me resultaban sumamente a punto de irnos, de repente vi al pequeño y molesto tipo molestos. Él correspondió a mis deseos y le pidió a la aproximándose a nosotros de nuevo.

gente que se alejara, porque no éramos filibusteros, sino alemanes.

Él reinició la conversación y luego me dio un puñado de cigarros pequeños, llamados puros aquí, que miden la Dimos algunas vueltas más por la plaza, y después nos mitad de nuestros puros normales. Me negué a aceptar-fuimos. En circunstancias menos favorables, el interro-los, y le dije que tenía suficientes cigarros. Sin embargo, gatorio que se nos hizo pudo haber terminado mal para insatisfecho con mi respuesta, me pidió que los aceptara nosotros.

como un obsequio de su parte, ya que eran muy buenos y estaban hechos del mejor tabaco para hacer puros.

Sin deseo alguno de pasar la noche en el rancho don-Puesto que no quería ofenderlo en absoluto, los acepté, de nos correspondía pernoctar, envié a mi compañero a lo cual le agradó mucho. Después me sugirió que fuéra-preguntarle a un respetado residente de la ciudad si po-mos con él a dar un paseo por la plaza del mercado, a lo díamos dormir en su casa. La respuesta fue afirmativa, cual también asentí.

e inmediatamente partimos hacia allá, donde fuimos recibidos de manera muy amable por la familia, a la vez Posiblemente le ofreció los populares puros chircagres, que pusieron a nuestra disposición un cuarto limpio y conocidos así porque eran fabricados con el tabaco de amueblado.

la zona de Chircagres, en San Rafael de Oreamuno, en Cartago. Pequeños y muy aromáticos, competían con A la mañana siguiente, cuando volvimos al rancho, la los puros iztepeque, importados de El Salvador.

dueña se sintió un poco ofendida porque no habíamos pasado la noche en su casa, pero después se sintió sa-Mientras paseábamos, se sumó a nosotros su profesor tisfecha, y un sorbo de coñac que le ofrecimos pronto la de inglés, un irlandés de nacimiento. De edad avanzada, satisfizo por completo.

había laborado en la empresa de tránsito en San Juan del Sur, que había sido saqueada por completo por las horA las ocho de la mañana, una vez que don Camilo había das de Walker.

hecho sus compras, partimos. El camino nos condujo al pueblo de Barva.22 En la ruta topamos muchos visitantes Aquí hay un error de Wendland, pues ese puerto está que iban para el mercado, entre los que noté muchas ca-en la costa Pacífica de Nicaragua. Era en San Juan del ras de aspecto agradable, sobre todo del sexo femenino.

Norte donde estaba el centro de operaciones de la Compañía Accesoria del Tránsito, que ofrecía el servicio de Atravesamos Barva, donde la gente nos miraba medio vapores desde la costa oriental de EE.UU. hasta el puer-a hurtadillas y con los ojos entrecerrados, mientras que to de La Virgen, en el lago de Nicaragua, después de la palabra “macho” (mula), con la que en tiempos algo atracar en San Juan del Norte y navegar por el río San recientes se califica al yanqui —con el que todos los ex-Juan y el lago de Nicaragua. Walker incautó la empresa traños aquí son bautizados, como la palabra “mof” en a su dueño, el magnate neoyorquino Cornelius Vander-Holanda—, voló con rapidez por el aire, para que todo bilt, y así pudo usar sus vapores durante la guerra.

el mundo nos volviera a ver. En general, he notado que, con la posible excepción de quienes viven en el camino Me hizo las mismas preguntas que su alumno, y pareció más transitado, entre San José y Puntarenas, cuando apa-tomar mis respuestas de manera tan incrédula como él.

rece algún extraño, de manera tonta los niños y las mu-Sin embargo, al final me fastidié tanto con su ir y venir jeres corren rápidamente hacia sus casas, desde donde de preguntas, que le respondí que no me importaba si lo miran pasar desde la puerta entreabierta, o desde una creía o no mis respuestas, pero que por favor no insistie-ventana, un hueco o una rendija.

ra más. Se limitó a responderme: “Si supiera que perteneces a los de Walker, te apuñalaría”.

Aunque en español el término “macho” equivale a mas-culino, en Costa Rica se designa así a las personas ru-Fingí no haber escuchado o entendido sus palabras, y le bias. Por su parte, el término “mof” alude a personas pedí a mi pequeño costarricense que hiciera campo entre la gente que se había agolpado a nuestro alrededor, para 22 Barva (1180 m) se localiza en las estribaciones del volcán homó-nimo, el cual alcanza una altura de 2906 m.

86

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) toscas, con la que los holandeses califican de manera Figura 16. El Paso de El Desengaño, visto despectiva a los alemanes.

desde una plantación de café en San Pedro de

Barva. A la izquierda se observa el volcán Poás, Incluso en mi primera excursión algo más lejos de la zona y a la derecha el cerro Guararí o Concordia,

urbana, me percaté de la constante atención y curiosidad que es parte del macizo del volcán Barva.

que provocaba nuestro aspecto, sin buena vestimenta, montado en un caballo o una mula, y con mi vasculum a cuestas. A ese cuadro se sumaba mi compañero, avan-zando a pie a mi lado, con el rifle terciado en la espalda y un sable metido en una funda de cuero de serpiente —en vez de un machete— colgando del cinturón. Parecíamos policías enviados a capturar un prófugo. Cuando me vi-sualizaba así, y de pronto veía a niños, niñas o mujeres correr hacia sus casas, me resultaba inevitable no decir-me a mí mismo: “Vienen los policías. Vienen los policías”. Además, a menudo nuestros atuendos eran tan de aventureros, que me daba risa de nosotros mismos, sobre todo cuando retornábamos de una excursión prolongada, y nuestra apariencia no era nada limpia ni pulcra.

Fuente: Luko Hilje.

A partir de Barva fuimos ascendiendo poco a poco, aunque a veces descendíamos hasta topar con pequeños arroyos, inicialmente sobre todo a través de plantacio-Nos proporcionó un buen refugio no solo para dormir, nes de café. Después lo hicimos cruzando cañaverales sino que también para otras necesidades, sobre todo por-y potreros, hasta que llegamos a un camino más ancho, que en el costado noreste tenía dos cuartos separados. En que se conecta con el que viene de la pequeña ciudad de el flanco opuesto estaba la llamada cocina, un pequeño Alajuela, y que nos condujo directamente al bosque y aposento donde tres piedras colocadas juntas formaban a la cordillera que estaba frente a nosotros y debíamos el brasero. Pero, para llegar a la sala —si es que se le atravesar (Figura 16).

puede llamar así—, o ir a la cocina, era inevitable atravesar el aposento más grande. Podría describirlo como La Cordillera Volcánica Central puede ser vadeada ahí, el pasadizo del granero, abierto en ambos extremos para en el Paso de El Desengaño, localizado entre los volca-que los bueyes tuvieran libre acceso y se protegieran del nes Poás y Barva. La conexión vial con Alajuela —pre-viento y del mal tiempo, y pernoctaran ahí. Al despla-sente hasta hoy—, está pocos kilómetros más adelante, zarse uno en su interior, se corría el riesgo de pararse en cerca del poblado de Vara Blanca.

una boñiga, por lo que lo primero que había que hacer era encontrar una manera de esquivar este material, tan Ya ahí, bastó con ingresar al bosque, para que empezara valioso, pero que aquí no se aprovecha.

la herborización. De hecho, no transcurrió mucho tiempo para que mi vasculum estuviera repleto de cosas ma-Durante el tiempo en que contamos con luz natural, pre-ravillosas.

paramos las muestras vegetales recolectadas, hicimos café, nos refrescamos un poco, escribí mis anotaciones Me sorprendió mucho, eso sí, hallar un camino en tan de campo, etc. Una vez hecho todo esto, incluso dispu-buen estado, lo cual no esperaba. Ya era un poco tarde, simos de una hora para charlar con el guardián de ese por lo que las nubes nos enviaban neblina a granel. Pu-edificio.

dimos llegar al edificio gubernamental localizado en el cruce hacia Alajuela, poco antes de que cayera un agua-Era una persona muy agradable, cortés, de buenos cero. El gran edificio, de aspecto no tan diferente de un modales, a quien también le gustaba hablar de tigres y granero, era de madera y tenía un techo de tejas.

de la cacería de éstos. Entre otras cosas, nos dijo: “He trancado la puerta de nuestros aposentos con un tronco de madera dura, porque no hace mucho tiempo un 87

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) campesino durmió aquí, y de repente fue despertado por Esa altitud (2300-2438 m) es inexacta. En realidad, los rasguños de un gran tigre en su puerta, así como por pernoctaron en Vara Blanca (1804 m), pues —según los ladridos de su perro, que estaba cerca. El tigre abrió los relatos de otros transeúntes— era ahí donde había la puerta, agarró al perro y se lo llevó. Este mismo tigre una “casa del Gobierno”, como albergue para viajeros apareció en otra ocasión, cuando otro campesino vino y los peones encargados de dar mantenimiento al cami-a visitarme y conversaba conmigo afuera. Pero como no. Aunque Wendland indica que la casa estaba techada era un hombre fuerte y tenía un muy buen machete, con tejas, otros viajeros señalan que lo que tenía era te-entrecerró apenas la puerta, y cuando la bestia empezó a jamanil, es decir, tablitas parecidas a tejas, obtenidas de rasguñar de manera insistente, lo acuchilló en sus garras, los tallos de pejibaye. Cabe agregar que en esa zona hay ante lo cual éste gruñó y se alejó. Hace tiempo que no dos caseríos hoy: Concordia (1780 m) y Los Cartagos sabemos de este animal, pero es mejor tener a mano la (2020 m).

luz, el rifle y el revólver”.

9 de mayo. Como casi todas las mañanas en este país, Tan pronto como nos narró esto, revisamos bien las el cielo estaba totalmente despejado y deliciosamente puertas y las fortificamos, mientras este caballero nos fresco el aire. Después de chorrear un poco de café y ca-mostraba las antiguas y enormes marcas de las garras del lentarnos un poco las extremidades congeladas, empren-tigre. Alistamos el rifle, el revólver, el sable y el puñal, dimos una excursión por el bosque cercano al edificio.

para repeler cualquier ataque. Hecho esto, él se acostó y aguzó el oído. Aunque el esperado tigre no apareció esa La vegetación de estas alturas es espléndida, así como noche, temí ser atacado por otros animales sedientos de diversa, hasta el punto de lo increíble. Todo es abundan-sangre, que parecían tener hambre y que atacan en gru-cia. Aparece una planta muy hermosa, pero pronto otra po; los enfrenté, pero después de algunas escaramuzas resulta ser más interesante que ella; es como una com-desistí.

petencia de formas botánicas, que provoca confusiones y bordea lo fabuloso. Estás anotando el código de una Aunque no lo menciona por su nombre, es evidente que especie que has depositado en el vasculum, cuando ves se refiere al vampiro (Desmodus rotundus), la única es-otra que también vale la pena recolectar. Uno coge una pecie hematófaga presente en el país, y seria plaga del planta aquí, o recoge otra que está por allá, y de casi todo ganado, por debilitarlo al extraer su sangre y transmitir hallazgo, aún a ciegas, resulta algo interesante. De pron-el virus que causa la rabia paralítica bovina.

to, a lo lejos se ve algo magnífico, y el entusiasmo es tal, que uno no se percata del terreno que está pisando, sino El sueño no fue nada placentero, en parte debido a lo que que corre y salta, para a veces terminar en el suelo. Así acabo de mencionar, pero también a los bueyes, que paque, si usted es demasiado apresurado en recoger todo recían estar en conflicto constante entre ellos. Además, a cuanto pueda extraerle a la naturaleza, resulta castigado, menudo me despertaba el viento, que soplaba muy fría-por lo que hay que ser sensato y cuidadoso.

mente desde el norte, a pesar de estar cobijado yo con una gruesa hamaca de algodón y dos gruesas mantas de Ahora el vasculum está lleno, tú y tu compañero ya no lana. A todos nos afectaba el frío, pero más al guardián, aguantan la carga adicional de muestras sobre las espal-cuyos dientes incluso castañeteaban, pues vestía ropa das, por lo que deseas ir donde está el paquete de papel más liviana y estaba cubierto con tan solo una delgada absorbente para procesar las muestras, y así terminar la cobija.

jornada. Y, aunque, por una cuestión de principios, ya no quieres recolectar más, y ni siquiera deseas ver una El lugar donde estábamos se llama Desengaño, cuya al-planta más, es imposible no dar una que otra miradita titud es de 7600-8000 pies. Para resignarme a aceptar la alrededor.

situación de estar temblando de frío, me consolaba suponer que mi cuerpo se había acostumbrado a estar en Al mirar de reojo has percibido algo aparentemente zonas más bajas y cálidas en las semanas previas, por lo exótico, pero te niegas a examinarlo por principios, pero que se había tornado más sensible al frío. Desde el printe alejas un poquito, te detienes, observas, y viene a tu cipio había decidido permanecer aquí por un día y explo-mente la idea de que podría ser algo curioso y peculiar.

rar un poco la vegetación de estas alturas. Y así lo hice.

Sin embargo, por principios, no deberías regresar y examinarlo. ¡Al infierno con tus principios! Te das la 88

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) vuelta y miras... ¿Qué cosa es? Sí… ¿qué es? Tiene que gente no pierda la paciencia en sus quehaceres; a menu-ser una orquídea…, sí, no, no, ¡sí! Nunca habías visto do maldicen a las bestias, pero eso es todo. Ser mulero nada igual. Pero el único espécimen que tienes en tus es quizás el más difícil de todos los trabajos; la paciencia manos es insuficiente. Quieres más, piensas en tu amigo de estas personas es más que admirable. A veces pien-R.23 y en otros amigos. Y entonces buscas, como si se so que, por no ser caballo ni burro, este tipo de equinos tratara de una cuestión tan importante como la felicidad quieren manifestar su naturaleza bastarda por todos los del género humano, o su progreso, pero la búsqueda medios posibles, y entonces desahogan su ira sobre los es vana. El aforismo de que “donde crece uno, varios seres humanos de la manera más tranquila y obstinada: pueden crecer” no siempre es válido. Bueno, ¿dónde hacer exactamente lo contrario de lo que deberían hacer.

colocas ese espécimen? No deberías confiárselo a tu compañero, pero… ¿dónde guardarlo? El vasculum está Cerca del mediodía hicimos una incursión más profunda más que lleno. ¿Lo llevas entonces en tus manos? No, en el bosque, aunque en otra dirección. La misma abun-pues podría dañarlo el roce con algún arbusto áspero.

dancia de especies que antes: una hermosa gesneriácea, Bueno…, en la libreta de campo aún quedan algunas una espléndida vacciniácea, una especie de Thibaudia, hojas en blanco, y es ahí donde estará seguro.

después un bello Siphocampylus, masas de Pleurothallis

—una orquídea de flores pequeñas—, helechos maravi-Y ahora mejor salgamos de ese bosque donde dos plantas llosos, tanto arborescentes como escaladores —estos úl-del mismo tipo ni siquiera pueden crecer juntas. ¡Fuera!

timos, de hermosas formas, pertenecientes a los géneros

¡Solo hacia adelante! “Deja tranquilo a ese bicho. ¡Que Trichomanes e Hymenophyllum—, preciosos licopodios se joda!”, le musita uno a su compañero, quien está tray selaginelas, e incluso palmas —a esta altitud—, tanto tando de evitar que un insecto se le escape del frasco con grandes como pequeñas. De ellas, una especie de Euter-alcohol. ¡Adelante! ¡Adelante! Y así regresas, jadeando, pe que crece aquí, extiende sus hojas hacia los más altos al viejo establo.

árboles del bosque. Resulta particularmente pintoresco verla en los valles, al igual que en un pequeño espacio Esto es lo que hacen los exploradores que recolectan donde cerca de una docena de ellas están mezcladas con plantas y animales. Siempre están insatisfechos, y nunca helechos arborescentes. Aquí mi amigo Fink encontraría logran sus propósitos.

suficiente material para sus excelentes bocetos. ¡Esta es Tan pronto como regresamos a nuestro albergue, colo-una casa de palmeras muy diferente de la que existe en camos en las prensas las plantas recolectadas y sacamos Herrenhausen!

la mochila donde estaban las viandas para el desayuno; Uno de los períodos más productivos de Wendland como hasta entonces ni siquiera nos habíamos percatado de recolector fue la primera quincena de mayo de 1857. En que teníamos hambre. Para entonces el sol ya estaba alto cuanto a las plantas mencionadas, la familia Vaccinia-en el cielo.

ceae corresponde a Ericaceae. Al respecto, en GOET

El mulero, a quien no había visto desde el café de la hay varios especímenes de Ericaceae sin identificar, re-mañana, había desaparecido, y no se le veía por ningún colectados en esas fechas; por su parte, Thibaudia sp.

lado. Miramos de inmediato nuestras pertenencias, por si pertenece a dicha familia. De las demás plantas, una es faltaba algo, pero verificamos que todo estaba en orden.

Selaginella moritziana var. suberecta, mientras que, eti-Fue entonces cuando, de manera correcta, pensamos que quetada por Wendland como Euterpe altissima, esta es-andaba buscando nuestras cabalgaduras, que quizás ha-pecie posiblemente correspondía a Euterpe precatoria, bían preferido irse a casa sin carga alguna. A las cuatro debido a su distribución, pero no fue posible determinar de la tarde apareció el pobre hombre; sin quejarse en lo esto, pues el espécimen disponible consiste en unas po-más mínimo, las traía consigo.

cas hojuelas. Asimismo, cabe acotar que en Costa Rica hay unas 50 especies de helechos arborescentes, los Estas personas están muy acostumbradas a que los ani-cuales pertenecen a dos familias: Cyatheaceae y Dick-males escapen, y aunque a veces tienen que perseguirlas soniaceae. Finalmente, Carl E.W. Fink, era un artista y por horas de horas, no aprenden. Me sorprende que esta diseñador gráfico, encargado de la ilustración de plantas en los jardines de Herrenhausen.

23 Es posible que aludiera al célebre orquideólogo Reichenbach, ya mencionado.

89

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) Lo que hace que estos pequeños valles de montaña sean segundo, que aparecerá en el próximo número de esta tan pintorescos, es una bella Urticaceae de hojas gran-revista— representa una contribución a ese incipiente des. Es común aquí, y sería una linda adquisición para acervo de conocimientos botánicos, que se enriquecería nuestros invernaderos si, a mi regreso, pudiera llevar se-mucho a partir de 1877, con la aparición de siete publi-millas viables. En el caso de especímenes como estos, caciones del alemán Helmuth Polakowsky, quien residió deben ser comprimidos para poder secarlos, pero el for-en Costa Rica por un año (Hilje, 2013).

mato habitual para las colecciones de herbario es inapro-piado para tales gigantes, por lo que hay que resignarse De los dos botánicos que lo antecedieron, Oersted fue a recoger tan solo fragmentos de hojas u hojas de plantas el primero que herborizó de manera constante y siste-jóvenes. Incluso el formato de elefante no sería suficien-mática, al punto de que, entre los miles de especímenes te en tales casos, y la próxima vez sería necesario buscar recolectados, había entre 600 y 700 especies de plantas, el formato Montblanc o Dalawadsheri.

muchas de ellas nuevas para la ciencia (Oersted, 2011).

Para su determinación, contó con el apoyo del taxóno-La citada Urticaceae posiblemente era una especie de mo inglés George Bentham (1800-1884) especialmente,

Cecropia. Aquí Wendland bromea acerca del tamaño aunque también del francés Jules Émile Planchon (1823-de las hojas del papel usado para preservar muestras 1888) y los alemanes August Grisebach (1814-1879) y botánicas. En efecto, en otra época existió un formato Otto Karl Berg (1815-1866). Por su parte, Hoffmann denominado Elefante, pero él dice que, para plantas acopió casi 3000 especímenes de plantas, que enviaba tan grandes, incluso éste sería insuficiente, por lo a Johann Friedrich Klotzsch (1805-1860) en el Museo que exagera con nombres de formatos descomunales Botánico de Berlín, y éste se encargaba de identificar al-inexistentes, como Montblanc —el pico más alto de los gunos, así como de enviar las demás muestras a varios Alpes— y Dalawadsheri, que suena como Dhaulagiri, taxónomos en Alemania y Europa.

de la que se creía que era la montaña más alta del mundo a principios del siglo XIX; en realidad, es la En realidad, aunque estuvo menos tiempo que ellos en sétima montaña más alta del planeta.

Costa Rica, Wendland herborizó de manera más inten-siva que Oersted y Hoffmann pero, además, lo hizo de Por la noche nos atrincheramos de nuevo y, en vez de manera más selectiva, pues aunque recolectó ejemplares una chaqueta liviana, nos arropamos con una más grue-de 30 familias, se concentró en orquídeas, palmeras y sa, para evitar el entumecimiento sufrido la noche ante-aráceas. Sus labores fueron tan productivas, que efec-rior.

tuó casi 540 recolecciones, como resultado de las cuales acopió unos 1280 especímenes. De este rico material re-CONSIDERACIONES FINALES

sultaron más de 185 nuevas para la ciencia.

De los primeros exploradores de la flora de Centroamé-Ahora bien, en congruencia con ese tipo de narraciones rica, ni von Friedrichsthal ni von Warszewicz escribie-de viajeros, en sus diarios Wendland no se limitó a escri-ron relatos de sus recolecciones, mientras que Oersted bir sobre cuestiones botánicas, sino que también incluyó lo hizo con formato de libro (Oersted, 2011), además de numerosos aspectos de la vida cotidiana de los poblado-que, en realidad, narró poco de sus andanzas, en propor-res de Centroamérica, relacionados con sus costumbres, ción a su muy prolongada estadía en Costa Rica. Por su comidas, salud, religión, cultura y política, así como de parte, Hoffmann publicó sendas narraciones sobre sus la incipiente colonia alemana que había para entonces ascensos a los volcanes Irazú y Barva, aparecidas en la en la región centroamericana. Al respecto, es de particu-revista Bonplandia en 1856 y 1858, respectivamente; lar importancia el hecho de que su periplo coincidió con este último lo escribió desde 1855-1856, pero sus labo-los cuatro meses finales de la guerra libertaria contra el res como médico en la guerra contra Walker y su padeci-ejército filibustero de William Walker, en la que algunos miento posterior, le impidieron completarlo antes (Hilje, alemanes se unieron a la causa de Costa Rica. De he-2006).

cho, el propio día en que el presidente de la República, Juan Rafael Mora, le declaró la guerra a Walker, recibió En tal sentido, en términos cronológicos, el amplio relato una carta de 35 alemanes residentes en San José, en la de Wendland contenido en este artículo —así como el que ofrecían defender a Costa Rica (Hilje, 2007). Varios 90

Revista Comunicación. Volumen 31, año 43, número 2, julio-diciembre, 2022 (pp. 61-93) de ellos fueron al combate, y algunos hasta perdieron pasado inadvertidas o que no florecían en ese tiempo”.

la vida. Es evidente que Wendland estaba enterado de Después agregaba que “el señor Wendland también esto y —como se aprecia en su relato—, incluso emitió encontró aquí parásitas sobre raíces de encinas, una insus opiniones acerca de la presencia de filibusteros en teresantísima balanofórea, dos palmeritas ( Geonoma y

el país.

Chamaedorea), dos helechos arborescentes y una Carludovica trepadora en los troncos de los árboles” (Hilje, Cabe destacar que uno de sus compatriotas más compro-2006).

metidos en la lucha contra Walker fue Karl Hoffmann, a quien el presidente Mora nombró Cirujano Mayor del En síntesis, no hay duda del valor científico e históri-Ejército Expedicionario. Además de su intensa partici-co del relato de Wendland, que retrata una época en que pación como médico en los campos de batalla, debió apenas empezaba a conocerse la riqueza botánica de enfrentar la epidemia del cólera morbus, causada por Centroamérica en general, y de Costa Rica en particular, la bacteria Vibrio cholerae, que aniquiló al 10% de la y cuando dichos países trataban de reafirmar su indepen-población, lo cual lo desgastó mucho y repercutió se-dencia y su libertad, ante la desproporcionada amenaza riamente en su salud (Hilje, 2007). De hecho, cuando del filibusterismo esclavista.

Wendland lo visitó, ya no podía ejercer su profesión, pues estaba bastante débil, víctima de una enfermedad AGRADECIMIENTOS

degenerativa asociada con el estrés derivado de dichas actividades (Hilje, 2007); en la única fotografía conoci-A Boris Schlumpberger (Jardines de Herrenhausen) y da de él —mostrada en páginas previas—, se le percibe Marc Appelhans (Universidad de Göttingen), por su ayu-abotagado, con las manos y el rostro inflamados.

da en la traducción de la versión original en alemán. A Michael Grayum (Jardín Botánico de Missouri) por sus Ahora bien, como se capta en el relato de Wendland, comentarios acerca de la identificación y la distribución Hoffmann aparece mencionado de manera apenas tan-geográfica de algunas especies. A Silvia Kruse y Maar-gencial, aunque en realidad era su contacto clave. La car-ten Kappelle, por la clarificación de algunos conceptos.

ta de recomendación que Wendland traía para él, sugiere A Guillermo Rosabal-Coto y Aída Elena Cascante (Edi-que en Alemania ya era bien conocido por sus herbori-torial de la Universidad de Costa Rica), por autorizar el zaciones en Costa Rica. Sin embargo, quien la escribió uso de las imágenes históricas de Centroamérica conte-quizás ignoraba cuán deteriorada estaba su salud. Esto nidas en el libro Tropical Travel, de Juan Carlos Vargas.

explicaría que, durante su estadía en el país, su relación con Hoffmann no fuera tan cercana o frecuente, aunque menciona haber estado en su casa por varias horas, po-REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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ñor Wendland, de la casa reinante de Hannover”, quien

“recolectó algunas especies de plantas que se me habían 91

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